El regreso del Gran Elector
El mismo procedimiento electoral de Morena fue el que utiliz¨® sexenio tras sexenio el sistema presidencialista emanado del PRI
El proceso para seleccionar al candidato de Morena (es decir, el aspirante oficial) a las elecciones presidenciales de 2024 en M¨¦xico tiene fascinada, desde hace meses, a una parte sustancial de la clase pol¨ªtica y de la opini¨®n p¨²blica nacional. Dado que quien resulte designado partir¨¢ como claro favorito para ganar las votaciones y convertirse, as¨ª, en el sucesor de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, esta efervescencia parece justificada. Los articulistas cercan...
El proceso para seleccionar al candidato de Morena (es decir, el aspirante oficial) a las elecciones presidenciales de 2024 en M¨¦xico tiene fascinada, desde hace meses, a una parte sustancial de la clase pol¨ªtica y de la opini¨®n p¨²blica nacional. Dado que quien resulte designado partir¨¢ como claro favorito para ganar las votaciones y convertirse, as¨ª, en el sucesor de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, esta efervescencia parece justificada. Los articulistas cercanos al oficialismo, por ejemplo, experimentan toda clase de espasmos de placer mientras elucubran si la ¡°voluntad del pueblo¡± (es decir, la del presidente) se inclinar¨¢ hacia una u otra de las llamadas ¡°corcholatas¡± y por qu¨¦ motivos. En lo que todas esas entusiastas voces coinciden es que el hecho de que el presidente se encargue personalmente de poner las reglas y dirigir el proceso de su sucesi¨®n es, de alg¨²n modo arcano, un gran logro democr¨¢tico para el pa¨ªs.
Se olvidan, sin embargo, de que esa pel¨ªcula nos es conocida de sobra. Porque ese mismo procedimiento, con unas pocas variantes atribuibles a la diferencia de ¨¦pocas, fue el que utiliz¨® sexenio tras sexenio el sistema presidencialista emanado del PRI. No hace falta empe?arse demasiado para reconocerlo. Aunque se obstine en decir que no es as¨ª (como se obstina, cada ma?ana, en combatir la realidad con sus dicharachos), el presidente se las ha ingeniado para devolver la democracia mexicana al a?o del se?or de 1987.
A ver si el escenario de ese tiempo les suena conocido. M¨¦xico. Finales de 1987. Un partido oficial con la mayor¨ªa de las gobernaturas en su poder, y el control de las c¨¢maras bien amarrado, designa media docena de precandidatos a la presidencia para las elecciones que se celebrar¨¢n en 1988. Todos los nombrados son incondicionales del mandatario en funciones y, faltaba m¨¢s, prominentes miembros del PRI. Se promete que ¡°las bases del partido¡± y el pueblo mexicano ser¨¢n ¡°auscultados¡± para que resulte elegido el candidato ¡°m¨¢s id¨®neo¡±. Los aspirantes hacen maroma y media y tratan de recabar todos los apoyos posibles y de ganarse la voluntad del ¡°mero mero¡±, que en aquellos d¨ªas es Miguel de la Madrid Hurtado. Los periodistas dan voz a rumores que favorecen a este o aquel. Al final, el Consejo Pol¨ªtico Nacional, apoyado en sus ¡°auscultaciones¡±, elige al ¡°bueno¡±. Que resulta ser, cosa curiosa, Carlos Salinas de Gortari¡
Hay, desde luego, inconformidades. Los fundadores de la Corriente Democr¨¢tica del PRI, Cuauht¨¦moc C¨¢rdenas y Porfirio Mu?oz Ledo, no han sido tomados en cuenta para la ¡°grande¡± ni para candidatura alguna y deciden salir del partido. C¨¢rdenas termina por aglutinar a su alrededor a una facci¨®n de la vieja guardia del PRI y a buena parte de la izquierda mexicana y levanta en meses una candidatura presidencial que a punto est¨¢ de derrotar a Carlos Salinas y al PRI en las elecciones¡ Quiz¨¢ algunos recuerden que el sistema de conteo de votos ¡°se cay¨®¡± cuando C¨¢rdenas encabezaba los conteos y que volvi¨® a levantarse con Salinas ya a la cabeza. Un sistema, por cierto, operado por Manuel Bartlett, director de la CFE en el actual gobierno.
Pues bien. Lo mismo que se puso en marcha en 1987 ha articulado Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador en 2023. Ha emitido una planilla de ¡°corcholatas¡± como precandidatos y ha anunciado un sistema de encuestas para ¡°auscultar¡± la voluntad de la militancia y del pueblo¡ Solo que, para evitar disidencias como aquella de C¨¢rdenas, est¨¢ promoviendo un acuerdo destinado a que todos los aspirantes tengan una ¡°parte del pastel¡± y se mantengan, a cambio, obedientes y alineados. Total: el m¨¦todo del Gran Elector de toda la vida, pero con un intento de blinda a?adido para que las cosas no se salgan del plan. Vino viejo y servido en odres viej¨ªsimos. Valiente democracia, la nuestra, a expensas de un solo voto. Y un solo dedo.
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