El riesgo de Beatriz, ?chamaque¨® el PRI al PAN?
Con la renuncia de Creel el voto panista se concentrar¨¢ en X¨®chitl, lo cual reduce el margen de riesgo frente a Beatriz Paredes, pero a¨²n no lo elimina
Cuando todo parec¨ªa enfilado a la coronaci¨®n de X¨®chitl G¨¢lvez como abanderada de la oposici¨®n y renovada esperanza de sacar al obradorismo de Palacio Nacional, les surgi¨® una amenaza del flanco m¨¢s inesperado. Los analistas hicieron n¨²meros, valoraron estrategias electorales, examinaron perfiles y llegaron a una alarmante conclusi¨®n. La candidata del PRI, Beatriz Paredes, pod¨ªa arrebatarle el triunfo a la nueva estrella de la oposici¨®n. Tal conclusi¨®n abr¨ªa la posibilidad de una verdadera cat¨¢strofe; dar¨ªa al traste con la ambiciosa campa?a que habr¨ªa de ponerse en marcha durante los siguientes nueve meses, a partir del perfil desenfadado y originalmente humilde de X¨®chitl, para generar una candidatura victoriosa. Un triunfo de Beatriz Paredes, en cambio, sepultar¨ªa esas esperanzas en definitiva: por m¨¢s que ella no cargue con el descr¨¦dito de la mayor¨ªa de sus correligionarios, pertenece al PRI e inevitablemente evoca la deteriorada imagen, por no hablar de que su larga trayectoria remite al pasado, no al futuro. En suma, una derrota segura en la elecci¨®n presidencial del pr¨®ximo a?o.
?C¨®mo era posible que en sus horas m¨¢s bajas, tanto en t¨¦rminos de reputaci¨®n como de peso en la intenci¨®n de voto, el PRI estuviera en condiciones de ganar al PAN? Despu¨¦s de todo el PAN es con mucho la fuerza pol¨ªtica m¨¢s importante del Frente Amplio, que agrupa a los partidos empe?ados en generar una candidatura ¨²nica en contra de Morena (PAN, PRI y PRD). Se supon¨ªa que X¨®chitl era una candidata m¨¢s popular que cualquiera de los contrincantes en la oposici¨®n y se entend¨ªa que el PAN llevar¨ªa mano en la candidatura a la presidencia (el PRI hab¨ªa gozado de ese privilegio en la elecci¨®n del Estado de M¨¦xico). ?Qu¨¦ sucedi¨®? ?Chamaque¨® el PRI al PAN en la definici¨®n de las reglas de competencia? ?Sobre estimaron la fuerza de X¨®chitl y descuidaron el mecanismo de selecci¨®n?
Probablemente un poco de ambas. Veamos primero por qu¨¦, pese a todos sus negativos, Beatriz Paredes tendr¨ªa posibilidades de ganar gracias al confuso y parchado proceso dise?ado por el Frente Amplio. El 50% de la decisi¨®n saldr¨¢ de una encuesta a poblaci¨®n abierta y all¨ª reside parte del problema. Suena muy bien consultar a todos los ciudadanos, es lo que hizo Morena y parecer¨ªa que el Frente no quizo ser menos. Pero lo cierto es que por mera probabilidad la mitad de los encuestados ser¨¢n simpatizantes de L¨®pez Obrador. Muchos de ellos se sentir¨¢n m¨¢s afines a Paredes, sea por las empat¨ªas que existen con algunas banderas del PRI o simplemente para no votar a favor de quien el presidente ha criticado tan insistentemente. En las ma?aneras no han existido ataques a Paredes, pero abundan en contra de X¨®chitl. Parad¨®jicamente, el sistema de elecci¨®n dise?ado por el Frente para elegir a su candidato se convirti¨® en reh¨¦n parcial de los simpatizantes de su rival. La encuesta exploratoria que realizaron los organizadores arroj¨® un sorpresivo empate t¨¦cnico entre Beatriz y X¨®chitl en los cuestionarios levantados en domicilio, normalmente considerados los m¨¢s confiables.
