Historia de dos ciudades y un partido de izquierda
Dos corrientes dentro de Morena, quienes apoyan a Clara Brugada y los que van por Omar Garc¨ªa Harfuch, disputan la carrera para hacerse de la candidatura para gobernar la capital
Dos corrientes de opini¨®n dentro de Morena disputan intensamente la carrera para hacerse de la candidatura para el gobierno de Ciudad de M¨¦xico. No es un tema menor para este partido, trat¨¢ndose de su basti¨®n hist¨®rico durante casi tres d¨¦cadas; la alcald¨ªa de la capital es la segunda posici¨®n pol¨ªtica m¨¢s importante del pa¨ªs y su titular es considerado, desde el primer d¨ªa, un precandidato a la presidencia. Unos apoyan a ...
Dos corrientes de opini¨®n dentro de Morena disputan intensamente la carrera para hacerse de la candidatura para el gobierno de Ciudad de M¨¦xico. No es un tema menor para este partido, trat¨¢ndose de su basti¨®n hist¨®rico durante casi tres d¨¦cadas; la alcald¨ªa de la capital es la segunda posici¨®n pol¨ªtica m¨¢s importante del pa¨ªs y su titular es considerado, desde el primer d¨ªa, un precandidato a la presidencia. Unos apoyan a Clara Brugada, la exitosa delegada de Iztapalapa y de larga trayectoria en la izquierda, y otros a Omar Garc¨ªa Harfuch, el exsecretario de seguridad p¨²blica de la capital, m¨¢s popular en las encuestas pero con poco tiempo en las filas de la 4T.
Considerando lo que est¨¢ en juego no son de extra?ar las pasiones que ha despertado entre cuadros y militantes de Morena. Comentaristas y prensa cr¨ªtica al Gobierno obradorista anticipan una fractura, la posibilidad de una abolladura en la imagen de la candidata presidencial, Claudia Sheinbaum, e incluso una confrontaci¨®n entre L¨®pez Obrador y su heredera pol¨ªtica. No es as¨ª, aunque se trata de una disputa que deber¨¢ resolverse con tino y mano izquierda, para evitar m¨¢s desgaste del que puede esperarse en unas elecciones primarias.
Son dos candidatos s¨®lidos, con fortalezas y debilidades contrastadas. La izquierda militante y los llamados puros que apoyan a Clara Brugada enfatizan la trayectoria, su experiencia en la populosa y popular Iztapalapa y la garant¨ªa de continuidad a las banderas ideol¨®gicas del movimiento. Los que apoyan a Omar Garc¨ªa Harfuch, presumiblemente Claudia Sheinbaum y su equipo, destacan el arrastre del exfuncionario de seguridad entre la poblaci¨®n capitalina y su lealtad al equipo del que form¨® parte. Brugada asegura congruencia ideol¨®gica, Harfuch votos para Morena.
Los argumentos en contra de uno y otro ser¨ªan el espejo invertido de estas premisas. Los de Brugada afirman que los dos ganar¨ªan la ciudad en las elecciones de junio pr¨®ximo y, en tal caso, mejor optar por el candidato que garantiza la congruencia pol¨ªtica; peor a¨²n, los m¨¢s radicales plantean que ganar la ciudad con un reci¨¦n llegado y de ideolog¨ªa cuestionable es otra manera de perderla. Los de Harfuch replican que la ciudad no est¨¢ ganada ni mucho menos; tambi¨¦n eso se cre¨ªa en 2021 y luego result¨® que se perdieron 9 de 17 delegaciones. Y sobre la militancia, citan los cuatro a?os de Harfuch bajo la conducci¨®n de Sheinbaum y su sentido de lealtad.
Entre el equipo de Claudia Sheinbaum y de cara a la campa?a presidencial, los argumentos de Harfuch parecer¨ªan haber prevalecido, hasta ahora. De entrada, disipa el temor a una derrota en la capital, sea o no probable. Y por lo dem¨¢s, una candidatura popular en la metr¨®poli, afirma esta tesis, empujar¨ªa el voto de Sheinbaum a la presidencia (es distinto ganar con el 46% que con el 52%, por ejemplo) y aumentar¨ªa el n¨²mero de distritos federales en la capital en favor de un congreso mayoritario.
