La reforma judicial: una hoja de ruta con zonas grises para adentrarse en lo desconocido
M¨¦xico elegir¨¢ a sus jueces por voto popular con una enmienda que fue aprobada con mucha premura y en la que ya comienzan a relucir lagunas y contradicciones
M¨¦xico elegir¨¢ por primera vez a sus jueces mediante el voto de los ciudadanos en las urnas a partir del pr¨®ximo a?o. Se trata de un cambio profundo que trastoca la carrera judicial, el sistema meritocr¨¢tico instaurado hace tres d¨¦cadas y en el que los jueces ascienden en el escalaf¨®n por ex¨¢menes y cursos. Tambi¨¦n es un cambio cualitativo que pone a debate la noci¨®n de la independencia judicial, ahora que los jueces deber¨¢n hacer campa?a y salir a la caza de los votos, como pol¨ªticos. Ning¨²n pa¨ªs democr¨¢tico del tama?o de M¨¦xico elige a todos sus jueces por sufragio popular. Es una inmersi¨®n en lo desconocido. La apuesta es muy alta y contiene riesgos, a decir de los especialistas. Es dif¨ªcil aquilatar los escenarios cuando se parte de la inexperiencia. La hoja de ruta para M¨¦xico es una reforma constitucional impulsada por el oficialismo al calor de las campa?as electorales y confeccionada en tiempo r¨¦cord. Morena, el partido de Gobierno, se propuso aprobar la enmienda antes de que Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador dejase la presidencia de M¨¦xico. La formaci¨®n oficialista consigui¨® su prop¨®sito, pero la premura ha comenzado a pasar la factura: las costuras comienzan a evidenciarse y ahora toca hacer los remaches.
Conforme a la reforma aprobada, y que ya est¨¢ plasmada en la Constituci¨®n, en junio del pr¨®ximo a?o los mexicanos elegir¨¢n a la mitad de los cargos de juez federal y de magistrado de circuito. En total, ser¨¢n votados 850 cargos en los 32 Estados, adem¨¢s de los puestos de ministros de la Suprema Corte y magistrados del nuevo Tribunal de Disciplina Judicial. En 2027 se elegir¨¢ a la otra mitad de cargos, para completar la renovaci¨®n de la judicatura. A fin de determinar qu¨¦ cargos ir¨¢n a la primera elecci¨®n, el Senado hizo un sorteo con pelotas y n¨²meros. De suyo, entraron primero los lugares vacantes y las jubilaciones previstas. Sin embargo, mientras se hac¨ªa la insaculaci¨®n, surgi¨® una duda no prevista en las normas aprobadas: ?qu¨¦ hacer con las juezas que estaban de licencia de maternidad? Los senadores decidieron in extremis respetar las licencias y no incluirlas en la primera tanda electoral, sino, en todo caso, en la de 2027.
Otro de los errores de la reforma era una contradicci¨®n entre los art¨ªculos 94 y 97 de la Constituci¨®n, ambos relativos a la elecci¨®n de la presidencia de la Suprema Corte de Justicia. El primero de ellos, reformado, establec¨ªa que presidir¨¢ la Corte la persona que hubiese obtenido m¨¢s votos en la elecci¨®n de 2025; durar¨ªa dos a?os en el cargo, y ser¨ªa relevada por la segunda persona m¨¢s votada, y as¨ª sucesivamente. Sin embargo, los legisladores del oficialismo olvidaron actualizar el art¨ªculo 97, que segu¨ªa estableciendo que la presidencia del Supremo es determinada por los propios ministros del pleno cada cuatro a?os. En su momento, tanto legisladores de Morena como funcionarios del Gobierno de Claudia Sheinbaum reconocieron el error, pero minimizaron su gravedad.
