?Presidente M¨¢ynez?
M¨¢ynez va mucho a universidades, es decir, acude a donde ya hay grupos, donde no hace falta congregar; en los z¨®calos, en cambio, con o sin acarreados, hay que demostrar m¨²sculo
La candidatura presidencial de MC tiene su momento Macarena. Jorge ?lvarez M¨¢ynez se ha convertido en un jingle y va que vuela a monopolizar la categor¨ªa de meme y sticker de moda. Ll¨¦velo, ll¨¦velo, es el mu?eco de ocasi¨®n¡ pero, ?presidente M¨¢ynez?
Lo que es, es: el candidato presidencial que ten¨ªa en ser conocido su primer reto parece estarlo logrando gracias, en principio, a algo as¨ª como un pegajoso algoritmo gutural. No est¨¢ mal, pero en M¨¦xico hasta un poeta...
La candidatura presidencial de MC tiene su momento Macarena. Jorge ?lvarez M¨¢ynez se ha convertido en un jingle y va que vuela a monopolizar la categor¨ªa de meme y sticker de moda. Ll¨¦velo, ll¨¦velo, es el mu?eco de ocasi¨®n¡ pero, ?presidente M¨¢ynez?
Lo que es, es: el candidato presidencial que ten¨ªa en ser conocido su primer reto parece estarlo logrando gracias, en principio, a algo as¨ª como un pegajoso algoritmo gutural. No est¨¢ mal, pero en M¨¦xico hasta un poeta se vuelve viral como aquel de ¡°mejor mejora mejoral¡±.
A M¨¢ynez la coreograf¨ªa medi¨¢tica le llega en inmejorable momento. Ma?ana es el segundo y acaso decisorio debate. Decisorio porque quedar¨¢ un mes de campa?a y, si en un momento el tercer lugar tiene que convertirse en segundo para en serio aspirar a algo, es ahora.
Sin adelantar v¨ªsperas ¡ªla candidata opositora X¨®chitl G¨¢lvez tambi¨¦n ve el debate como su gran oportunidad, hora de remontar o de asumir su cruzazuleado destino¡ª, convertirse en un verdadero candidato retador obligar¨¢ a M¨¢ynez a definirse en varios sentidos.
La primero es que deber¨ªa sacudirse su tendencia a vivir de prestado. Si es cierto que va en ascenso, por qu¨¦ tanta dependencia del mirrey que dice gobernar Nuevo Le¨®n. Es incompatible aspirar a presidente de M¨¦xico y ser visto como el amigo arrimado a Javi Noble norte?o.
No hay compadre que no haga da?o, reza el dicho, y el suyo le hace parecer como, s¨ª, poco presidencial. Se entiende la desesperaci¨®n de Samuel Garc¨ªa, quien con juguetes caros oculta el incumplimiento de elevadas promesas. Nada original, pero l¨®gico. Pero, ?M¨¢ynez, qu¨¦?
Primer paso obligado si ha de ser algo m¨¢s que la canci¨®n de las fiestas. El que quiere ser n¨²mero uno no puede verse como n¨²mero dos de nadie. ?lvarez M¨¢ynez tiene mucho que demostrar en ese aspecto. Adi¨®s a ser el llavero de Samuel y tiempo de hablar de Dante.
Dante Delgado no tiene en Movimiento Ciudadano un partido, tiene una f¨®rmula. Si su amigo Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador logr¨® un movimiento, el veracruzano tom¨® un atajo que le hace vivir bien en y de la pol¨ªtica: encontr¨® un nicho y lo explota con talento y denuedo.
Su ¨¦xito es indudable. Igualito, por cierto, al del llamado partido verde, que como en esos pueblos donde el nombre subraya sus mentiras, ni es partido y menos verde. Los naranjas son una franquicia local, que como los perros chicos, no se asume peque?a.
Un partido boutique que se pone en el mapa por su agenda de avanzada en el Congreso de la Uni¨®n, y porque hay en Jalisco un Gobierno mucho menos disfuncional que los de Morena; el promedio guinda es (muy) mediocre, pero de eso por qu¨¦ culpar a Alfaro.
Esos logros no sirven para ganar una elecci¨®n general. Son buenas cartas credenciales para entrar en una competencia de verdad, haberes legislativos y de administraci¨®n de un importante Estado tan presentables como insuficientes si de obtener la presidencia se trata.
Por eso no deber¨ªan tom¨¢rsela a mal cuando les dicen esquiroles. El t¨¦rmino obedece a la larga, y muy entretejida, relaci¨®n entre L¨®pez Obrador y Dante Delgado. Para empezar porque este no ha sufrido, ni remotamente, la inquina que aquel dedica a sus reales opositores.
Se saben mutuamente funcionales. La labor de zapa del presidente contra el PRIAN es el anverso de esa moneda naranja con que los orgullosos expriistas Delgado y M¨¢ynez denuestan a la ¡°vieja pol¨ªtica¡±. Viejos los cerros que han visto la mar de pol¨ªticos as¨ª de ma?osos.
Oficialismo y MC se frotan, igualmente, las manos al so?arse decisivos en la derrota del PRI, en el aniquilamiento del PAN. La ca¨ªda de los partidos de la transici¨®n configurar¨ªa para Morena y Movimiento Ciudadano un nuevo sexenio de feliz amasiato, y con disfraz progre.
De ah¨ª que a partir del debate podr¨ªa surgir claridad sobre si la candidatura de M¨¢ynez busca algo m¨¢s que ser funcional al presidente logrando de paso una bancada gozne (y unas jugosas prerrogativas, ni hablar).
Antes de avanzar debe consignarse una obviedad. M¨¢ynez no es responsable, si as¨ª ocurre, del derrumbe de la candidatura de X¨®chitl G¨¢lvez (fracaso que, al igual que el triunfo de Claudia Sheinbaum, no es, as¨ª lo promueva Palacio y sus encuestadoras, arroz cocido).
Si el PRIAN acaba en el tercer lugar PRIAN no habr¨¢ sido, se puede se?alar desde hoy, por una cancioncita, ni por el perfil de ¡°casual pambolero¡± de M¨¢ynez, ni por la ¡°genialidad¡± de Dante.
O igual y el due?o de MC s¨ª vio que su amigo Andr¨¦s tendr¨ªa ¨¦xito al demoler a esos partidos y a su candidata, participando ilegal e indebidamente en la elecci¨®n, y pens¨®: oh qu¨¦ gusto de volverte a ver, yo con los mendrugos de tu banquete ser¨¦ por a?os m¨¢s que feliz.
En ese contexto llegan las dos grandes interrogantes para M¨¢ynez. Para qu¨¦ quiere ser presidente (adem¨¢s de para ir al estadio, claro) y c¨®mo piensa ganar la elecci¨®n.
M¨¢ynez no es Fox (me refiero, por supuesto, a lo bueno del candidato antisistema que por un par de a?os fue Fox, porque nadie, ni Fox supongo, quiere hoy ser Fox). M¨¢ynez no est¨¢ desafiando un r¨¦gimen. Y en el dudoso escenario de que se decidiera a hacerlo, no tiene con qu¨¦.
Movimiento Ciudadano carece de estructura nacional para ganar una elecci¨®n a la Presidencia. Es una organizaci¨®n bons¨¢i. Un instrumento pegador para elecciones muy focalizadas incapaz de operar a nivel pa¨ªs. Y, sin eso, todo sue?o de ganar Palacio es una foto en Instagram.
Hay que pasar de ser elecci¨®n de DJ en bodas a dominar las plazas, cosa que no ha ocurrido: M¨¢ynez va mucho a universidades, es decir, acude a donde ya hay grupos, donde no hace falta congregar; en los z¨®calos, en cambio, con o sin acarreados, hay que demostrar m¨²sculo.
Y hacer una propuesta concreta y cre¨ªble. Con eso de ¡°la nueva pol¨ªtica¡± ni de lejos alcanza, menos cuando reclutan a Sandra Cuevas o al hotelero quintanarroense. Qu¨¦ quiere ?lvarez M¨¢ynez adem¨¢s de presentarse como un chico de la calle que va cortando cadenas.
Sin duda ha arrancado la segunda parte de la campa?a de manera halag¨¹e?a. Porque m¨¢s all¨¢ de su momento tiktoquero, forzar¨¢ a que en Jalisco se rompa el intento del llamado voto ¨²til que ped¨ªa elegir a X¨®chitl G¨¢lvez para la presidencia y a Pablo Lemus para la gubernatura.
La oportuna activaci¨®n de M¨¢ynez har¨¢ m¨¢s sencilla la resignaci¨®n de la tribu de Enrique Alfaro. El voto ¨²til en Jalisco ahora ser¨¢ todo para los naranjas. Es un win win de libro de texto: ganan todos: Jorge, los candidatos de MC y¡ el presidente de la Rep¨²blica, que siempre quiso, y trabaj¨®, para una candidatura emecista que dividiera.
La prueba de fuego llegar¨¢ a M¨¢ynez y no necesariamente ma?ana en el debate. Su momento de la verdad ser¨¢ cuando, de consolidarse su ¨¦xito medi¨¢tico, en el camino encuentre la bifurcaci¨®n que marca atacar con todo a Morena, su presidente y su candidata, o conformarse con una jovial candidatura pero no exponerse al fog¨®n, porque el negocio es que cada seis a?os Yuawi haga canciones y ellos hagan como que retan al sistema. Ugh-Agh.
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