?D¨®nde est¨¢ el anverso de L¨®pez Obrador?
La oposici¨®n tiene dos a?os dedicada a golpear la imagen del presidente, pero poco o nada a construir una propuesta veros¨ªmil para enfrentar los problemas que angustian a los mexicanos
M¨¢s all¨¢ de aciertos o desaciertos en su Administraci¨®n o de lo desgastante que resulte la pandemia y la crisis econ¨®mica, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador disfruta de la enorme ventaja de que su mayor opositor no es un L¨®pez Obrador, sino un Frente Nacional Anti AMLO (Frenaa).
Que el principal movimiento en contra del presidente se llame Frenaa dice mucho sobre la incapacidad de la oposici¨®n para pasar de la irritaci¨®n o de plano del berrinche a la construcci¨®n de una alternativa. La revisi¨®n de los argumentos de Frenaa para repudiar al presidente son a¨²n m¨¢s reveladores de la pobreza de es...
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M¨¢s all¨¢ de aciertos o desaciertos en su Administraci¨®n o de lo desgastante que resulte la pandemia y la crisis econ¨®mica, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador disfruta de la enorme ventaja de que su mayor opositor no es un L¨®pez Obrador, sino un Frente Nacional Anti AMLO (Frenaa).
Que el principal movimiento en contra del presidente se llame Frenaa dice mucho sobre la incapacidad de la oposici¨®n para pasar de la irritaci¨®n o de plano del berrinche a la construcci¨®n de una alternativa. La revisi¨®n de los argumentos de Frenaa para repudiar al presidente son a¨²n m¨¢s reveladores de la pobreza de estos sectores para constituirse en una alternativa viable. Afirman que hay que destituir a L¨®pez Obrador porque es comunista, apoya el aborto y a los homosexuales y es enemigo de la Iglesia. La apreciaci¨®n no solo es falsa, incluso si no lo fuera constituye muy poco material para construir un movimiento de oposici¨®n efectivo, ya no digamos atractivo al grueso de la poblaci¨®n preocupada por los problemas cr¨®nicos de M¨¦xico.
Y sin embargo, Frenaa es la ¨²nica oposici¨®n org¨¢nica que ha sido capaz de concretar una movilizaci¨®n sistem¨¢tica y relativamente extendida en t¨¦rminos geogr¨¢ficos. Lo cual, insisto, dice todo sobre la falta de contrapesos a L¨®pez Obrador y Morena, su partido.
Los cr¨ªticos de la 4T magnifican una y otra vez los deslices reales o presuntos de L¨®pez Obrador, con la esperanza de que el ¨²ltimo esc¨¢ndalo u ocurrencia se convierta en el detonante final de su ca¨ªda. Celebran el descenso en los niveles de aprobaci¨®n presidencial con la alegr¨ªa de quien observa por fin el advenimiento de sus profec¨ªas, solo para frustrarse ante el inexplicable repunte de L¨®pez Obrador en la siguiente encuesta.
En realidad lo que m¨¢s deber¨ªa preocupar a los que no quieren al presidente no es cu¨¢ntos puntos de apoyo tiene o no tiene, sino el hecho de que a¨²n perdi¨¦ndolos nadie los gana. No hay oposici¨®n leg¨ªtima y veros¨ªmil capaz de atraer el descontento incluso si este aumenta. Resulta dif¨ªcil sumar cuando solo se apuesta a restar. La oposici¨®n tiene dos a?os dedicada a golpear la imagen del presidente, pero poco o nada a construir una propuesta veros¨ªmil para enfrentar los problemas que angustian a los mexicanos. Se puede acribillar de muchas maneras el proyecto de creaci¨®n de una Guardia Nacional o el combate a la corrupci¨®n a fuerza de golpes medi¨¢ticos, como acusan al Gobierno, pero ES imposible atraer el voto si no se ofrece un proyecto razonable para resolver la inseguridad o la deshonestidad en la vida p¨²blica. Y ya no digamos la injusticia social o la pobreza.
