Bela Marcovich, hija del exguitarrista de Caifanes: ¡°Con mi padre nunca tuvimos paz, ni psicol¨®gica ni emocional¡±
La joven denuncia a Alejandro Marcovich por intento de estrangulamiento y maltrato psicol¨®gico mientras que la Fiscal¨ªa de Ciudad de M¨¦xico investiga los hechos
Bela Marcovich es hija de Alejandro Marcovich, hist¨®rico guitarrista hasta 2014 de la banda mexicana de rock Caifanes. Nacida en una familia de artistas, desde peque?a la joven vivi¨® envuelta en el glamour, la fama y el mundo en el que viv¨ªa su padre, pero pronto, dice, la relaci¨®n que el m¨²sico ten¨ªa con ella, con su hermano Diego y con su madre, Gabriela Mart¨ªnez, se volvi¨® ¡°hostil, de desprecio, maltrato y tortura psicol¨®gica persistente¡±. Hace una semana, una columna publicada por la periodista Lydia Cac...
Bela Marcovich es hija de Alejandro Marcovich, hist¨®rico guitarrista hasta 2014 de la banda mexicana de rock Caifanes. Nacida en una familia de artistas, desde peque?a la joven vivi¨® envuelta en el glamour, la fama y el mundo en el que viv¨ªa su padre, pero pronto, dice, la relaci¨®n que el m¨²sico ten¨ªa con ella, con su hermano Diego y con su madre, Gabriela Mart¨ªnez, se volvi¨® ¡°hostil, de desprecio, maltrato y tortura psicol¨®gica persistente¡±. Hace una semana, una columna publicada por la periodista Lydia Cacho destap¨® esa cara oscura de la que habla Bela y revel¨® toda una serie de violencias y agresiones del m¨²sico contra su familia. Hace unos meses Marcovich trat¨® de estrangular a la que fue su esposa durante casi 25 a?os. Y poco despu¨¦s, la hija cuenta que la misma agresi¨®n se repiti¨® contra ella. ¡°En mi vida siempre hubo violencias desde que tengo memoria¡±, asegura.
Pese a que existen varias denuncias en contra del artista y una orden de alejamiento por alto riesgo de violencia feminicida, la familia denuncia que los ataques por parte del c¨ªrculo m¨¢s cercano del m¨²sico no han cesado. Actualmente, la Fiscal¨ªa de Ciudad de M¨¦xico ha abierto una investigaci¨®n para esclarecer los hechos por violencia familiar. Por primera vez, Bela Marcovich rompe su silencio despu¨¦s de 29 a?os y habla con la prensa. Explica que, a veces, la violencia psicol¨®gica y emocional puede doler m¨¢s que los propios golpes. Esta es una versi¨®n editada y condensada de la conversaci¨®n.
¡°Vivir en un ambiente as¨ª siempre fue muy tenso. Cuando era chiquita yo no me daba cuenta de algunas cosas, pero ve¨ªa que mi mam¨¢ estaba tensa y triste. Ella luch¨® para que ¨¦l estuviera mejor y lejos de ver resultados positivos, ¨¦l empeoraba y ella se entristec¨ªa m¨¢s¡±, asegura. ¡°Mi padre nunca fue afectivo y nos ignoraba a mi hermano y a m¨ª, hasta el punto de que lleg¨¢bamos a sentir su desprecio¡±, se?ala. ¡°Me ha llegado a decir que no soy de los suyos porque ¨¦l es jud¨ªo y yo no¡±. Bela tiene el pelo casta?o y los ojos grandes. A medida que recuerda, su relato se vuelve m¨¢s fluido, como quien desenmara?a un hilo enredado y los recuerdos la invaden. ¡°Con mi padre nunca tuvimos paz, ni psicol¨®gica ni emocional¡±, asegura. ¡°Su ¨²ltima agresi¨®n fue la gota que colm¨® el vaso, pero vengo arrastrando con ¨¦l una historia de violencia psicoemocional bastante importante, la cual ya hab¨ªamos denunciado en 2014 como violencia familiar¡±, dice.
En aquel a?o, la madre de Bela decidi¨® separarse, llevarse a sus hijos lejos de lo que suced¨ªa en casa. ¡°Al principio la violencia solo era contra mi mam¨¢, pero despu¨¦s tambi¨¦n fue contra nosotros. En una ocasi¨®n intent¨® suicidarse delante de mi hermano cuando ten¨ªa 16 a?os¡±, recuerda. El adolescente le impidi¨® quitarse la vida. Adem¨¢s del acoso y el hostigamiento que ha vivido todos estos a?os, Bela Marcovich tambi¨¦n se?ala la presencia constante de las amantes de su padre, mujeres que, seg¨²n cuenta la joven, han llegado a agredir a su madre y hasta hace unos meses la amenazaban a ella por tel¨¦fono. ¡°Me dec¨ªan deja a tu pap¨¢ en paz, te voy a hacer lo que ni te imaginas... Y eso provoc¨® efectos terribles en mi salud. Me gener¨® anemia y mucho estr¨¦s¡±.