¡°Es una reforma muy ambiciosa, mal dise?ada y que se tiene que implementar casi de inmediato: la f¨®rmula perfecta para tener una incertidumbre que nunca hab¨ªamos visto y que se expresa en este tipo de errores¡±, se?ala Javier Mart¨ªn Reyes, especialista en derecho constitucional. ¡°Y esto solo es el inicio¡±, agrega. ¡°Yo creo que a lo largo del camino nos vamos a seguir encontrando con lagunas, con contradicciones de normas, y las autoridades van a tener que ir improvisando sobre la marcha soluciones a una reforma que tiene muchas indefiniciones y muchos problemas en su confecci¨®n¡±.
Problemas en la Corte
Otra de las lagunas, esta vez de mayor calado, impact¨® en la vida interna de la Suprema Corte. La enmienda constitucional indica que a partir de la elecci¨®n del pr¨®ximo a?o se reducir¨¢ el Supremo de 11 a nueve integrantes. La nueva conformaci¨®n tambi¨¦n redujo de ocho a seis los votos necesarios para invalidar una ley. El decreto de la reforma, que entr¨® en vigor el 16 de septiembre, no dej¨® claro si los actuales ministros deb¨ªan comenzar a adoptar desde ya el criterio de los seis votos, o si ten¨ªan que seguir rigi¨¦ndose por el esquema de los ocho. La falta de claridad normativa provoc¨® un r¨ªspido debate entre los integrantes del pleno.
Algunos ministros sostuvieron que, mientras el pleno fuese de 11, se deb¨ªan mantener los ocho votos, ya que esa cifra corresponde a la mayor¨ªa calificada en la toma de decisiones. Otros ministros criticaron esa interpretaci¨®n y pidieron ce?irse a la literalidad de la Constituci¨®n, esto es, utilizar el criterio de los seis votos. ¡°No se [construyeron] todas las reglas provisionales en tanto que funcionar¨¢ durante un a?o m¨¢s la integraci¨®n de 11 ministros en esta Corte¡±, dijo la ministra Lenia Batres, cercana al oficialismo. ¡°Hay una reforma espec¨ªfica en la que yo asumo que no se termin¨® de reglamentar esta circunstancia, y por eso hablo de vac¨ªo, de una laguna legal¡±, a?adi¨®. El ministro Alfredo Guti¨¦rrez cuestion¨®: ¡°?Con fundamento en qu¨¦ art¨ªculo estamos tomando ocho votos como requisito para la votaci¨®n para declarar la invalidez de una norma? Es una duda. Yo en el texto constitucional actual no encuentro un requisito de ocho votos¡±.
Otro vac¨ªo que impact¨® en la vida de la Suprema Corte es que no se previ¨® el escenario de que el ministro Luis Mar¨ªa Aguilar concluir¨¢ su cargo el 30 de noviembre. La reforma no determin¨® si el Senado, extraordinariamente, deb¨ªa nombrar a un reemplazo temporal (en los hechos, desde la promulgaci¨®n de la enmienda, es la ciudadan¨ªa, y no el Senado, quien designa a los integrantes del Supremo). La ministra Loretta Ortiz plante¨® la duda de cu¨¢l ser¨ªa la votaci¨®n calificada en un pleno de 10 integrantes.
Para subsanar la pol¨¦mica, el Congreso, de mayor¨ªa oficialista, incluy¨® a posteriori en una reforma secundaria ¡ªa la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales¡ª la aclaraci¨®n necesaria. En un transitorio de esa norma se estableci¨® que, hasta que los nuevos ministros elegidos en las urnas tomen posesi¨®n de su cargo, en septiembre de 2025, el Supremo ¡°requerir¨¢ del voto de ocho de sus integrantes en la resoluci¨®n de los asuntos de su competencia [¡] y en cualquier otro caso en que la Constituci¨®n u otra ley requiera de mayor¨ªa calificada¡±.
