La Casa de Los Famosos, el programa que ha resucitado la televisi¨®n mexicana, llega a su fin entre falsas promociones y ovaciones a Wendy Guevara
La cascada de cultura popular en forma de bromas, vocabulario, chistes en redes sociales y ¡®memes¡¯ que ha generado este programa no tiene comparaci¨®n
La Casa de Los Famosos, el reality show que emite Televisa desde hace diez semanas, ha tocado el coraz¨®n de 20 millones de espectadores, un r¨¦cord sin precedentes para la televisi¨®n nacional. Esta peque?a revoluci¨®n ha sido mucho m¨¢s que una fiesta de audiencia y de dinero para las empresas involucradas porque, de paso, ha conseguido juntar a millones de personas de distintas edades y clases sociales en torno a un fen¨®meno cargado de cr¨ªtica social...
La Casa de Los Famosos, el reality show que emite Televisa desde hace diez semanas, ha tocado el coraz¨®n de 20 millones de espectadores, un r¨¦cord sin precedentes para la televisi¨®n nacional. Esta peque?a revoluci¨®n ha sido mucho m¨¢s que una fiesta de audiencia y de dinero para las empresas involucradas porque, de paso, ha conseguido juntar a millones de personas de distintas edades y clases sociales en torno a un fen¨®meno cargado de cr¨ªtica social y con una estrella indiscutible. Wendy Guevara, una mujer trans de Guanajuato famosa en su peque?o nicho de redes sociales, se ha ganado el amor del p¨²blico y de sus compa?eros m¨¢s fresas y elitistas gracias a su don para los momentos c¨®micos, su inteligencia emocional y la humildad con la que compart¨ªa la historia de ostracismo, marginaci¨®n y transfobia que ha sido su vida. El fervor religioso con el que la gente admira a esta influencer les ha llevado incluso a compartir falsas promociones: todav¨ªa circula en Twitter una falsa campa?a de Starbucks para apoyar a Wendy.
Pero la aventura se termina. Despu¨¦s de 10 semanas de programa y 10 eliminados, quedan cuatro participantes, uno de los cuales ganar¨¢ este domingo un premio de 4 millones de pesos. Todos son del Equipo Infierno, el favorito de unos espectadores fieles y fan¨¢ticos que han ido eliminando sistem¨¢ticamente a los siete participantes del Equipo Cielo. Por el camino se han quedado personajes como Paul Stanley, el hijo del fallecido presentador de la televisi¨®n mexicana Paco Stanley, la modelo y presentadora venezolana Marie Claire Harp o la boxeadora profesional que se hac¨ªa llamar La Barby Ju¨¢rez. En la casa ya solo quedan cuatro personas: la casi segura ganadora Wendy Guevara, Poncho de Nigris (influencer de Monterrey muy querido en el norte del pa¨ªs), Nicola Porcella (actor peruano que se ha ganado un buen n¨²mero de seguidores estas semanas) y Sergio Mayer (actor, cantante y antiguo diputado por Morena).
?Y despu¨¦s qu¨¦? Muchos espectadores tienen miedo al final del programa. Siente que sus vidas quedar¨¢n reducidas a un vagar por la vida sin nada con lo que distraerse, cabrearse y comentar, condenados a un vac¨ªo existencial que no podr¨¢n llenar con nada m¨¢s que, quiz¨¢s, los viejos videos de aquellos tiempos en los que Wendy Guevara caminaba por la casa mirando cabreada a unas c¨¢maras que no dejaban de seguirla ni un segundo. ¡°?Qu¨¦ va a ser de mi vida cuando no haya m¨¢s La Casa de los Famosos?¡±, se preguntaba el domingo pasado una fan en redes sociales. Detr¨¢s del elevado consumo que ha generado este programa hay una realidad m¨¢s macabra: la de millones de personas dependientes que desayunan, comen, trabajan, cenan y se van a dormir siguiendo las vidas de los participantes. Una vez entras en la burbuja, no hay forma de salir. La televisi¨®n tiene un programa-resumen cada noche, los peri¨®dicos recogen cada pol¨¦mica y las redes sociales est¨¢n llenas de fans que hacen su propio resumen de los mejores momentos del d¨ªa.
