El Ej¨¦rcito argumenta que mat¨® a dos migrantes colombianos en defensa propia en Baja California
La Sedena usa la misma versi¨®n que emple¨® tras masacrar a seis personas en Chiapas en su segundo ataque a un grupo de migrantes en un mes
El Ej¨¦rcito mexicano vuelve a estar en el ojo p¨²blico tras usar la fuerza de las armas contra un grupo de migrantes por segunda vez en un mes. El 1 de octubre, masacr¨® a seis personas al sur de Chiapas procedentes de Egipto, El Salvador y Per¨² que viajaban en un cami¨®n de ganado junto a ciudadanos tambi¨¦n de India, Nepal, Cuba o Pakist¨¢n. La historia se repiti¨® este s¨¢bado cuando una patrulla de la Guardia Nacional acribill¨® otro veh¨ªculo, mat¨® a dos colombianos ¡ªYuli Vanessa Herrera Marulanda, de 37 a?os, y Ronaldo Andr¨¦s Quintero Pe?uelas, de 20¡ª e hiri¨® a otros cuatro en Baja California. Las v¨ªctimas se encontraban en ambos casos pr¨®ximas a la l¨ªnea fronteriza: en el primero, a la frontera sur con Guatemala, que acababan de cruzar; en el segundo, a la norte, con Estados Unidos, que los muertos aspiraban saltar. Y, en ambos casos, la Secretar¨ªa de la Defensa Nacional (Sedena) se ha justificado de la misma manera: los soldados solo actuaron en defensa propia, dispararon despu¨¦s de ser disparados.
¡°No ten¨ªamos armas, no somos delincuentes, nunca se les dispar¨®¡±, ha declarado una de las supervivientes del cami¨®n atacado por los militares al semanario Zeta, medio de referencia en la zona. Las autoridades tampoco encontraron casquillos, balas ni las armas que supuestamente habr¨ªan usado los migrantes contra los soldados. Una investigaci¨®n de Zeta publicada este lunes, el mismo d¨ªa que el comunicado en el que la Sedena respalda su versi¨®n, defiende que los agentes de la Guardia Nacional (GN) limpiaron la escena de ¡°indicios bal¨ªsticos¡± antes de llamar a otras unidades. Los tres agentes que ¡°durante los hechos hicieron uso de su arma se encuentran separados temporalmente de sus funciones en forma precautoria¡±, ha se?alado el organismo militar.
La Sedena se ha pronunciado tres d¨ªas despu¨¦s del doble homicidio y en su relato de los hechos plantea que la GN patrullaba por una carretera secundaria cerca del parque e¨®lico La Rumorosa, municipio de Tecate. A la 13.00, los agentes se encontraron con una pick up Super Duty gris y una SUV blanca. En su interior, viajaban los migrantes que, siempre seg¨²n la versi¨®n de los militares, dispararon ¡°en contra del personal de la GN, quienes los repelieron¡±, indica el comunicado sin aportar m¨¢s detalles. Uno de los veh¨ªculos logr¨® escapar, en el otro viajaban siete colombianos: dos fueron asesinados, cuatro resultaron heridos y uno m¨¢s sali¨® ¡°ileso¡±. Un ciudadano mexicano, el coyote, fue detenido.
Los cuatro heridos fueron ingresados en el Hospital General de Tecate. Tres de ellos (entre ellos un menor) recibieron el alta el mismo s¨¢bado y fueron entregados al Instituto Nacional de Migraci¨®n (INM) junto a la persona que no fue herida. El coyote se encuentra bajo custodia de la Fiscal¨ªa General del Estado en Tecate, que ¡°inici¨® la carpeta de investigaci¨®n respectiva¡±. De acuerdo con la Sedena, sus militares tambi¨¦n incautaron, adem¨¢s del coche, ¡°un arma corta, un chaleco t¨¢ctico, dos cargadores para arma corta, tres cartuchos y nueve cargadores para arma larga (seis abastecidos con cartuchos calibre .223)¡±.
El relato coincide punto por punto con el que la Sedena emple¨® en la masacre de Chiapas: una breve persecuci¨®n, migrantes que abren fuego primero y soldados que se defienden disparando de vuelta. En ninguno de los casos ha habido militares heridos, solo migrantes. En las dos ocasiones, ha habido agentes ¡°separados temporalmente de sus funciones¡±, sin que se haya conocido m¨¢s informaci¨®n sobre los presuntos culpables. ¡°Las autoridades competentes llevan a cabo las investigaciones y se deslindan las responsabilidades correspondientes, sin perjuicio de las acciones que la Fiscal¨ªa General de Justicia Militar realice respecto a la disciplina militar¡±, ha se?alado el Ej¨¦rcito.
Al cierre de este art¨ªculo, la presidenta de M¨¦xico, Claudia Sheinbaum, no se ha pronunciado sobre el asesinato de los dos migrantes colombianos. Su partido, Morena, al que tambi¨¦n pertenec¨ªa el expresidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, ha sido criticado por la oposici¨®n pol¨ªtica, la academia y la sociedad civil por la creciente militarizaci¨®n del pa¨ªs, que ha destinado soldados al control fronterizo, la seguridad p¨²blica e incluso las obras de infraestructura. La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar ?vila, del mismo partido, se ha limitado a se?alar que los ¡°polleros¡±, los traficantes de personas, se pusieron ¡°nerviosos¡± al ver a la Guardia Nacional y por ello abrieron fuego. Un conjunto de organizaciones de derechos humanos con presencia en la zona han exigido el ¡°esclarecimiento de los hechos¡± y ¡°un posicionamiento oficial¡± de Sheinbaum y ?vila.
El Ministerio de Exteriores de Colombia ha ¡°lamentado los hechos de violencia ocurridos en Tecate, donde un grupo de migrantes, entre ellos siete colombianos, se vio atrapado en un intercambio de fuego cruzado¡±. La Canciller¨ªa colombiana ha trasmitido el p¨¦same a las familias de las v¨ªctimas y ha ofrecido ¡°todo el apoyo requerido en este momento de dolor¡±. El primer mes de Sheinbaum en el poder, que tom¨® posesi¨®n del cargo el 1 de octubre, se ha saldado con centenares de asesinatos, desaparecidos y masacres por todo el pa¨ªs. Varias de ellas, con el Ej¨¦rcito como principal sospechoso.