Desde luego se puede construir una opci¨®n pol¨ªtica a partir de la defensa de los intereses de las clases medias o un proyecto econ¨®mico que diga al votante que el apoyo a la iniciativa privada es la mejor manera de asegurar la bonanza para todos. Pero hay dos problemas para eso. Primero, que las clases medias y altas no son mayoritarias en este pa¨ªs, justamente porque se agot¨® el modelo econ¨®mico que iba a hacer de M¨¦xico un pa¨ªs de clases medias. En realidad lo que se consigui¨® fue una sociedad cada vez m¨¢s desigual y, peor a¨²n, el propio sistema termin¨® fabricando los sectores exasperados y resentidos que se convirtieron en la materia prima del ascenso de L¨®pez Obrador al poder.
La segunda circunstancia es el propio presidente como catalizador del descontento, algo que la oposici¨®n no tiene hoy en d¨ªa. Gramsci dec¨ªa que la hegemon¨ªa ideol¨®gica era lo que explicaba que una clase social (los trabajadores explotados) votaran en contra de sus propios intereses y abrazaran los de otra clase social (la burgues¨ªa). Es decir, la capacidad de un grupo social para conseguir que otros grupos adopten su visi¨®n del mundo. A riesgo de simplificar por los l¨ªmites de espacio, algo similar habr¨ªa sucedido cuando campesinos y barrios empobrecidos votaban a favor de la ¨²ltima versi¨®n del PRI, cuando este partido ya estaba volcado a un modelo claramente favorecedor de los sectores acomodados.
L¨®pez Obrador tuvo ¨¦xito porque construy¨® una narrativa capaz de convencer a amplios sectores desfavorecidos de que su proyecto pol¨ªtico representaba sus intereses. De all¨ª su verbo polarizante y belicoso, la argamasa que mantiene vivo ese compromiso.
Enrique Quintana, director de El Financiero, escribi¨® esta semana que, en efecto, el drama de la oposici¨®n es que carece de un L¨®pez Obrador capaz de enfrentar a L¨®pez Obrador. Desde luego no lo es ninguno de los actores pol¨ªticos conocidos: Felipe Calder¨®n, Margarita Zavala, Ricardo Anaya o alguno de los personeros del PRI. Todos arrastran pesadas facturas que los dejan muy vulnerables para estar en posibilidades de convocar a otros grupos sociales o facciones que no sean la suya propia.
Todo indica que hay m¨¢s posibilidades de que el anverso de L¨®pez Obrador surja de la llamada sociedad civil que de la esfera pol¨ªtica, como sucedi¨® en Brasil, Filipinas, El Salvador, Guatemala, Italia y varios pa¨ªses del este de Europa. ?Existe un Berlusconi o un Trump mexicano en proceso de gestaci¨®n? ?Gustavo de Hoyos el l¨ªder de la COPARMEX o Claudio X Gonz¨¢lez de Mexicanos Contra la Corrupci¨®n? Algo me dice que carecen del chabacanismo o el carisma capaz de hacerlos atractivos m¨¢s all¨¢ de los c¨ªrculos empresariales y los medios cr¨ªticos que los conocen. ?Referentes intelectuales como H¨¦ctor Aguilar Cam¨ªn, Denise Dresser o Enrique Krauze? Al margen de que est¨¦n interesados en encabezar un movimiento, arrastran tambi¨¦n el desgaste de haber sido cuestionados por la narrativa lopezobradorista, con raz¨®n o sin ella, por sus v¨ªnculos con el viejo orden. ?Un comunicador como Pedro Ferriz, padre o hijo, o Chumel? Dif¨ªcilmente, la impopularidad de sus pol¨¦micos tuits hablan por ellos. ?Un l¨ªder evang¨¦lico carism¨¢tico? Poco probable, son aliados de L¨®pez Obrador.
En suma, la oposici¨®n que hoy conocemos alcanza para arrebatarle a Morena elecciones parciales o regionales, pero no para disputarle el poder central. A pesar de los esc¨¢ndalos en los que incurren sus tribus, Morena sigue estando muy por encima del PRI y el PAN en la intenci¨®n de voto. ?D¨®nde est¨¢ el L¨®pez Obrador de centro derecha? Por ahora solo existe el l¨ªder de Frenaa, el impresentable Gilberto Lozano, hasta hace poco una mera an¨¦cdota, como alguna vez lo fueron Hitler, Bolsonaro o Trump hasta que dejaron de serlo.