¡°Va a dejar que la gente vuelva a tener una vida¡±, dice entre risas Cristina Salazar, doctora en Medios de Comunicaci¨®n por la Universidad de Columbia y fan del programa. ¡°Tambi¨¦n va a ser interesante ver qu¨¦ pasa con esas relaciones parasociales¡±, dice. Con ¡°parasociales¡± se refiere a aquellas relaciones en las que el espectador establece un v¨ªnculo con los participantes del programa, y que es unilateral, es decir, que solo una de las personas desarrolla sentimientos de amistad o de amor, pero sin que la otra sea consciente de ello. Eso se traduce en hordas de gente que van hasta el set donde se graba el programa en un pol¨ªgono industrial del Estado de M¨¦xico. All¨ª est¨¢ la casa rodeada de la nada m¨¢s absoluta, un taller de coches y una tienda de materiales para la construcci¨®n. Lo dem¨¢s es carretera estrecha, sin banqueta y sin piedad para los peatones. Aun as¨ª, la gente va hasta all¨ª a diario, se paran en la base del peque?o mont¨ªculo que da a la casa y gritan hacia lo alto como si les fuera la vida en ello: ¡°Wendy, Wendy¡±.
Francisco Palacios, el due?o del taller de coches, est¨¢ harto de ellos, no ve el programa ¡ª¡±no, no, ya tengo suficiente con vivir al lado¡±¡ª y hace unas semanas cont¨® a este peri¨®dico que los fans le quitan el sue?o, literalmente. Viven encima del taller en el que trabaja toda la familia, el padre y los tres hijos, y la gente se planta a las cuatro de la ma?ana en la carretera de enfrente y empieza a gritar. Eso hace saltar las alarmas que rodean el recinto donde se produce el reality y el ruido ensordecedor termina de arruinar el sue?o de la familia, que en vano ha pedido a las autoridades mayor seguridad para frenar esa locura. Ahora hay uno o dos guardias que tratan de limitar el n¨²mero de gritos que da la gente que pasa. Por lo que sea, no parece estar funcionando.
Salazar asegura que ¡°la necesidad de escapismo es real, con unas elecciones presidenciales en marcha y una poblaci¨®n avasallada por las noticias de la violencia que arrasa el pa¨ªs¡±. En ese contexto, ¡°el p¨²blico agradece un respiro narrativo, un refugio donde resguardarse del ruido medi¨¢tico¡±. Wade Davis, director general de Televisa, asegur¨® que es un ¡°fen¨®meno cultural¡± cuyos n¨²meros han superado las mejores fantas¨ªas de sus inversores. Davis compar¨® el impacto de La Casa de los Famosos en M¨¦xico con el mundial de f¨²tbol de finales de 2022, nada menos. Tienen un engagment de 20 millones de personas, casi el tama?o de la Ciudad de M¨¦xico junto con el Estado que lo rodea. Esa palabra inglesa significa que hay 20 millones de personas enganchadas al programa, que lo siguen a diario y est¨¢n pendientes de las ¨²ltimas actualizaciones y noticias. Eso ha derivado en un impulso sin precedentes a las suscripciones a Vix, la plataforma de streaming donde se emite el programa las 24 horas, y al n¨²mero de personas que sintonizan Televisa cada noche.
Pero quedan unas horas para que se rompa la burbuja y los espectadores han recurrido a m¨¦todos muy poco ortodoxos para apoyar a su ganador. Twitter se ha llenado de noticias falsas en las que seguidores de Wendy Guevara aseguran que la cantante Taylor Swift, en el ¨²ltimo concierto de gira por Estados Unidos, llam¨® al voto masivo por la finalista favorita del programa. Incluso se atrevieron a entrecomillar a la cantante como si dijera: ¡°S¨¦ que algunos de vosotros ten¨¦is familias en M¨¦xico, y este domingo necesitamos hacer historia. Wendy es mi amiga. Soy Team Wendy¡±. Y de esas falsas declaraciones hasta la oferta de una cafeter¨ªa en Nuevo Le¨®n en la que regalan una rebanada grande de pan si los clientes muestran que han votado por Poncho de Nigris. O la falsa oferta del Starbucks, que ahora tiene a cientos de personas acudiendo a sus puertas para pedir su frappe gratis por un bulo que asegura que puedes conseguir uno si votas por Wendy Guevara. Aunque sea mentira, miles de personas han subido su foto con su caf¨¦ del Starbucks asegurando que es la pura verdad. ¡°Pens¨¦ que era mentira, pero es cierto¡±, dice un fan muy convencido. Salazar, la doctora en Medios de Comunicaci¨®n, se r¨ªe de todo esto y apunta una explicaci¨®n: ¡°Somos animales hechos de historias y eso es lo que nos ha dado Wendy, una gran historia que no se va a repetir en mucho tiempo¡±.
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