AMLO y el latin power
No hay que olvidar que el sustrato social del que procede la mayor parte de los inmigrantes en EE UU es el mismo que hoy le otorga al presidente mexicano tan categ¨®ricos niveles de aprobaci¨®n
Pensar fuera de la caja, como dicen los gur¨²s de la administraci¨®n moderna, puede producir desprop¨®sitos, pero tambi¨¦n ideas frescas y nuevos derroteros. Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, formado con un pie adentro y con un pie afuera de la ¡°caja¡± en la que tradicionalmente ha habitado la clase pol¨ªtica mexicana, ha sido un claro ejemplo de lo mejor y lo peor de esta consigna. Ideas sacadas de la manga a contrapelo de un aparente sentido com¨²n, como fue...
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Pensar fuera de la caja, como dicen los gur¨²s de la administraci¨®n moderna, puede producir desprop¨®sitos, pero tambi¨¦n ideas frescas y nuevos derroteros. Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, formado con un pie adentro y con un pie afuera de la ¡°caja¡± en la que tradicionalmente ha habitado la clase pol¨ªtica mexicana, ha sido un claro ejemplo de lo mejor y lo peor de esta consigna. Ideas sacadas de la manga a contrapelo de un aparente sentido com¨²n, como fue la rifa de un avi¨®n sin avi¨®n, de un lado, aunque del otro, pol¨¦micas decisiones, como la mudanza de Los Pinos o los vuelos en clase tur¨ªstica, que en conjunto redefinen los usos y costumbres de la presidencia. Y seg¨²n se mire, en ocasiones hay ideas que son las dos cosas al mismo tiempo, aparentes desprop¨®sitos que se convierten en genialidades. Tal es el caso de la posibilidad de pensar un lobby en Estados Unidos para presionar a los congresistas a votar en favor de iniciativas clave para los latinos.
En principio parecer¨ªa un planteamiento pol¨ªticamente incorrecto, por decir lo menos. El t¨ªpico caso de una iniciativa que urgir¨ªa llevar a cabo, pero que no conviene pregonar en voz alta, mucho menos por parte de un presidente mexicano en funciones. Este martes L¨®pez Obrador afirm¨® en la Ma?anera (¡°porque no lo puedo tratar tan abiertamente en Estados Unidos por respeto a la soberan¨ªa de ese pa¨ªs¡±) que, si el presidente Biden presenta en el Congreso la iniciativa prometida para la regularizaci¨®n de 11 millones de migrantes, M¨¦xico tendr¨ªa que estar atento a la postura que asuman los legisladores republicanos y dem¨®cratas. Y en caso de que algunos de estos se opongan a esta medida habr¨¢ que tomar registro y hac¨¦rselo notar a los 38 millones de mexicanos que habitan all¨¢, muchos de los cuales ejercen el voto. AMLO cit¨® el caso de los cubanos y su cabildeo que, a pesar de representar apenas a 4 millones que residen en Estados Unidos, poseen una enorme influencia pol¨ªtica.
Sin duda es una idea potente. Aunque no lo mencion¨®, resulta evidente el desproporcionado peso que tiene el lobby en favor del Estado de Israel, capaz de afectar la carrera de cualquier pol¨ªtico que vote o se exprese en contra de tales intereses. A¨²n m¨¢s patente es el cabildeo ejercido por la famosa NRA, National Rifle Association, que durante a?os ha boicoteado toda iniciativa para limitar la venta indiscriminada de armas, ante el pavor de todo congresista de ser objeto de la cr¨ªtica de este lobby.
L¨®pez Obrador apunta, en efecto, a una realidad que poco a poco se abre camino. Es verdad que el peso espec¨ªfico de la poblaci¨®n de origen latino es enorme en t¨¦rminos econ¨®micos y sociales en muchas regiones, pero su protagonismo pol¨ªtico es muy inferior proporcionalmente hablando. La mera posibilidad de modificar esa ecuaci¨®n constituye una tesis explosiva. Desde luego se trata de una comunidad mucho m¨¢s diversificada de lo que parece, en ocasiones con intereses encontrados. Y all¨ª est¨¢n los datos de la elecci¨®n de Donald Trump, por el que sufragaron poco m¨¢s de 20% de los latinos. Pero los n¨²meros son tan grandes que incluso si esta tesis (ofrecer un objetivo com¨²n al electorado latino) despierta el inter¨¦s de una fracci¨®n, los alcances podr¨ªan ser poderos¨ªsimos. Muchos de los comicios distritales se resuelven por escaso margen, lo cual significa que los contendientes no est¨¢n en posici¨®n de dar la espalda al voto de comunidades articuladas en torno a un inter¨¦s com¨²n. Y no hay que dejar de lado que la proporci¨®n del voto latino no har¨¢ m¨¢s que crecer por el efecto combinado de su creciente peso demogr¨¢fico y la paulatina incorporaci¨®n a la vida c¨ªvica de muchos descendientes de emigrantes. ¡°Hay millones de ciudadanos estadounidenses-mexicanos que deben estar atentos y tener dos objetivos, solo dos: defender a los mexicanos y defender a M¨¦xico¡±, dijo el presidente este martes.
No queda claro si estas declaraciones de L¨®pez Obrador expresan una mera esperanza o anticipan un proyecto de cabildeo a desarrollar por el gobierno mexicano. Ciertamente, AMLO es un activo pol¨ªtico con ascendencia entre segmentos populares de la emigraci¨®n arraigada en Estados Unidos. Un factor que une a grupos tan diversos como los cientos de miles de poblanos asentados en Nueva York y los millones de michoacanos, zacatecanos y guerrerenses instalados en la costa oeste. La idea de que L¨®pez Obrador constituya un catalizador para estos grupos puede parecer peregrina, pero no hay que olvidar que el sustrato social del que procede la mayor parte de estos inmigrantes y sus hijos es el mismo que hoy le otorga al presidente mexicano tan categ¨®ricos niveles de aprobaci¨®n. Habr¨ªa que recordar las muchas veces que se ha subestimado ya no a su persona sino al fen¨®meno pol¨ªtico que representa. Hace unos a?os nadie habr¨ªa adivinado la posibilidad de que una figura lograra el consenso generalizado de tantas y divididas corrientes progresistas, de izquierda o de oposici¨®n, caracterizadas siempre por su arraigado canibalismo.
Podr¨ªa decirse, con raz¨®n, que la idea de armar una estrategia de cabildeo entre los paisanos para impulsar la agenda de M¨¦xico en los asuntos internos de Estados Unidos, puede ser interpretada por Washington como una injerencia inadmisible. Pero considerando la historia de intervencionismos descarados y, en ocasiones, brutales de Estados Unidos sobre la vida pol¨ªtica de nuestros pa¨ªses, tal cuestionamiento resulta ingenuo. Hace un par de semanas, para no ir m¨¢s lejos, varios congresistas estadounidenses exigieron a su embajador en M¨¦xico presionar a nuestras autoridades para garantizar las operaciones econ¨®micas de algunas empresas de aquel pa¨ªs en el nuestro.
En fin, ocurrencia o atisbo de una nueva estrategia, la posibilidad de utilizar pol¨ªticamente a la poblaci¨®n de origen latino de una manera orquestada es un planteamiento trascendente. Una tarea nada sencilla por donde se le mire, pero si hay algo con posibilidades de impulsarla es el factor AMLO. Veremos si prospera.