El crecimiento empresarial de M¨¦xico tiene las alas llenas de plomo
Extorsiones y asesinatos frenan cada d¨ªa el desarrollo laboral de miles de familias y las oportunidades de un pa¨ªs que ans¨ªa el despegue de su econom¨ªa
Con un rev¨®lver a la sien operan cada d¨ªa m¨¢s empresas grandes y chicas en M¨¦xico, a medida que el crimen se ha ido ense?oreando de cualquier negocio que deje dinero. El trasiego de drogas que dio origen a una de las palabras m¨¢s temidas del planeta, narcotr¨¢fico, tiene ahora su versi¨®n atomizada en cientos de bandas delincuenciales que han tomado desde el asalto restaurantes, tiendas de alimentos y mercadillos callejeros hasta el ataque a las cadenas de suministro de las grandes corporaciones. Los dirigentes empresariales hartos de la extensi¨®n de estos delitos, han alzado la voz. Y les est¨¢ costando la vida.
En las ¨²ltimas semanas han sido asesinados un par de voceros del sector privado en el norte del pa¨ªs, despu¨¦s de sendas intervenciones en los medios de comunicaci¨®n, quej¨¢ndose de la inseguridad. La extorsi¨®n, el robo y los ataques al transporte de suministros son el pan de todos los d¨ªas para muchos trabajadores y empresarios, mientras que la impunidad los obliga a pagar protecci¨®n armada. Las empresas grandes encuentran c¨®mo adaptarse, mientras que las m¨¢s chicas corren el riesgo de desaparecer.
La dirigente de la C¨¢mara Pesquera de Baja California, Minerva P¨¦rez Castro, fue asesinada el 16 de julio horas despu¨¦s de que pidiera a las autoridades mayor vigilancia en las costas para terminar con la pesca ilegal. Dos semanas m¨¢s tarde, el presidente de la C¨¢mara de Comercio de Tamaulipas y Matamoros, Julio C¨¦sar Almanza Armas, cay¨® en un ataque armado tras declarar que los empresarios son ¡°rehenes de las bandas delincuenciales y el cobro de piso se ha convertido pr¨¢cticamente en un deporte nacional¡±. El miedo ha ido cerrando las bocas.
Este asesinato lleg¨® en un momento de mucha tensi¨®n entre el Gobierno del Estado de Tamaulipas y una de las empresas m¨¢s grandes de M¨¦xico, Femsa. El conglomerado anunci¨® el 26 de julio el cierre de las 191 sucursales de Oxxo en Nuevo Laredo y las siete gasolineras. La empresa dijo que la decisi¨®n se deb¨ªa a ¡°actos de violencia que pusieron en riesgo la integridad de colaboradores¡±. Pas¨® toda una semana hasta la reapertura. El Gobierno del Estado se comprometi¨® a poner presencia policial en cada sucursal y a la instalaci¨®n de un bot¨®n de p¨¢nico para empleados. En M¨¦xico, cerrar los Oxxo no es solo impedir las compras de conveniencia, equivale a dificultar a miles de personas el pago de diversos recibos de servicios dom¨¦sticos, puesto que tambi¨¦n operan como bancos. El reto no era peque?o.
Una encuesta que la C¨¢mara de Comercio de Estados Unidos en M¨¦xico (AmCham M¨¦xico) hizo entre sus empresarios miembros arroj¨® que un 52% ha sido v¨ªctima de asalto o robo con violencia a sus empleados y un 45% de extorsio?n virtual. Adem¨¢s, el 49% dijo haber sufrido ataques al transporte de la cadena de suministro, los cuales tienen muchas variantes, por ejemplo, obligar a una empresa a comprar insumos a las bandas criminales o forzarlos a traficar mercanc¨ªa ilegal en su red de transporte y log¨ªstica. O en el bar.
