Otra manera de hacer patria
La sociedad se enriquece con puntos de vista plurales, con la exhibici¨®n de los vicios p¨²blicos y con la discusi¨®n de propuestas alternativas para enfrentar los terribles retos nacionales
Hay mexicanos que han encontrado otra manera de hacer patria: construyendo puentes. Actores p¨²blicos, quienes por encima de las diferencias y la polarizaci¨®n, han optado por buscar coincidencias e intereses comunes por escasos que sean y construir a partir de aquello que nos une. Desde luego, no podemos descalificar a aquellos que son militantes de sus propias ideas, defienden su visi¨®n de pa¨ªs y denuncian y confrontan aquello con lo que no est¨¢n de acuerdo. La sociedad se enriquece con puntos de vista plurales, con la exhibici¨®n de los vicios p¨²blicos y con la discusi¨®n de propuestas alternativas para enfrentar los terribles retos nacionales.
El problema es cuando las diferencias se convierten en atrincheramientos est¨¦riles, la discusi¨®n deriva en la descalificaci¨®n sistem¨¢tica del adversario y los contraargumentos en misiles dirigidos a boicotear o destruir lo que el bando opuesto intenta edificar. Cuando las dos partes se constituyen en riberas opuestas desde las cuales se tiran piedras y resultan incapaces de escucharse salvo aquello que se puede convertir en material para maldecirse. En tal caso, las diferencias en lugar de enriquecer, empobrecen; en vez de dinamizar a una sociedad, la paralizan.
En tales situaciones habr¨ªa que reconocer el admirable empe?o de todos aquellos decididos a construir di¨¢logos entre los dos lados del cauce que nos separa, a pesar de que ellos mismos pertenezcan a uno de los dos polos.
Este martes escuch¨¦ en una entrevista radiof¨®nica al l¨ªder del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar. El conductor (Carlos Loret) le hizo preguntas sobre el desempe?o de la 4T en materia de control de la epidemia y la estrategia de vacunaci¨®n. Preguntas con la jiribilla esperable en un periodista que se encuentra claramente en una de esas dos orillas, sujeto a su vez a la implacable metralla de la orilla opuesta. Las respuestas del l¨ªder empresarial son un monumento a la cordura. Lejos de amarrar navajas o dar rienda suelta a la frustraci¨®n, agradeci¨® la reciente autorizaci¨®n para que la iniciativa privada pueda adquirir vacunas contra la covid-19, cuando los laboratorios lo permitan, y expres¨® su esperanza de que otros obst¨¢culos puedan sortearse pronto; reconoci¨® los esfuerzos de la nueva secretaria de Econom¨ªa, Tatiana Clouthier, y dio cuenta de los puntos de coincidencia del programa de reactivaci¨®n gubernamental con las propuestas del sector privado.
La participaci¨®n de Salazar en esta entrevista es congruente con la actitud que ha mantenido a lo largo de estos dos a?os, a pesar de ser el representante de un sector con el cual el Gobierno ha sostenido innumerables roces. L¨®pez Obrador no ha escondido su deseo de acotar privilegios y abusos en las pr¨¢cticas empresariales, en particular con respecto al fisco, a los contratos con el Gobierno y a las relaciones con la mano de obra. Muchos capitanes de empresas han percibido las iniciativas y la narrativa presidencial como una agresi¨®n a sus intereses (y por extensi¨®n a los intereses de M¨¦xico); otros han compartido parte del diagn¨®stico, pero han objetado las maneras en que la 4T pretende instrumentar las soluciones. Con frecuencia estas diferencias han terminado por convertirse en una batalla t¨®xica y enconada. Algunos pocos, como Carlos Salazar han buscado un espacio de negociaci¨®n y, en lo posible de colaboraci¨®n, para limar las aristas m¨¢s explosivas en la relaci¨®n, o m¨¢s lesivas para los intereses de su sector, y para utilizar las ¨¢reas comunes, por peque?as que parezcan, para construir acuerdos y acciones conjuntas. Algunas veces con ¨¦xito y otras sin ¨¦l, ha buscado hacer ver al presidente los puntos de vista de su sector. No siempre ha sido un di¨¢logo productivo. Desde la perspectiva empresarial, hay razones para sentirse agraviado y as¨ª se lo hacen saber una y otra vez los afiliados a su organizaci¨®n. Pero el l¨ªder empresarial tambi¨¦n entiende que L¨®pez Obrador es el presidente leg¨ªtimo de los mexicanos y encabeza un proyecto social emanado de un voto mayoritario. Se puede o no estar de acuerdo con sus premisas o sus alcances, pero es lo que leg¨ªtimamente lleg¨® a Palacio Nacional; boicotearlo, pretender que no existe, o ausentarse seis a?os es contraproducente para todo el pa¨ªs, incluyendo a los actores de la econom¨ªa. Gracias a estos puentes se han conseguido ¨¦xitos parciales, pero significativos. Acuerdos para planes de inversi¨®n conjunta, reforma del plan de pensiones, ajustes a las iniciativas sobre outsourcing o reformas al Banco de M¨¦xico (ambos en proceso).
Un caso similar es el de Enrique Quintana, director de El Financiero. En su columna diaria, Quintana hace una revisi¨®n puntual de la marcha de la econom¨ªa y del desempe?o del Gobierno con relaci¨®n a esta materia. Trat¨¢ndose de una publicaci¨®n encaminada al sector negocios, no es de extra?ar la proliferaci¨®n de columnistas y actores pol¨ªticos cr¨ªticos de la 4T. Justo por lo mismo, contrasta el esfuerzo permanente que hace el director, en su espacio personal, para reflexionar sobre los acontecimientos del d¨ªa desde una perspectiva no alineada. De entrada, invariablemente concede el beneficio de la duda y a diferencia de la mayor¨ªa de sus colegas, que suelen elegir solo la data que confirma sus imprecaciones sobre L¨®pez Obrador, Quintana citar¨¢ informaci¨®n variada y hechos mutuamente contrastantes. En ocasiones al concluir cuestiona las acciones del Gobierno, en otras termina por ver la pertinencia; la mayor de las veces simplemente da cuenta de los claroscuros, sin soslayar m¨¦ritos y dem¨¦ritos. Por lo general, un an¨¢lisis que se agradece.
Desde luego Salazar y Quintana no son los ¨²nicos. Hay muchos otros actores sociales, l¨ªderes formales e informales, comunicadores que resisten la tentaci¨®n de entregarse en brazos del aplauso f¨¢cil de alguna de las dos tribunas opuestas y optan por la dif¨ªcil tarea de enlazar a dos riberas que, por desgracia, se oponen a la construcci¨®n de puentes. Habr¨ªa que hacer un reconocimiento a los Salazar y a los Quintana que existen en medio de nuestras comunidades, en las charlas de sobremesa, en los c¨ªrculos profesionales, en las redes sociales. Son los pocos que se reh¨²san a pensar con clich¨¦s y consignas, que se niegan a atrincherarse en una realidad descrita en blanco y negro, que practican la escasa virtud de ver el mundo desde la perspectiva de unos zapatos ajenos. Constructores de puentes, otra manera de hacer patria. @jorgezepedap
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