Elecci¨®n compleja
El proceso electoral para renovar la judicatura inici¨® desde que la enmienda se public¨® en el Diario Oficial, en septiembre pasado. El acad¨¦mico Mart¨ªn Reyes se?ala que, con ello, no se respet¨® la cl¨¢usula constitucional de que las normas electorales se deben publicar m¨¢ximo 90 d¨ªas antes del inicio de un proceso electoral. Ese periodo existe para que el Supremo pueda resolver acciones de inconstitucionalidad respecto de esas leyes, y tambi¨¦n para que los contendientes en los comicios conozcan las reglas del juego desde antes de que inicie. ¡°Ni siquiera ten¨ªamos leyes secundarias cuando arranc¨® este proceso electoral¡±, refiere el abogado, que critica la celeridad con que se est¨¢ implementando la enmienda. ¡°En t¨¦rminos de presupuesto, era mucho m¨¢s racional hacerlo todo en 2027, porque ese a?o tienes las elecciones concurrentes legislativas¡±, comenta.
La convocatoria para los cerca de 900 cargos que ir¨¢n a elecci¨®n el pr¨®ximo a?o establece distintos requisitos seg¨²n se aspire a ser ministro del Supremo y magistrado del Tribunal de Disciplina o juez de distrito y magistrado de circuito. Para los primeros, el postulante deber¨¢ comprobar ¡°que no ha sido condenado por delito que amerite pena corporal de m¨¢s de un a?o de prisi¨®n; ni condenado por robo, fraude, falsificaci¨®n, abuso de confianza u otro delito que lastime seriamente la buena fama en el concepto p¨²blico¡±. Para los segundos, basta con comprobar ¡°no haber sido condenado por delito doloso con sanci¨®n privativa de la libertad¡±. La convocatoria deja cabida a la duda de si una persona que fue sentenciada por robo o fraude no puede aspirar a ser ministra de la Corte, pero s¨ª jueza o magistrada. ¡°?Por qu¨¦ un trato diferenciado por cargos en un requisito que uno pensar¨ªa que tendr¨ªa que ser homog¨¦neo para todos los cargos judiciales?¡±, cuestiona Reyes.
Para quienes aspiren al Supremo o al Tribunal de Disciplina se defini¨® que deben entregar junto con su postulaci¨®n cinco cartas de referencia ¡°de sus vecinos, colegas o personas que respalden su idoneidad para desempe?ar el cargo¡±. No se especific¨®, por ejemplo, si tales misivas deben ir acompa?adas de una copia de la INE para corroborar la identidad del recomendador, o de un comprobante de domicilio para dar fe de que hay vecindad entre las partes.
Reyes sostiene que en 2025 los mexicanos podr¨ªan atravesar el proceso electoral ¡°m¨¢s desorganizado e incierto que hayamos visto¡±, en referencia a la inmediatez de los comicios y a la enorme cifra de candidatos, lo que carga en los ciudadanos una mayor responsabilidad de filtrar y sopesar decenas de nombres. ¡°Se rompi¨® toda la l¨®gica del sistema electoral, porque nos fuimos a un proceso apresurado, con malas normas constitucionales, sin leyes secundarias¡±, detalla. ¡°Y eso puede generar que las elecciones del pr¨®ximo a?o sean un fracaso en t¨¦rminos de participaci¨®n y quiz¨¢ de organizaci¨®n. Y eso tambi¨¦n es un retroceso. Una de las cosas que s¨ª pod¨ªamos presumir en M¨¦xico era que ten¨ªamos una organizaci¨®n electoral muy s¨®lida, que incluso ha sido referente para otros pa¨ªses, y creo que eso se puede perder¡±, alerta.
El acad¨¦mico considera que todos los errores ocultos en las entra?as de la reforma demuestran que, en principio, se trat¨® m¨¢s de una bandera de campa?a de Morena que de una iniciativa real para reconfigurar el Poder Judicial. ¡°Me queda claro que nadie se dio a la tarea de se?alar: ?qu¨¦ modificamos? ?C¨®mo hacemos que esto sea viable y operativo? Y si alguien lo hizo, pues no le hicieron caso. Porque nadie quiso asumir el costo pol¨ªtico de modificar demasiado la iniciativa del presidente [L¨®pez Obrador]¡±, cierra.