Mientras el crimen copta cada vez m¨¢s negocios legales para extraer r¨¦ditos de manera ilegal, M¨¦xico se posiciona a nivel internacional como un atractivo destino de inversi¨®n extranjera. El a?o pasado, el pa¨ªs destron¨® a China como el principal socio comercial de Estados Unidos, y el tratado de libre comercio de Norteam¨¦rica (TMEC) ha hecho del pa¨ªs latino una alternativa natural para las empresas que buscan abandonar China para complacer al Gobierno estadounidense en su cruzada econ¨®mica contra el gigante asi¨¢tico.
Pero la inseguridad no ha detenido, hasta ahora, a las transnacionales. El a?o pasado entr¨® al pa¨ªs un 27% m¨¢s de inversi¨®n que en 2022, seg¨²n la Secretar¨ªa de Econom¨ªa, y uno de los estados que m¨¢s inversi¨®n extranjera directa concentra es Guanajuato, que durante los ¨²ltimos ocho a?os ha padecido un incremento de 632% en la tasa de actividades perpetradas por la delincuencia organizada, de acuerdo con un an¨¢lisis del Instituto para la Econom¨ªa y la Paz (IEP), organizaci¨®n internacional sin fines de lucro.
¡°Desafortunadamente, la respuesta que tienen las instituciones es muy laxa y los procesos judiciales no funcionan¡±, dice Carlos L¨®pez Portillo, director de la consultora Crisol, que ofrece asesor¨ªa en materia de seguridad a empresas extranjeras interesadas en entrar en M¨¦xico. ¡°Ah¨ª es cuando los empresarios que le est¨¢n apostando al pa¨ªs dicen: ?qui¨¦n me va a defender?¡±. Sin embargo, siguen poniendo su dinero en los grandes negocios. ?Por qu¨¦ lo hacen, a pesar de la violencia? ¡°Porque, evidentemente, es una econom¨ªa muy atractiva, ser vecino de Estados Unidos representa una oportunidad¡±, asegura L¨®pez Portillo. AmCham estima que el 10% del presupuesto de sus empresas miembros se destina a la seguridad.
En la misma semana en que Femsa anunci¨® el cierre de 191 sucursales de Oxxo en Nuevo Laredo (Tamaulipas), derivado de la inseguridad, la empresa anunci¨® un ambicioso proyecto en Estados Unidos, con la apertura de 200 establecimientos m¨¢s de la cadena. El caso ejemplifica c¨®mo las grandes transnacionales disponen de recursos financieros, humanos y de poder para adaptar su negocio al entorno criminal. Las peque?as empresas no tienen tantas opciones.
El ciudadano de a pie es, finalmente, otro d¨¦bil eslab¨®n de esta cadena de extorsiones. El que se queda sin trabajo y sin servicios, el que paga los precios m¨¢s caros en el mercado y, de tarde en tarde, el que se enfrenta a las balas, directas o indirectas. Porque ciudadanos de a pie son tambi¨¦n los miles de peque?os negocios, familiares o no, que tienen pocas armas para combatir el crimen. Uno de los asociados de la Confederaci¨®n de C¨¢maras Nacional de Comercio y Turismo (Concanaco) en Acapulco ha contado a este peri¨®dico, desde el anonimato del miedo, c¨®mo los negocios de hosteler¨ªa est¨¢n sufriendo en sus establecimientos los enfrentamientos entre bandas criminales.
¡°Ya no son siquiera los grandes carteles, son pandillas de delincuentes que se han distribuido el territorio por sectores, unos extorsionan a los taxistas, otros a las tiendas de alimentaci¨®n, a los puestos ambulantes, a quienes obligan a pagar a veces hasta dos o tres cuotas al mes¡±, explica el asociado. En la hosteler¨ªa, sin embargo, son las drogas las que hacen silbar las balas. ¡°Se meten al bar como si fueran clientes, pero sabemos que est¨¢n vendiendo estupefacientes y entre ellos se arman peleas. A veces entran al cuarto de ba?o en busca del que se est¨¢ drogando, si ven que la droga no es la que vende su grupo, porque la mercanc¨ªa tiene distintivos, est¨¢ marcada, pues lo amenazan o lo golpean. Pero nosotros somos los rehenes, porque si les echamos del bar o no permitimos que entren, sufrimos las amenazas. En Acapulco ya han matado a varios gerentes por eso, los esperan en el estacionamiento a la salida del trabajo. Estamos en la l¨ªnea de fuego¡±.
