Morena pierde la mayor¨ªa absoluta, pero mantiene el control del Congreso con sus socios
La alianza del partido oficialista, PT y el Partido Verde no alcanza la mayor¨ªa calificada que abre la puerta a reformas constitucionales, el objetivo de L¨®pez Obrador en estos comicios
Tres a?os despu¨¦s de la arrolladora ola que aup¨® de manera simult¨¢nea a Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador a la presidencia y a Morena al Parlamento, el partido oficialista logra revalidar la victoria en el Congreso, pese una considerable p¨¦rdida de esca?os. Esta vez, L¨®pez Obrador no aparec¨ªa en las boletas electorales y el partido ha acusado no contar con el tir¨®n de su l¨ªder, ...
Tres a?os despu¨¦s de la arrolladora ola que aup¨® de manera simult¨¢nea a Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador a la presidencia y a Morena al Parlamento, el partido oficialista logra revalidar la victoria en el Congreso, pese una considerable p¨¦rdida de esca?os. Esta vez, L¨®pez Obrador no aparec¨ªa en las boletas electorales y el partido ha acusado no contar con el tir¨®n de su l¨ªder, omnipresente en todo caso durante la campa?a.
Morena se apunta una victoria a medias. Con el conteo r¨¢pido que ha anunciado el INE a las 11 de la noche, los 197 esca?os de Morena en solitario ?un ca¨ªda del 20%? no alcanzan el umbral de la mayor¨ªa absoluta y necesitar¨¢ pactar con sus socios electorales, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde, que juntos suman 279 esca?os, un 10% menos que la representaci¨®n actual. Amarrado el primer objetivo, la meta m¨¢s ambiciosa y nudo central de las aspiraciones de L¨®pez Obrador en estos comicios, ha naufragado: la mayor¨ªa calificada que abre la puerta a reformas constitucionales queda muy lejos, a 65 curules.
El bloque de oposici¨®n, que inauguraba una in¨¦dita alianza entre los tres partidos tradicionales, PRI, PAN y PRD, consigue en parte su meta de afianzar mayores contrapesos en la C¨¢mara ante el rodillo del partido oficialista y refuerza su presencia con una crecida de m¨¢s del 40%, hasta los 197 esca?os. El polo opositor avanza en su reconfiguraci¨®n tras la debacle de hace tres a?os.
El mapa que arrojan los comicios, que han registrado la participaci¨®n m¨¢s alta (en torno al 52%) desde la apertura democr¨¢tica, es un parlamento m¨¢s fragmentado y diverso. Pr¨¢cticamente todos los partidos crecen a costa la merma de votos de Morena. El PAN casi dobla su representaci¨®n hasta los 111 diputados. Un salto parecido al del PRI, que suma 69. El partido oficialista ve reducida su bancada en m¨¢s de un 20%, 59 curules menos. La dimensi¨®n de la ca¨ªda se debe a los flujos de tr¨¢nsfugas que se incorporaron al grupo morenista despu¨¦s de la elecci¨®n de 2018, una argucia taponada en esta ocasi¨®n por las instituciones electorales. Sin la cuota final de diputados, en su mayor¨ªa provenientes del ultraconservador PES, la representaci¨®n de Morena fue de 191 esca?os. Comparado con aquel resultado, la fuerza electoral del partido incluso sube ligeramente hasta los 197.
La p¨¦rdida de esca?os de Morena est¨¢ en todo caso en sinton¨ªa con la ca¨ªda media durante los ¨²ltimos a?os por el partido en el poder. En la historia democr¨¢tica de M¨¦xico, no hay un solo presidente cuyo partido no haya perdido curules en los comicios intermedios. L¨®pez Obrador ha resistido el efecto desgaste de tres a?os de sobrexposici¨®n y batallas ideol¨®gicas constantes que han profundizado la polarizaci¨®n y han convertido al mandatario en el principal eje del debate p¨²blico. Estos comicios intermedios, m¨¢s que nunca, se hab¨ªan interpretado como un plebiscito en torno a la figura del presidente.
