¡°Sobrevivimos de milagro¡±: los ataques armados agravan el conflicto de la zona norte de Chiapas
Inmerso en una pelea de d¨¦cadas, la violencia arrecia en una de las zonas ejidales del municipio de Tila, ruta de paso de migrantes hacia el Golfo
La violencia arrecia en la zona norte de Chiapas, en la regi¨®n del valle de Tulij¨¢, vecina de Tabasco. Hombres armados vestidos de camuflaje han atacado y quemado casas en la cabecera municipal de Tila este martes y mi¨¦rcoles, causando temor a la poblaci¨®n. En videos tomados desde las viviendas se observa a algunos de ellos apuntando a casas, disparando, irrumpiendo en ellas, rompiendo vidrios¡ Un vecino afectado, que habla bajo condici¨®n de anonimato, dice que los atacantes quemaron su casa este mi¨¦rcoles. ¡°Sobrevivimos de milagro¡±, dice.
Las balaceras se suceden en la cabecera de Tila desde el martes por la noche. ¡°Las detonaciones empezaron como a las 20.00, se escuchaban r¨¢fagas en varios puntos de la cabecera, tanto en la periferia como en partes del centro. Se o¨ªan tambi¨¦n gritos, aunque desconoc¨ªamos qui¨¦nes eran. Por el Facebook empezaron a decir que hab¨ªa gente armada en el centro. Luego empezaron a quemar casas¡±, narra el vecino. Con 83.000 habitantes, Tila es uno de los municipios m¨¢s importantes de la regi¨®n. El 98% de esos habitantes vive bajo en condiciones de pobreza, seg¨²n Coneval.
El conflicto de Tila, de mayor¨ªa maya ch¡¯ol, refleja el de otros municipios en regiones cercanas, caso de Chenalh¨®, Simojovel o Pantelh¨®¡ En este ¨²ltimo municipio no se celebraron elecciones, por el corte de la carretera que lo comunica con San Crist¨®bal de las Casas. D¨ªas antes, cuatro hombres hab¨ªan muerto asesinados en la localidad. Y unas semanas antes, en abril, los enfrentamientos entre el grupo autodefensa El Machete y una organizaci¨®n criminal oblig¨® al Ej¨¦rcito a rescatar a los maestros, atrapados por las escuelas por las balaceras.
De todas formas, la violencia en la regi¨®n de Los Altos y la zona norte en general no es una excepci¨®n. Toda el ¨¢rea fronteriza con Guatemala, de Frontera Corozal a Tapachula, y las faldas de la sierra Mariscal, est¨¢n en jaque por las pugnas de grupos criminales, vinculados de una u otra manera con las dos grandes franquicias criminales del pa¨ªs, el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG). En Chicomuselo, cerca de la frontera, puerta de la sierra, las elecciones tampoco se celebraron por la violencia de las ¨²ltimas semanas.
En el caso de Tila, la complejidad es m¨¢xima. A estas alturas, resulta dif¨ªcil identificar el grupo al que pertenecen los atacantes, menos se?alar su filiaci¨®n. Una larga batalla por 130 hect¨¢reas de terreno figura en el origen de un conflicto que dura d¨¦cadas, pero que se ha recrudecido desde el segundo semestre del a?o pasado, con enfrentamientos como los de estos d¨ªas y asesinatos de l¨ªderes comunales, caso de Carmen L¨®pez, integrante del Consejo Nacional Ind¨ªgena, en enero.
La pelea por la tierra hace de hilo conductor. Por un lado, est¨¢ el ejido de Tila, territorio comunal, parte del municipio, dotado de 5.405 hect¨¢reas. Y del mismo lado, tambi¨¦n, los ejidatarios, sus hijos, nietos¡ En el ejido viven adem¨¢s avecindados, poblaci¨®n sin derecho a tierra, pero que ha echado ra¨ªces all¨ª. Del otro lado est¨¢n las autoridades municipales y el poder que detentan, intermediarios durante a?os de los programas sociales del Gobierno, primero con el PRI y luego con el Partido Verde.
Las autoridades municipales han ido de la mano, adem¨¢s, de los poderes econ¨®micos de la regi¨®n, principalmente los constructores y los transportistas, como explica el acad¨¦mico Emilio P¨¦rez, en dos trabajos publicados sobre el conflicto en el municipio entre 2018 y 2022. El choque entre ambas partes, cuenta, nace de la ocupaci¨®n de las autoridades municipales de 130 hect¨¢reas del ejido. En un principio, el Gobierno iba a indemnizar al ejido por esta ocupaci¨®n y las autoridades comunitarias estaban de acuerdo. Pero luego todo cambi¨®.
Las autoridades ejidales descubrieron que el abogado que representaba sus intereses les enga?¨® respecto al monto del pago que iba a entregar el Gobierno, situaci¨®n que provoc¨® una reacci¨®n radical: el ejido, animado y rearmando moralmente tras la irrupci¨®n del EZLN, ya no quer¨ªa el dinero, quer¨ªa su tierra de vuelta. La batalla vivi¨® un momento de gran tensi¨®n a finales de 2015, cuando los ejidatarios expulsaron a las autoridades municipales del ejido. Desde entonces, todo ha sido violencia en la zona, de las autoridades municipales a los ejidatarios y entre las escisiones de grupos ejidatarios, presionados desde fuera por el gran capital.
Como explica P¨¦rez: ¡°De ser un conflicto agrario escal¨® a un proceso de mayor complejidad, donde confluye el proyecto de autonom¨ªa y autogobierno (...) Ante la falta de atenci¨®n de las instituciones del Estado para atender la problem¨¢tica, la tensi¨®n escala al grado de presentarse enfrentamientos constantes entre los ¡®ejidatarios aut¨®nomos¡¯ y los llamados ¡®pobladores¡¯, simpatizantes del Partido Verde y la directiva del ejido, que tiene reconocimiento oficial ante el Registro Nacional Agrario¡±.
En las ¨²ltimas horas, medios locales de Chiapas han se?alado precisamente al grupo de aut¨®nomos de los ataques perpetrados en la cabecera municipal, a la vez, centro poblacional del ejido. No se sabe muy bien el motivo de esta ¨²ltima oleada de ataques, si se relaciona de alguna forma con las elecciones del pasado domingo o apunta m¨¢s a din¨¢micas locales. Mientras tanto, este mi¨¦rcoles en la noche, los ataques segu¨ªan.
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