Con estos argumentos, se presume, Sheinbaum habr¨ªa evitado alguna objeci¨®n por parte de L¨®pez Obrador. Permitir la precandidatura de Harfuch, sabi¨¦ndolo el favorito de las encuestas, era s¨ª mismo una decisi¨®n pol¨ªtica a su favor. La izquierda tradicional intent¨® una presi¨®n desde adentro para hacer reconsiderar a la dirigencia de Morena. Pero no prosper¨®. No solo porque los argumentos en favor de Harfuch segu¨ªan vigentes, sino porque interrumpir su participaci¨®n en el proceso habr¨ªa sido un esc¨¢ndalo pol¨ªtico, no muy distinto al que acababa de vivir la oposici¨®n para asegurar el triunfo de X¨®chitl G¨¢lvez.
La suerte, pues, parec¨ªa echada en favor de Harfuch. Pero la intervenci¨®n del INE provoc¨® una sorpresiva vuelta de tuerca que aceler¨® la intensidad de la pol¨¦mica. Como se recordar¨¢, la autoridad electoral determin¨® que los partidos tendr¨ªan que postular al menos a cinco mujeres en las nueve candidaturas para gobernador que estar¨¢n en disputa. Mario Delgado, dirigente del partido, reconoci¨® este martes que, seg¨²n la intenci¨®n de votos prevista, la mayor parte de las encuestas ser¨¢n ganadas por hombres, por lo cual entre tres y cuatro ganadores tendr¨¢n que dejar su lugar a una mujer. La pregunta que todo cuadro morenista se hace ahora es ?qu¨¦ entidades ser¨¢n seleccionadas para sacrificar al vencedor? Los brugadistas entendieron que la nueva disposici¨®n ofrec¨ªa una oportunidad inesperada, bastaba un buen segundo lugar en la encuesta interna y la suficiente presi¨®n para que Ciudad de M¨¦xico fuera una de las entidades seleccionadas.
El tema se complica, adem¨¢s, porque el INE exige que las candidatas mujeres no sean asignadas exclusivamente en entidades en las que el partido tiene pocas posibilidades de ganar, sino tambi¨¦n aquellas en las que es favorito. Lo cual introduce una interpretaci¨®n subjetiva que, en la pr¨¢ctica se convierte en un margen de maniobra para la dirigencia. Pero tambi¨¦n una presi¨®n adicional sobre Sheinbaum.
La guerra sucia, desde adentro y desde afuera (interesados en enturbiar el proceso) no se ha hecho esperar. Piezas generadas en AI para inculpar a Mart¨ª Batres de estrategias de saboteo pol¨ªtico interno, amagos del Partido Verde, corregidos horas despu¨¦s, para amenazar con rupturas si Harfuch no es elegido para la candidatura, supuestas presiones desde Palacio Nacional sobre el cuartel de guerra de la campa?a.
En el fondo no est¨¢ pasando mucho m¨¢s que la natural lucha interna por una posici¨®n que importa tanto. Una disputa leg¨ªtima y en cierta forma necesaria: la b¨²squeda del equilibrio entre las exigencias de la pol¨ªtica real y el apego a los principios rectores.
Una fuerza pol¨ªtica no debe desdibujarse en aras de conseguir el poder; candidatos sin bandera producen partidos sin ideolog¨ªa, es cierto. Pero los ideales sin acceso al poder se reducen a enunciados de buenas intenciones. ?D¨®nde encontrar el equilibrio? El reto entonces es valorar las ventajas y desventajas opuestas que ambos ofrecen para la continuaci¨®n del proyecto de la 4T.
Se supone que la encuesta ser¨ªa el ¨¢rbitro de esta pol¨¦mica y punto, pero el asunto de la paridad de g¨¦nero hace lo que el VAR en el futbol: una ¨²ltima instancia que podr¨ªa reconsiderar la decisi¨®n. Habr¨¢ ¡°segundos lugares¡± m¨¢s aptos que otros para competir por sus gubernaturas. La decisi¨®n sobre Ciudad de M¨¦xico tendr¨¢ que ser asumida en el contexto de las nueve entidades y las valoraciones comparativas de las posibles consecuencias de sacrificar a uno u otro ganador.
La decisi¨®n final compete a Claudia Sheinbaum por varias razones. Nadie mejor que ella conoce mejor los retos de la capital o las capacidades de ambos para afrontarlos. Ha trabajado con los dos y conoce sus l¨ªmites y posibilidades. Los morenistas tendr¨ªan que confiar en ella. Sin duda habr¨¢ intereses y emociones lastimadas. Pero no hay nada vergonzante en ello si se hace el control de da?os necesario y las explicaciones pertinentes. En cierta forma es la primera gran operaci¨®n pol¨ªtica del siguiente sexenio.
@jorgezepedap
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