L¨®pez Obrador afianza en las urnas ?con un 35% de votos frente al 39% en 2018? el respaldo a su proyecto pol¨ªtico, pero a la vez se estancan las aspiraciones de un control casi total de los resortes parlamentarios. El margen de maniobra del partido en el congreso ser¨¢ menor y la inercia hacia un presidencialismo a¨²n fuerte queda limada con m¨¢s contrapesos de cara al segundo tramo del sexenio. Morena tendr¨¢ que pactar, primero con sus aliados, para poner en marcha la maquinaria legislativa, que ha manejado durante esta primera etapa de modo casi unilateral. La aprobaci¨®n de los presupuestos generales, la canalizaci¨®n de fondos a los proyectos de infraestructura, los subsidios sociales o la financiaci¨®n del Ej¨¦rcito depender¨¢ ahora de los votos del partido Verde, que multiplican por cuatro su presencia (44 esca?os), y del PT (38).
Obst¨¢culos a las reformas constitucionales
M¨¢s estrecho a¨²n ser¨¢ el camino para las iniciativas de calado que incluyan cambios en la Constituci¨®n, el mayor anhelo de L¨®pez Obrador de cara a consumar al final del sexenio el giro de tuerca de la llamada Cuarta Transformaci¨®n, un conjunto de reformas estructurales con las que pretende reconfigurar el andamiaje institucional y productivo del pa¨ªs. El presidente ya hab¨ªa adelantado su voluntad de modificar el texto constitucional para sacar adelante algunas de las medidas, como la reforma el¨¦ctrica o el rescate de Pemex, suspendidas en los juzgados. Una reforma energ¨¦tica a fondo, cambios en el Poder Judicial o en la legislaci¨®n electoral tambi¨¦n necesitar¨ªan cambios en la Carta Magna, que quedar¨¢n durante los siguientes tres a?os a expensas de la negociaci¨®n con la oposici¨®n.
La alianza Va por M¨¦xico har¨¢ valer los 197 esca?os logrados entre los tres partidos cl¨¢sicos tras el desplome de hace tres a?os. El PAN el PRI tocaron suelo con sus perores resultados hist¨®ricos, sumiendo a la oposici¨®n en un aturdimiento general del que a¨²n buscan la salida. La debacle precipit¨® la ins¨®lita alianza entre los principales antagonistas del sistema de partidos mexicanos desde la apertura democr¨¢tica. El acuerdo, que cont¨® desde el inicio con el respaldo del sector empresarial, incluye tambi¨¦n al PRD, la izquierda cl¨¢sica, hoy en decadencia, que tambi¨¦n consigue elevar su representaci¨®n (17 esca?os). Un nuevo escenario con una oposici¨®n m¨¢s fuerte que buscar¨¢ recuperar las visibilidad y la relevancia de cara la carrera presidencial de 2024.
El juego de bloques que representan las alianzas electorales dentro el complejo sistema electoral mexicano ha abierto la puerta a un mayor peso e influencia de los partidos minoritarios. El plan de Morena pasaba por aprovechar la aritm¨¦tica de su coalici¨®n para sortear la limitaci¨®n de la sobrerepresentaic¨®n y aglutinar una gran mayor¨ªa parlamentaria con sus socios. La jugada del partido oficialista asum¨ªa incluso sacrificar la mayor¨ªa ordinaria hasta ahora en sus manos. A cambio, la ambici¨®n era lograr la calificada gracias a los curules de representaci¨®n proporcional v¨ªa del Verde y el PT.
El Verde es uno de los grandes beneficiados de la rentabilidad en esca?os que otorga el sistema a los minoritarios que entren en alianzas y jugar¨¢ un papel clave como de partido bisagra. Con apenas el 5% de votos, suma 44 esca?os. El Verde es una pol¨¦mica formaci¨®n que en apenas tres d¨¦cadas de vida, ya ha sido socia del PAN y el PRI, y que el a?o pasado volvi¨® a girar en la rueda ideol¨®gica mexicana con su nueva y sorprendente alianza con Morena. El caso de Movimiento Ciudadano, que decidi¨® no quedar entrar en ninguno de los bloques en estos comicios, ilustra el polo contrario. Con m¨¢s del 7% de votos, la traslaci¨®n a curules es de 24, casi la mitad que el Verde. En el nuevo escenario de fragmentaci¨®n parlamentaria, los partidos minoritarios jugar¨¢n un papel clave como facilitadores o tapones de las iniciativas legales de Morena.
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