Los trabajadores dan un golpe en seco a la CTM
A contracorriente de quienes piensan que es necesario pagar mal para mantener las inversiones, avanza un cambio deseable y positivo en la organizaci¨®n del trabajador mexicano
El sindicalismo corrupto es uno de los m¨¢s destructivos legados del periodo posrevolucionario en M¨¦xico. Hoy, por primera vez en casi un siglo y gracias a la aprobaci¨®n de regulaciones laborales hist¨®ricas en 2019, este se resquebraja. Las nuevas regulaciones requieren que los sindicatos validen a su representaci¨®n sindical por medio del voto libre y secreto. La validaci¨®n es el punto de quiebre.
Esto fue evidente en las plantas de General Motors. Cerca de 6.000 ...
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El sindicalismo corrupto es uno de los m¨¢s destructivos legados del periodo posrevolucionario en M¨¦xico. Hoy, por primera vez en casi un siglo y gracias a la aprobaci¨®n de regulaciones laborales hist¨®ricas en 2019, este se resquebraja. Las nuevas regulaciones requieren que los sindicatos validen a su representaci¨®n sindical por medio del voto libre y secreto. La validaci¨®n es el punto de quiebre.
Esto fue evidente en las plantas de General Motors. Cerca de 6.000 trabajadores de Silao, Guanajuato, tuvieron una elecci¨®n que tuvo por resultado un rechazo al contrato colectivo que ten¨ªan con la Confederaci¨®n de Trabajadores de M¨¦xico (CTM). La CTM, una de las m¨¢s grandes organizaciones sindicales del pa¨ªs, es conocida por sus m¨²ltiples esc¨¢ndalos de corrupci¨®n. Con ello, se abri¨® la puerta a la firma de un nuevo contrato colectivo con otro sindicato.
El hecho es hist¨®rico. Por d¨¦cadas la CTM hab¨ªa conseguido mantener los salarios bajos a partir de alianzas corruptas con pol¨ªticos y empresarios. El predecesor l¨ªder de la CTM, Joaqu¨ªn Gamboa Pascoe, le dej¨® a su esposa una herencia de 15,5 millones de d¨®lares y fue identificado como ac¨¦rrimo cliente de para¨ªsos fiscales gracias a los Panama Papers. El actual l¨ªder era celebrado en revistas de negocios y como diputado del PRI promovi¨® la legalizaci¨®n del ¡°outsourcing¡± una figura que afect¨® profundamente las condiciones laborales de M¨¦xico.
As¨ª fue como poco a poco el salario de los trabajadores mexicanos cay¨® sistem¨¢ticamente. De acuerdo con la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo, mientras que en el a?o 2002 China era conocido por ser el maquilador del mundo, con salarios ultra-bajos de 299 d¨®lares mensuales, para 2016, M¨¦xico ya pagaba menos que China. Mucho menos, para ser exactos, la mitad. Aun as¨ª hay quien justifica esta aberrante situaci¨®n.
Algunos argumentan que es necesario pagar mal para mantener los trabajos en M¨¦xico, algo para lo que simplemente no hay evidencia. En M¨¦xico, los inversionistas se quedan con el 65% del valor econ¨®mico generado por las empresas. Esto es demasiado alto. En el resto de los pa¨ªses de la OCDE los inversionistas en promedio solo se quedan con el 31% y en Espa?a con solo el 30%. Es decir, invertir en M¨¦xico le redit¨²a dos veces m¨¢s a los inversionistas que invertir en el resto del mundo. Esto no es normal.
Otros justifican este abuso en la distribuci¨®n de ganancias de las empresas argumentando que invertir en M¨¦xico sea m¨¢s riesgoso. De no ofrecer ganancias extra normales, dicen, M¨¦xico no ser¨ªa atractivo a la inversi¨®n. Esto tampoco es cierto. Existen m¨²ltiples pa¨ªses donde invertir es m¨¢s riesgoso, como Bolivia y Turqu¨ªa y aun as¨ª, le reparten entre 14 y seis puntos porcentuales menos de ganancias a sus inversionistas.
