La asistencia de Sheinbaum al G-20 env¨ªa una se?al del inter¨¦s por la agenda internacional del Gobierno

La presidenta mexicana ya tiene las maletas a punto para desplazarse a Brasil, donde se reunir¨¢ con otros l¨ªderes mundiales en la cumbre del G-20, la principal cita multilateral sobre econom¨ªa del mundo. Visitar¨¢ el 18 y 19 de este mes R¨ªo de Janeiro y el anuncio, algo corriente en el resto de los pa¨ªses, pronto se ha interpretado en M¨¦xico como una gran diferencia entre Claudia Sheinbaum y el anterior mandatario, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, que apenas sali¨® al extranjero en sus seis a?os de presidencia. Pero el gesto no solo tiene una lectura en clave interna: a este encuentro asisten los pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo y los de econom¨ªas emergentes, entre los que se inscribe M¨¦xico, y estar¨¢n tambi¨¦n los presidentes de los bancos nacionales para debatir cuestiones financieras. La presencia de Sheinbaum se traduce as¨ª en un alto inter¨¦s por las negociaciones estrat¨¦gicas que puedan impulsar la econom¨ªa mexicana y ser¨¢ una ocasi¨®n para garantizar estabilidad a los inversores.

Es el primer viaje al exterior, pero todo indica que no ser¨¢ el ¨²ltimo. Sheinbaum ha recibido una medalla de la fundaci¨®n Sustainability Trust, de la familia Nobel, que reconoce el compromiso con la sostenibilidad durante su jefatura de gobierno en la Ciudad de M¨¦xico. El premio se otorgar¨¢ en la Universidad de Berkeley (California) el 21 de noviembre y la mandataria no ha rechazado su asistencia de plano: ¡°No estoy segura de que pueda ir ese d¨ªa, pero mandaremos a alguien en representaci¨®n¡±, han sido sus palabras. Para entonces estar¨¢ apenas volviendo de Brasil y se ha comprometido a celebrar en M¨¦xico el d¨ªa 20 el aniversario de la Revoluci¨®n maderista.

Uno de los distintivos del sexenio obradorista fue su prioridad casi absoluta por la pol¨ªtica interior. Entend¨ªa que un buen desempe?o de puertas adentro era un marchamo de calidad que se reflejar¨ªa inevitablemente en la consideraci¨®n del pa¨ªs en el resto del mundo. Sali¨® de M¨¦xico solo en tres ocasiones, dos de ellas para ir a Estados Unidos, en 2020 y 2021, su primer socio comercial y del que le separa una kilom¨¦trica frontera que obliga al entendimiento bilateral en cuestiones clave para la pol¨ªtica de ambos pa¨ªses, como la seguridad, el tr¨¢fico de drogas y armas o el cruce de millones de migrantes. El expresidente es poco dado a los aviones, pero en 2022 tom¨® otro que le llevar¨ªa por Centroam¨¦rica: Guatemala, El Salvador, Honduras, Belice y Cuba, trayectos cortos. En total podr¨ªan contabilizarse como ocho viajes al exterior en todo el sexenio. Se reuni¨® en M¨¦xico con otros l¨ªderes mundiales, pero las citas importantes de puertas afuera las delegaba en su esposa o en miembros de su gabinete.

La continuidad pol¨ªtica prometida por Sheinbaum respecto al Ejecutivo que la precede, el de su mentor y l¨ªder espiritual del partido gobernante, Morena, encuentra en este peque?o detalle del viaje a Brasil un punto de quiebre que no ha pasado inadvertido para la opini¨®n p¨²blica, aun con ser el primer desplazamiento anunciado. La cita del G-20 no es poca cosa. M¨¦xico atraviesa un momento econ¨®mico tan delicado como esperanzador, pendiente al minuto de los indicadores nacionales e internacionales. Desde el d¨ªa de las elecciones, el pasado 2 de junio, los mercados internacionales acusaron el cambio de gobierno que se producir¨ªa y la presidenta electa tuvo que esforzarse por insuflar calma y efectuar algunos anuncios estrat¨¦gicos, pero las s¨®lidas cifras que se manejaban en la campa?a electoral comenzaban a tambalearse. Este tercer trimestre del a?o ha concedido un primer respiro. Entre julio y septiembre, el Producto Interno Bruto (PIB) ha crecido un 1,5% respecto al mismo periodo del a?o anterior y un 1% sobre el segundo trimestre, lo que indica un peque?o freno en la desaceleraci¨®n que se ven¨ªa experimentando. El subsecretario de Hacienda, Amador Zamora, ha hablado de una ¡°recuperaci¨®n despu¨¦s de unos meses de lentitud en la expansi¨®n¡±.

Las elecciones en Estados Unidos, que se celebran este 5 de noviembre, supondr¨¢n para M¨¦xico algo m¨¢s que un aleteo de mariposa. La discreci¨®n sobre los posibles resultados que ha manifestado Sheinbaum no es suficiente para calcular los posibles efectos en t¨¦rmino econ¨®micos. El candidato republicano, Donald Trump, ha hecho algunos anuncios inquietantes: ¡°M¨¦xico no vender¨¢ un solo auto en Estados Unidos si gano¡±, ha asegurado, y amenazado con aranceles del 100% para los veh¨ªculos fabricados al otro lado de su frontera sur. Son, por ahora, solo bravuconadas electoralistas, pero la sensibilidad de los mercados se har¨¢ notar, tanto si vence el republicano como la dem¨®crata Kamala Harris.

La reuni¨®n en el G-20 podr¨ªa servir a la presidenta mexicana para estrechar lazos con sus pares y extender un poco de sosiego sobre la estabilidad econ¨®mica en M¨¦xico, pendiente de inversiones extranjeras, sobre todo de Estados Unidos, pero no solo. China es tambi¨¦n un elemento crucial en la geopol¨ªtica para Sheinbaum y los pa¨ªses emergentes, incluido el anfitri¨®n del encuentro, Brasil, tienen mucho que negociar. De fondo, en el Gobierno de Sheinbaum persiste la preocupaci¨®n por las oscilaciones de la moneda, la inquietud de los inversores por la pol¨¦mica reforma judicial, la acusada deuda de la petrolera estatal, Pemex, la inseguridad que atraviesa el pa¨ªs y el incremento de la deuda p¨²blica, que ya supone el 49,3% del PIB.

El solo anuncio de la asistencia de M¨¦xico al m¨¢s alto nivel de representaci¨®n env¨ªa un mensaje al resto de los pa¨ªses m¨¢s avanzados del mundo. El pr¨®ximo avi¨®n que tomar¨¢ Sheinbaum no es solo una diferencia pol¨ªtica en clave interna respecto al pasado reciente de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador.