Claro que se puede
A迆n falta medio a?o de campa?a y el voto potencial de 90 millones de electores que anhelan una presidenta que fomente la prosperidad
?Eso no se puede X車chitl! Durante buena parte de mi vida esta fue la respuesta m芍s frecuente que escuchaba, al manifestar en voz alta mis planes o mis sue?os. Cuando era una ni?a de diez a?os me gan谷 un viaje a la Ciudad de M谷xico desde mi pueblo en Tepatepec, Hidalgo. Esa traves赤a de apenas 115 kil車metros, me llev車 a un mundo totalmente nuevo. Un mundo al que yo no pertenec赤a, pero so?aba con pertenecer. Por primera vez conoc赤 un ba?o con agua corr...
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?Eso no se puede X車chitl! Durante buena parte de mi vida esta fue la respuesta m芍s frecuente que escuchaba, al manifestar en voz alta mis planes o mis sue?os. Cuando era una ni?a de diez a?os me gan谷 un viaje a la Ciudad de M谷xico desde mi pueblo en Tepatepec, Hidalgo. Esa traves赤a de apenas 115 kil車metros, me llev車 a un mundo totalmente nuevo. Un mundo al que yo no pertenec赤a, pero so?aba con pertenecer. Por primera vez conoc赤 un ba?o con agua corriente y us谷 una regadera. Por primera vez asum赤 la certeza profunda de que una buena educaci車n era un puente para una vida distinta.
M芍s que salir de la pobreza, lo que m芍s quer赤a yo era salvar a mi madre de la violencia cotidiana que sufr赤amos en casa. Cuando hoy veo los datos de las agresiones feminicidas en M谷xico, para m赤 no son solamente cifras en una gr芍fica. Son historias con rostro y nombre, como la de mi madre. Conozco los problemas m芍s dolorosos de M谷xico no en un PowerPoint o en un estudio acad谷mico, sino en el registro vivo de mis propios recuerdos. Mi aspiraci車n de poder entrar a la universidad, era salvar a mi madre de la brutalidad alcoholizada de mi padre. Igual que todas las mujeres de mi familia, la ruta que me ten赤a trazada el destino implicaba un matrimonio forzado en la adolescencia, subsecuentes embarazos no planeados y una existencia de servidumbre frente a mi marido.
En toda mi familia, en todo mi pueblo, yo no conoc赤a a nadie que hubiera estudiado una carrera profesional. Jam芍s hab赤a tenido una conversaci車n de m芍s de 5 minutos con una persona con t赤tulo universitario. En mi entorno, la idea de estudiar Ingenier赤a en la UNAM era tan lejana y absurda como si hoy nos invitar芍n a una misi車n interplanetaria para colonizar Marte. Con muchos desvelos, la ingenier赤a se convirti車 en mi herramienta para romper techos de cristal y cemento. As赤 la ni?a ind赤gena se convirti車 en profesionista y empresaria. Las empresas que fund谷 y dirig赤 se han encargado del dise?o y mantenimiento de sistemas el谷ctricos de edificios inteligentes en la capital de M谷xico y otras ciudades del pa赤s.
?Eso no se puede X車chitl! Hoy a mis sesenta a?os, vuelvo a escuchar la frase que marc車 los desaf赤os de mi infancia y adolescencia. Hace apenas seis meses, me dec赤an: ※Los partidos tradicionales no van a permitir que una pol赤tica independiente sea su candidata presidencial.§ Hoy eso es historia. Con la fuerza de los ciudadanos y el apoyo decidido de tres partidos pol赤ticos, (PRI, PAN y PRD) estoy lista para contender en los comicios presidenciales de M谷xico en junio del 2024.
Nadie dijo que fuera f芍cil, pero en mi vida he domado m芍s adversidades de las que puedo contar en estas 800 palabras. El camino que recorri車 esa ni?a que sali車 por primera vez de su pueblo a los 10 a?os y se convirti車 en la mujer que soy el d赤a de hoy, es un sendero mucho m芍s dif赤cil y sinuoso que la distancia que tengo frente a mis ojos para ser la primera mujer presidenta en la historia de M谷xico. Tengo claro que enfrentar谷 una elecci車n de Estado. El Presidente de la Rep迆blica ha usado la tribuna m芍s poderosa del pa赤s para atacarme. Los gobernadores de Morena ponen recursos humanos y materiales al servicio de la campa?a de su candidata. El Gobierno federal aprob車 el d谷ficit m芍s elevado como proporci車n del PIB desde 1989, para inflar la econom赤a con una falsa sensaci車n de prosperidad en la 谷poca preelectoral. Los operadores de los programas sociales usan las carencias y necesidades de las personas para la extorsi車n electoral.
Sin embargo, de mi lado tengo la fuerza de los ciudadanos y la fuerza de la raz車n. Todos sabemos que un pa赤s que se polariza pol赤ticamente se acaba por rezagar econ車micamente. El gobierno construye su narrativa con base en el resentimiento entre las personas y sembrar la ciza?a entre grupos sociales. El discurso de la polarizaci車n busca distraer a los electores de los problemas m芍s angustiosos de M谷xico: la violencia y la bancarrota del sistema de salud. Nuestro territorio tiene un vasto potencial para energ赤as renovables, pero el gobierno le apuesta a las inversiones en combustibles f車siles como si vivi谷ramos en 1970. El nearshoring nos presenta una oportunidad hist車rica para impulsar el desarrollo, pero quienes gobiernan solamente le entienden al capitalismo de cuates donde los contratos y los privilegios se quedan en muy pocas manos.
Que no les digan, que no les cuenten, que este arroz ya se coci車 y el destino est芍 decidido. A迆n falta medio a?o de campa?a y el voto potencial de 90 millones de electores que anhelan una presidenta que fomente la prosperidad colectiva y detenga el encono social. Hoy el grito que escucho de los ciudadanos y la voz de mi fuero interno es distinta a la que escuchaba cuando era una ni?a: ?X車chitl s赤 se puede!