El otro 50% de la decisi¨®n saldr¨¢ de la votaci¨®n en las urnas, esa s¨ª, cerrada a los simpatizantes y militantes del Frente Amplio. ?Pero c¨®mo definirlos, considerando que los tres partidos tienen criterios tan distintos para definir a sus miembros? Sencillo: utilizar como padr¨®n las firmas recabadas por todos los aspirantes a la candidatura. Es decir, un listado de casi dos millones de personas, aunque algunas habr¨ªan sido admitidas en condiciones por dem¨¢s laxas, lo cual de entrada genera incertidumbres.
Pero a¨²n m¨¢s dudas arroja la jornada electoral programada para el domingo 3 de septiembre. Como el Frente Amplio no es el INE, los interesados en participar no tendr¨¢n una casilla en su propio barrio ni mucho menos. Hasta ahora hay poca informaci¨®n sobre la organizaci¨®n de este despliegue territorial, pero es obvio que habr¨¢ pocos centros de captura de voto, lo cual significa que muchos de los posibles votantes tendr¨¢n que hacer largos desplazamientos para tal prop¨®sito. En otras palabras, solo los muy interesados terminar¨¢n participando. Y aqu¨ª es donde reside el peligro para X¨®chitl: el PRI y sus simpatizantes est¨¢n mucho m¨¢s versados en las tareas operativas que exige la movilizaci¨®n puntual del voto. X¨®chitl podr¨¢ tener m¨¢s simpatizantes entre las bases del Frente Amplio; pero la pregunta es cu¨¢ntos de ellos dedicar¨¢n su domingo a acudir a un centro de votaci¨®n y cu¨¢ntos ser¨¢n arrastrados por su rival..
Si a todo eso se a?ad¨ªa la presencia de Santiago Creel en la boleta, lo cual habr¨ªa dividido el voto panista entre dos opciones, el resultado se volv¨ªa una ruleta rusa para X¨®chitl G¨¢lvez. De all¨ª la necesidad de pedirle a Creel su renuncia. Debi¨® ser doloroso para el abogado, que durante dos a?os hab¨ªa acariciado y pr¨¢cticamente amarrado la candidatura presidencial por el PAN, antes de que el tsunami X¨®chitl apareciera.
?Qu¨¦ cambia con la renuncia de Creel? Lo esencial es que concentrar¨¢ el voto panista en X¨®chitl, lo cual reduce el margen de riesgo frente a Beatriz Paredes. Pero a¨²n no lo elimina, por las razones se?aladas arriba.
En los pr¨®ximos d¨ªas habr¨¢ todo tipo de presiones sobre Alito Moreno, el dirigente del PRI, para que honre supuestos acuerdos no escritos y ceda la candidatura al PAN. Se tratar¨¢ de convencer a Beatriz Paredes de que la ¨²nica opci¨®n para vencer al candidato de L¨®pez Obrador reside en X¨®chitl, y pedir¨¢n un sacrificio en aras de la ¡°candidatura ¨²til¡±. Dudo que ambos cedan. No est¨¢ en el ADN priista renunciar a una posible ganancia as¨ª sea moment¨¢nea.
Lo que veremos estos d¨ªas es a una Beatriz Paredes ejerciendo sus conocidas dotes oratorias y a una X¨®chitl G¨¢lvez tratando de minimizar el riesgo de alg¨²n desliz costoso. Sus menciones sobre la prohibici¨®n de micheladas para disminuir la inseguridad o cuestionar la jornada de 8 horas entre la poblaci¨®n ind¨ªgena del sureste, no ayudaron, ciertamente. Y no nos extra?e que en c¨ªrculos oficialistas arrecien las descalificaciones en contra de X¨®chitl, para influir en los muchos simpatizantes obradoristas que, inevitablemente, ser¨¢n consultados en la encuesta.
Si la l¨®gica se impone, X¨®chitl G¨¢lvez ser¨¢ candidata de la oposici¨®n dentro de 10 d¨ªas. Pero en pol¨ªtica nada est¨¢ garantizado, sobre todo cuando se involucran errores de c¨¢lculo y de estrategia. Y mucho menos cuando interviene el PRI, ese espectro que tantas veces se ha dado por muerto y se las arregla para hacerse presente. @jorgezepedap
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