En un acto de violencia patrimonial, Bela cuenta que el artista le quit¨® varias propiedades a su esposa, incluidas algunas que eran exclusivamente de ella. Despu¨¦s de una dura batalla en los tribunales, ambas partes acordaron vender algunos de esos bienes y repartir el dinero, pero cuando lleg¨® el momento, se?ala que su padre, quien actualmente tiene 63 a?os, le daba excusas a su madre para que no pudiera disponer de esa cantidad. ¡°Ya te lo dar¨¦ ma?ana, ahora no tengo tiempo¡±, dice que respond¨ªa su padre. ¡°Mi mam¨¢ empez¨® con arritmias y mucho estr¨¦s. Tard¨® meses en recibir aquel dinero y el d¨ªa que lo deposit¨®, despu¨¦s de varias amenazas de una nueva denuncia, la intent¨® matar. Yo le quit¨¦ las manos de su cuello¡±.
Cuando se le pregunta qu¨¦ siente por su padre, dice que el sentimiento que la invade es ¡°raro¡±. ¡°Yo me agarro de ilusiones y durante mucho tiempo estuve aferrada a que mi padre ten¨ªa un problema mental para seguir a su lado. ?l tiene un trastorno narcisista severo diagnosticado¡±. Al guitarrista tambi¨¦n le detectaron un c¨¢ncer de pr¨®stata, as¨ª que pidi¨® a su familia que cuidara de ¨¦l. La hija comenta que acept¨® con la idea de que, tal vez, podr¨ªa haber entre ellos un nuevo acercamiento. ¡°Estaba en negaci¨®n, ?c¨®mo no me iba a querer mi padre?¡±, pensaba. ¡°Decid¨ª cuidar de ¨¦l porque est¨¢ enfermo y porque es mi pap¨¢¡±. Sin embargo, a medida que pasaron los d¨ªas la convivencia con Marcovich se hizo insostenible as¨ª que le pidi¨® ayuda a su madre para mudarse de all¨ª.
Ah¨ª fue cuando su padre tuvo el ¨²ltimo arranque violento. La chica explica que trat¨® de estrangularla cuando estaba sacando sus pertenencias de la casa familiar. De acuerdo al informe judicial al que ha tenido acceso este diario, Bela denunci¨® que el hombre le gener¨® da?os en la clav¨ªcula con el forcejeo. Adem¨¢s la amenaz¨® con un palo de escoba mientras romp¨ªa todo a su alrededor. Tambi¨¦n atac¨® a la madre de Bela a la que ech¨® a la calle con la ropa rasgada y descalza. ¡°Con el palo rompi¨® la l¨¢mpara, la computadora, me insultaba y me dec¨ªa que era una mexicana de mierda¡±. Llegados a un momento de la discusi¨®n acalorada, la joven cuenta que empezaron a discutir por sus tres perros chihuahuas. Hasta la fecha, dice que su padre tiene a uno de ellos y que no se lo quiere devolver. ¡°Me empez¨® a jalonear, me empuj¨® contra la ventana y me intent¨® ahorcar. Ah¨ª fue cuando mi hermano me lo quit¨® de encima¡±, recuerda. ¡°En ese momento dej¨® de ser mi pap¨¢, en ese momento era ¨¦l contra m¨ª y tem¨ª por mi vida porque no sab¨ªa hasta d¨®nde iba a llegar¡±.
Despu¨¦s de aquello, la chica denunci¨® en la Fiscal¨ªa de Ciudad de M¨¦xico y tanto a ella como a su madre les dictaron medidas cautelares mediante las que tienen vigilancia policial las 24 horas del d¨ªa, lo que en M¨¦xico se conoce como C¨®digo ?guila. Bela se?ala la importancia de que se crea a las v¨ªctimas cuando denuncian. ¡°Tantas veces que yo se lo dije a los doctores cuando mi mam¨¢ denunci¨®. Tantas veces que avisamos que mi pap¨¢ era violento y no pas¨® nada¡±, lamenta. ¡°Una vez, uno de sus doctores que le atend¨ªa en el Hospital de Neurolog¨ªa me dijo: ¡®Tu pap¨¢ es una estrella del rock, ?no has pensado que todos son as¨ª?¡¯¡±. No era la primera vez que escuchaba un mensaje similar por parte de los m¨¦dicos de esa instituci¨®n. Otra vez le dijeron que su padre se comportaba de esa manera porque ¡°era un genio¡±, mientras invisibilizaban el dolor de la familia.
En la Fiscal¨ªa a lo largo de los a?os el trato que recibieron no fue mejor. ¡°Las veces que quise denunciar me dijeron que sin golpes era muy dif¨ªcil y solo me creyeron cuando me acab¨® golpeando¡±. Pese a todo, la familia se?ala que conf¨ªa en las autoridades y en el trabajo que est¨¢n haciendo ahora.
Bela dice que ha sido amenazada y se siente en peligro por hacer p¨²blica su denuncia. Muchos de los admiradores de su padre no le perdonan haber alzado la voz. ¡°Hablo ahora porque estoy harta de no ser escuchada. ?l tiene la palabra, es el artista reconocido, el que tiene miles de seguidores y yo siempre he quedado al margen. Para m¨ª, contarlo es parte de sanar y de no ocultarlo por m¨¢s tiempo. Quiero cerrar esto y ahora s¨ª, liberarme¡±.
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