Esto ha hecho que por d¨¦cadas los m¨¢rgenes de las empresas que operan en M¨¦xico sean inusualmente altos. De hecho, los economistas Jan De Loecker de la Universidad de Princeton y Jan Eeckhout del University College de Londres han analizado datos de 134 pa¨ªses y de 67.000 empresas, mostrando que a lo largo de dos d¨¦cadas las grandes empresas mexicanas han cobrado en promedio 57% por encima de sus costos de producci¨®n. Esto es mucho m¨¢s que el promedio mundial donde los m¨¢rgenes son de solo 33%.
La principal raz¨®n por la que M¨¦xico le da tan poco a sus trabajares es el sindicalismo corrupto y por ello la votaci¨®n en la planta de General Motors no solo es una bocanada de esperanza para el trabajador mexicano, sino un posible nuevo cap¨ªtulo en la historia econ¨®mica de M¨¦xico. Uno en donde las utilidades empresariales no dependan de malos pagos.
El evento de Silao, sin embargo, viene tambi¨¦n con claroscuros. No solo por el actuar de la CTM, la cual fue acusada por la Federaci¨®n de Sindicatos Independientes de las Industrias Automotriz, Autopartes, Aeroespacial y del Neum¨¢tico (FESIIAAAN) de intentar manipular el proceso por medio de noticias falsas, sino por las causas y consecuencias del evento. Destacan tres.
Primero, Silao es el resultado de la presi¨®n internacional m¨¢s que de una convicci¨®n de la clase pol¨ªtica mexicana de cambiar el sistema laboral de ra¨ªz. Como parte del tratado de libre comercio entre M¨¦xico, Estados Unidos y Canad¨¢ (T-MEC) las empresas son sujetas de denuncias por violaci¨®n a los derechos humanos. Estas denuncias se dirimen de manera r¨¢pida y con fuertes sanciones dentro del T-MEC. Estados Unidos presion¨® para que la votaci¨®n de Silao sucediera como parte de este mecanismo. Sindicatos de Canad¨¢ y Estados Unidos apoyaron tambi¨¦n. No queda claro que, sin esa presi¨®n, la votaci¨®n hubiera sucedido.
Segundo, existe la posibilidad de que el nuevo sindicato de General Motors sea un gatopardo. Muchas de las planillas que competir¨¢n para substituir a la CTM tienen integrantes de la CTM dentro de ellas. De hecho, desde 1995, la General Motors ha tenido varios sindicatos, pero todos han estado afiliados a la CTM. Cambiar todo para no cambiar nada es el riesgo.
Finalmente, hay un tema de prioridades. De todas las industrias manufactureras, la industria de autopartes es la que m¨¢s empleos genera y no es la que m¨¢s mal paga. Otras industrias como la herrer¨ªa, computadoras y embarcaciones est¨¢n en mucho peores condiciones laborales. El dilema es que el sindicalismo corrupto en otras industrias puede estar a¨²n m¨¢s atrincherado, pero ser menos visible por su poca relaci¨®n con el T-MEC.
Es por todo lo anterior que lograr un renovado sindicalismo mexicano requiere m¨¢s que votaciones. Requiere un acompa?amiento del trabajador, desacostumbrado a movilizarse, para que conozca sus derechos, el financiamiento p¨²blico de sindicatos independientes y el procesamiento penal de l¨ªderes corruptos. O en palabras del joven sindicalista Sergio Guerrero, secretario general de la Uni¨®n Nacional de Trabajadores por Aplicaci¨®n: ¡°Hay que estar alerta, las leyes no sirven sin los trabajadores organizados¡±.
M¨¦xico no solo debe tener las leyes adecuadas, sino una voluntad por ayudar al trabajador a que se aproveche de ellas. Sin el arrope del Estado Mexicano el peor escenario posible podr¨ªa presentarse: la creaci¨®n de sindicatos nuevos, que en realidad sean viejos, o que sean iguales que los anteriores.
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