La C¨¢mara de Diputados de M¨¦xico aprueba la legalizaci¨®n de la marihuana
La iniciativa supera la pen¨²ltima fase de un proceso legislativo atropellado que deber¨¢ concluir en el Senado, donde el partido gobernante tambi¨¦n tiene mayor¨ªa. La nueva legislaci¨®n permitir¨¢ la posesi¨®n personal de hasta 28 gramos
La marihuana para uso recreativo est¨¢ a un paso de la legalizaci¨®n en M¨¦xico. La C¨¢mara de Diputados aprob¨® este mi¨¦rcoles la ley que regula el cannabis, pero hizo modificaciones al dictamen que hab¨ªa sido avalado en noviembre pasado por el Senado, por lo que tendr¨¢ que pasar otra vez por los senadores antes de entrar en vigor. Se trata de uno de los ¨²ltimos pasos de un proceso legislativo que se ha alargado m¨¢s de dos a?os y que ha estado marcado por los cuestionamientos por favorecer la entrada de grandes capitales al que ser¨¢ el mayor mercado de marihuana legal del mundo por encima de los derechos de los consumidores y los peque?os productores.
La ley fue aprobada en lo general por 316 votos a favor, 129 en contra y 23 abstenciones. Fue una sesi¨®n marat¨®nica que empez¨® el mi¨¦rcoles por la ma?ana y se extendi¨® hasta la madrugada del jueves, con la discusi¨®n de m¨¢s de 200 reservas a la ley. La votaci¨®n en el pleno dej¨® varias postales. Hirepam Maya, diputado de Morena, forj¨® un cigarro de marihuana en la tribuna para apoyar el dictamen. La priista Cynthia L¨®pez Castro sac¨® una bolsa de or¨¦gano y empez¨® a cuestionar a quienes avalaron la ley: ¡°Un viaje de cuatro d¨ªas... ?Esto es lo que quieren?¡±. La intervenci¨®n se volvi¨® viral.
La nueva ley establece en el papel que cualquier adulto que desee fumar podr¨¢ hacerlo, aunque con varias restricciones. Una de las principales diferencias entre lo que aprob¨® el Senado y lo que aval¨® la C¨¢mara de Diputados, que tambi¨¦n tuvo el visto bueno de la Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n, es que ya no se crear¨¢ un instituto regulador para el cannabis, sino que sus funciones ser¨¢n asumidas por la Comisi¨®n Nacional contra las Adicciones, que depende de la Secretar¨ªa de Salud y no tiene experiencia en labores de regulaci¨®n.
La Comisi¨®n supervisar¨¢ el proceso de producci¨®n, desde la siembra hasta la cosecha, y dar¨¢ los permisos para crear asociaciones o clubes de consumo. Las asociaciones tendr¨¢n entre dos y 20 miembros mayores de 18 a?os, con un m¨¢ximo de cuatro plantas por socio y menos de 50 plantas de marihuana por grupo. El Estado promover¨¢ campa?as para inhibir el consumo en menores de 25 a?os. Las empresas que comercialicen la marihuana para consumo l¨²dico deber¨¢n atenerse a un etiquetado estricto con la leyenda ¡°solo para venta en M¨¦xico¡±, tener empaques sellados a prueba de ni?os y poner advertencias sobre los efectos nocivos a la salud, similares a las de las cajetillas de tabaco.
El nuevo dictamen quita los pocos candados que hab¨ªa para la integraci¨®n vertical: que una sola empresa participe en varias etapas del proceso de producci¨®n, distribuci¨®n y comercializaci¨®n. La medida es celebrada por empresas extranjeras que buscan un pedazo del negocio en el pa¨ªs, pero ha sido criticada por organizaciones civiles, aunque se prev¨¦ que se d¨¦ atenci¨®n prioritaria a las comunidades que han sido afectadas por las pol¨ªticas prohibicionistas, la pobreza y la violencia. Las licencias de producci¨®n y los permisos de consumo tendr¨¢n una vigencia de entre uno y cinco a?os, no se ha definido cu¨¢nto costar¨¢n. ¡±Se busca convertir el uso de sustancias en un negocio y no en un derecho¡±, acus¨® la diputada independiente, Luc¨ªa Riojas. El bloque de Morena, el partido del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, y sus aliados ha defendido que se trata de un hecho ¡°hist¨®rico¡± al dejar atr¨¢s ¡°el modelo prohibicionista¡±.
La posesi¨®n personal de hasta 28 gramos de marihuana ser¨¢ legal. Uno de los puntos m¨¢s pol¨¦micos es que se siguen contemplando multas de hasta 10.000 pesos (500 d¨®lares) para quienes tengan entre 28 y 200 gramos. ¡°El dictamen aprobado, aunque legaliza la producci¨®n y el comercio de la marihuana, no legaliza su portaci¨®n y su consumo, se limita a una tolerancia que no elimina la posibilidad de ser detenido, tener sanciones penales o multas¡±, comenta Lisa S¨¢nchez, directora de la organizaci¨®n M¨¦xico Unido Contra la Delincuencia, que teme que los puntos flacos de la ley den pie a extorsiones y criminalizaci¨®n de los usuarios. ¡°Se perdi¨® una oportunidad dorada para que las autoridades dejen de distraerse con la persecuci¨®n de delitos de drogas y concentrarse en delitos que s¨ª dejan v¨ªctimas, como los homicidios¡±, agrega S¨¢nchez. En un art¨ªculo transitorio se prev¨¦ que las personas que purguen penas por delitos relacionados con el tr¨¢fico de cannabis puedan salir libres.
Desde octubre de 2018, la Suprema Corte decidi¨® que prohibir el cannabis atentaba contra el desarrollo de la libre personalidad de los usuarios y dio un a?o al Legislativo para que hiciera los cambios necesarios a la ley para garantizar ese derecho. El Congreso pidi¨® tres pr¨®rrogas para retrasar la aprobaci¨®n y emiti¨® una ley duramente cuestionada por las organizaciones civiles que acompa?aron el proceso y cuyas recomendaciones fueron excluidas del dictamen final, que sigue sin respetar la consigna del libre desarrollo de la personalidad. ¡°Los legisladores tuvieron dos a?os para hacer las cosas bien y acabaron aprobando la ley sobre las rodillas, dejando de lado a los m¨¢s pobres y menos poderosos¡±, se?ala S¨¢nchez, que acusa que el proceso legislativo fue ¡°desprolijo¡± y salt¨® varios pasos para su aprobaci¨®n ¡°expr¨¦s¡±. ¡°No cumple con la orden de la Suprema Corte de quitar la prohibici¨®n de la marihuana en la Ley General de Salud, el mandato original¡±, asegura.
M¨¦xico se enfila as¨ª a convertirse en el tercer pa¨ªs del mundo que legaliza la marihuana en todo su territorio, despu¨¦s de Canad¨¢ y Uruguay. Adem¨¢s de los recovecos para productores y consumidores, la legalizaci¨®n de la marihuana ha llegado con varias promesas. Un cambio de rumbo de una pol¨ªtica antidrogas que ha hundido al pa¨ªs en la peor crisis de violencia de su historia reciente. Un arma contra la desigualdad y para la recaudaci¨®n de miles de millones de pesos en impuestos. La esperanza de hacer justicia a los sectores m¨¢s vulnerables y perseguidos. La prueba de fuego de esas promesas empezar¨¢ cuando el Senado d¨¦ su decisi¨®n definitiva sobre la aprobaci¨®n de la ley.
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