C¨®mo entender (y atender) la problem¨¢tica del derecho a la vivienda en M¨¦xico

Una casa sin habitar no es un hogar, es una estructura. Y una casa no es una vivienda adecuada si no cuenta, por ejemplo, con servicios b¨¢sicos como agua, luz, gas, drenaje y un techo para refugiarse. De acuerdo con cifras del Censo de Poblaci¨®n y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estad¨ªstica y Geograf¨ªa (Inegi), de las 43.8 millones de viviendas particulares existentes, 6.1 millones son estructuras y otros 2.5 millones son viviendas habitadas, pero de uso temporal.

Esta misma encuesta asegura que de los m¨¢s de 126 millones de mexicanos, 5.778 son personas sin vivienda. Estas son cifras oficiales, pero el mismo Inegi asegura que es un dato dif¨ªcil de medir, lo cual s¨®lo refleja la dimensi¨®n y complejidad del panorama.

En 2020, el Consejo Nacional de Evaluaci¨®n de la Pol¨ªtica de Desarrollo Social (Coneval) contabiliz¨® 11.8 millones de personas que carec¨ªan de calidad y espacios de vivienda; 22.7 millones carec¨ªan de acceso a servicios b¨¢sicos en sus viviendas. Ese mismo a?o hab¨ªa en M¨¦xico 10.8 millones de personas en situaci¨®n de pobreza extrema.

Actualmente, comprar una casa parece una tarea lenta, burocr¨¢tica e imposible, especialmente en un contexto global, en donde las din¨¢micas sociales suelen ir engarzadas al incierto ritmo del mercado.

En su libro El derecho a la vivienda en M¨¦xico (Tirant lo Blanch, 2021), la abogada de derechos humanos y vivienda Carla Escoffi¨¦, analiza tres perspectivas sobre el derecho a la vivienda: la liberal, que se puede ejemplificar como la idea del derecho a la propiedad; la laboralista, que otorga cr¨¦ditos p¨²blicos a los empleados de la econom¨ªa formal, as¨ª como la de igualdad estructural, que propone que todas las personas son titulares del derecho a la vivienda.

Recientemente, Escoffi¨¦, quien participar¨¢ en el Foro Vivienda Justa Prosperidad Compartida, evento organizado por el Espacio Cultural Infonavit, Urban Front y EL PA?S este 4 de julio en el Centro Cultural Los Pinos, public¨® un nuevo libro titulado Pa¨ªs sin techo (Grijalbo, 2023), en donde reflexiona sobre los distintos conceptos del derecho a la vivienda, en particular, y los distintos conflictos que tienen las ciudades del pa¨ªs, en general.

A la luz de una probable reconfiguraci¨®n en la regulaci¨®n del derecho a la vivienda en el pa¨ªs, enmarcada por la propuesta de reforma al art¨ªculo 123 numeral 12 de la Constituci¨®n impulsada por el saliente presidente L¨®pez Obrador, Carla Escoffi¨¦ habla con EL PA?S sobre algunas de las problem¨¢ticas y posibilidades que giran en torno al derecho a la vivienda en M¨¦xico. La experta explica que hay distintas formas de atender y entender este tema.

?Pueden convivir distintos conceptos del derecho a la vivienda?

De alguna manera todos los derechos son como proyectos. Cuando se reconoce algo como un derecho, podr¨ªa haber dos formas de entenderlo: como una conquista que se quiere conservar (como algo que ya se tiene y se desea que no se pierda) o bien como ha sido m¨¢s entendido (sobre todo en pa¨ªses de Am¨¦rica Latina), como objetivos que son no renunciables.

?Qu¨¦ otras opciones que tiene el gobierno, adem¨¢s del Infonavit o del Fovissste para solucionar el problema de vivienda en M¨¦xico?

Son muchas las opciones que podr¨ªa tener un gobierno para atender el derecho a la vivienda. No es que un pa¨ªs o un lugar determinado tenga que adoptar una en espec¨ªfico, pero s¨ª tiene que impulsar todos los esfuerzos para poder abarcar tantas como sean posibles y como el mismo contexto lo requiera. Por ejemplo, puede ser la adecuaci¨®n legislativa. Me parece que en el contexto mexicano hay mucha deuda al respecto, porque no hay leyes inquilinarias en los estados.

Todos los arrendamientos est¨¢n regulados por el C¨®digo Civil, que es muy general, es insuficiente y no abarcan todas las complejidades de este tipo de relaciones, entonces esa adecuaci¨®n legislativa es parte del derecho a la vivienda, es algo que podr¨ªan y deber¨ªan hacer hoy los congresos locales de cada Estado. Tambi¨¦n tenemos el tema del suelo; no puede haber vivienda sin suelo. Si no tenemos una pol¨ªtica de suelo todo va a seguir siendo caro y seguir¨¢ habiendo una barrera. En M¨¦xico, por ejemplo, no hay bancos de suelo. Hay algunos programas piloto, algunos estados, incluso municipios, que han hecho esfuerzos por generarlos, pero no hay una pol¨ªtica nacional de bancos de suelo como la de Ecuador, por ejemplo.

?Qu¨¦ similitudes hay respecto al problema de vivienda en las cinco ciudades que abordas en tu libro Pa¨ªs sin techo?

Digamos que la problem¨¢tica es com¨²n a nivel nacional en t¨¦rminos generales, pero las formas en las que se manifiesta s¨ª cambian de ciudad en ciudad. No es casualidad que en la Ciudad de M¨¦xico el tema de Airbnb sea una discusi¨®n muy fuerte en materia de vivienda y urbanismo, pero en un lugar como Monterrey quiz¨¢ no lo es. Pero hay otras discusiones que atraviesan como el tema del agua o transporte. Esto va cambiando en distintos lugares. Es el mismo sistema que est¨¢ operando y manifest¨¢ndose, demostrando las distintas formas que puede tener en distintos lugares.

?Qu¨¦ puede hacer la generaci¨®n sin techo que ve dif¨ªcil tener una casa a futuro?

Creo que una de las cosas m¨¢s relevantes ahorita es organizarse. Organizarse para exigir pol¨ªticamente que el tema siga creciendo en la agenda p¨²blica y que pueda abordarse, sobre todo porque tambi¨¦n est¨¢ ligado al tema ambiental. Es decir, no podemos hablar hoy de cambio clim¨¢tico sin pol¨ªtica de vivienda, porque impacta demasiado en todo este proceso. Tambi¨¦n organizarse para ver opciones, como por ejemplo las cooperativas de vivienda [...] Creo que no hay motivo para no organizarse y seguir presionando, tanto por uno mismo, como por la solidaridad hacia los dem¨¢s.

Carla Escoffi¨¦ estar¨¢ presente en el Foro Vivienda Justa y Prosperidad Compartida, un evento del Espacio Cultural Infonavit y Urban Front, en colaboraci¨®n con EL PA?S, este 4 de julio en el Complejo Cultural Los Pinos en la Ciudad de M¨¦xico.