Lo sabe todo el mundo, pero no se denuncia, de modo que el 97,4% de estas extorsiones, seg¨²n el Inegi, quedan en la impunidad. Tampoco es que ocurra lo contrario cuando se presenta una denuncia, dice el empresario acapulque?o: ¡°Las autoridades no act¨²an¡±, aunque reconoce que en las zonas tur¨ªsticas se ha frenado un poco la violencia con la presencia de la Marina y tambi¨¦n hay m¨¢s inspecciones a las lanchas y las motos acu¨¢ticas que llegan dejando una estela de espuma hasta la costa y disparaban contra un mesero. ¡°Se les ve claramente, ni siquiera son discretos¡±, dice. Los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad P¨²blica (SESNSP) cuentan 31 v¨ªctimas al d¨ªa de delito de extorsi¨®n entre enero y junio de 2024, lo que significa m¨¢s de una extorsi¨®n por hora. El empresariado se resiente. Pero no solo.
La agricultura es la primera afectada en esta cadena. La subida de precios que detectan cada d¨ªa los consumidores en los productos b¨¢sicos, el lim¨®n, la lechuga, el cilantro o el aguacate, se debe a la sequ¨ªa y a las lluvias a destiempo, a la estacionalidad del producto o los m¨¢rgenes de los intermediarios. ¡°Pero las extorsiones al agricultor, el empacador, los robos en el transporte y las cuotas en los mercados son las responsables del 15% al 20% del incremento del precio¡±, explica Juan Carlos Anaya, consultor agr¨ªcola. Nadie est¨¢ a salvo. Y hay miedo.
¡°A m¨ª, mi familia me dice tambi¨¦n que no hable, pero tenemos que decirlo, lo hacemos con cuidado, sin nombres, pero es lamentable la imagen que damos en el exterior. Nadie quiere hablar¡±, dice. Y lleva raz¨®n. Ni siquiera la garant¨ªa de anonimato convence ya a quienes est¨¢n al frente de las c¨¢maras comerciales para que declaren lo que saben, lo que todo el mundo sabe. Que un kilo de lim¨®n le supone al productor pagar un peso y medio al criminal, pero no siempre salen perdiendo, porque tambi¨¦n los productores se benefician del control de la oferta que las bandas de delincuentes tienen amarrada, y eso aumenta los precios.
Desde tortiller¨ªas, empresas de tecnolog¨ªas de la informaci¨®n hasta distribuidores o comercializadoras, cada vez corren m¨¢s ese tipo de riesgo, cuenta L¨®pez Portillo, quien asegura que trabaja en muchas de estas peque?as empresas. ¡°Tomar una decisi¨®n as¨ª de destinar recursos para una estrategia de seguridad robusta no es f¨¢cil, porque representa una inversi¨®n considerable que la mayor¨ªa no pueden costear¡±. Las micro, peque?as y medianas empresas en M¨¦xico generan el 72% del empleo y el 52% de Producto Interno Bruto (PIB), seg¨²n datos oficiales.
¡°Yo creo que eso es grav¨ªsimo para la econom¨ªa mexicana, porque si realmente queremos tener ¨¦xito en el largo plazo, esas empresas son las que tienen que consolidarse. Son las que van a generar una econom¨ªa nacional s¨®lida, independientemente, claro, de las transnacionales, que van a seguir invirtiendo. Esas son las que van a generar empleo, van a llevar a M¨¦xico a otro nivel, permitir que seamos un pa¨ªs no solo manufacturero, sino creador y exportador de ideas¡±, concluye L¨®pez Portillo.
Los d¨ªas de plomo que est¨¢n viviendo los empresarios no es algo que se le escape a la clase pol¨ªtica. En efecto, las oportunidades de crecimiento de M¨¦xico depender¨¢n mucho de una buena estrategia de seguridad y esa es la gran asignatura pendiente de un pa¨ªs que no puede frenar las balas.
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