Movimiento Ciudadano, a las puertas de la elecci¨®n m¨¢s importante de su historia
El partido de Dante Delgado se juega su futuro al competir por primera vez en solitario por la presidencia, con miras a consolidarse como una fuerza pol¨ªtica nacional y con sello propio. Estos comicios ser¨¢n la prueba de fuego para definir su ¨¦xito o fracaso
Lleg¨® la hora de la verdad. Los mexicanos ya saben qui¨¦nes ser¨¢n los tres candidatos que buscar¨¢n la presidencia en las elecciones de junio pr¨®ximo. Morena y sus aliados se decantaron por Claudia Sheinbaum para ser la sucesora de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. La alianza opositora del Partido Acci¨®n Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD) hizo lo propio con X¨®chitl G¨¢lvez. El ¨²ltimo en sumarse a la contienda fue Movimiento Ciudadano (MC) que, despu¨¦s de meses de vacilaciones y turbulencias, por fin se ha decidido por Jorge ?lvarez M¨¢ynez, en un giro sorpresivo. Dante Delgado ha encomendado a un hombre de todas sus confianzas la misi¨®n de ser el capit¨¢n que lleve a buen puerto la apuesta m¨¢s ambiciosa que ha hecho su partido en 25 a?os de historia. M¨¢s all¨¢ de competir por primera vez con un aspirante presidencial propio, MC ha escogido estas votaciones como su prueba de fuego: dar el salto como una fuerza pol¨ªtica nacional, tener una ruta ideol¨®gica propia y consolidarse como la principal alternativa a la hegemon¨ªa de L¨®pez Obrador o fracasar en el intento. Se decidir¨¢ en las urnas si se equivoc¨® o ten¨ªa raz¨®n.
La decisi¨®n de MC ha estado atravesada por pol¨¦micas internas y externas. El resto de partidos de oposici¨®n le insisti¨® que sus posibilidades eran remotas si postulaba a un candidato propio y le pidi¨® por activa y por pasiva que sumara fuerzas para enfrentar a la maquinaria electoral de Morena, que parte como el gran favorito en la carrera por la presidencia, el Congreso y las nueve gubernaturas en disputa en 2024. Enrique Alfaro, el gobernador de Jalisco, compart¨ªa el diagn¨®stico. Alfaro, el hombre que consolid¨® el poder de la formaci¨®n en su principal basti¨®n, y Delgado, el dirigente que mueve los hilos desde su fundaci¨®n, midieron fuerzas p¨²blicamente, llevando al l¨ªmite la posibilidad de una ruptura definitiva.
Al final, se impuso el l¨ªder del partido, convencido de que sumarse al frente opositor de los partidos tradicionales era ¡±subirse al Titanic¡±. Lo declar¨® varias veces. Delgado confiaba en los triunfos que obtuvo Movimiento Ciudadano en Nuevo Le¨®n y Jalisco, dos de los Estados con mayor peso pol¨ªtico del pa¨ªs; en que ten¨ªa aspirantes propios y externos m¨¢s atractivos que G¨¢lvez, y en que las encuestas multiplicaban su porcentaje de votos al postular a Marcelo Ebrard o a Luis Donaldo Colosio Riojas frente a una coalici¨®n que sigue siendo endeble, que aqueja los errores de sus dirigencias y que est¨¢ lastrada por la desconfianza mutua.
Pero entre medias pasaron cosas que modificaron ese c¨¢lculo pol¨ªtico. Ebrard no quiso enfrentarse a L¨®pez Obrador y se qued¨® en Morena. Colosio Riojas no vio que fuera su momento. El gobernador Samuel Garc¨ªa recul¨® para no ceder el control de Nuevo Le¨®n en una operaci¨®n desaseada y Delgado tuvo que apostar por ?lvarez M¨¢ynez, un cuadro con credenciales de puertas para dentro, pero que es poco conocido para la poblaci¨®n. MC compr¨® todo el tiempo que pudo, pero tuvo que optar al final por una opci¨®n de emergencia. Alfaro lanz¨® un ¨²ltimo ¡°se los dije¡±, mientras que Delgado dobl¨® la apuesta, consciente de que las dem¨¢s posibilidades estaban agotadas. ¡°Es el mejor candidato presidencial que podr¨ªa tener MC¡±, dijo al presentar a ?lvarez M¨¢ynez. Con todo, muchos liderazgos internos cuestionan al nuevo abanderado y la forma como fue elegido.
Tras obtener su registro en 1999, Convergencia por la Democracia (el nombre original del partido) respald¨® la candidatura de Cuauht¨¦moc C¨¢rdenas en las elecciones de 2000. En 2006 y 2012, apoyaron a L¨®pez Obrador. Para 2018 ya hab¨ªan roto con el actual presidente y se sumaron al PAN y al PRD en la postulaci¨®n de Ricardo Anaya. Ese historial de vaivenes ha sido blanco de cr¨ªticas entre sus rivales y algunos votantes. Morena dice que son el PAN naranja. El PRI se mofa del pasado priista de Dante Delgado y, ahora, de ?lvarez M¨¢ynez. El PAN los tilda de esquiroles y de ser una oposici¨®n a modo y c¨®moda. Ellos se definen como socialdem¨®cratas y como una tercera v¨ªa frente al dilema entre L¨®pez Obrador y lo que llaman ¡°la vieja pol¨ªtica¡±.
Abona a la pol¨¦mica la predilecci¨®n por spots de campa?a m¨¢s recordados por la melod¨ªa que por sus propuestas pol¨ªticas, los acercamientos a figuras como el actor Roberto Palazuelos, la cantante Paquita la del Barrio o Sandra Cuevas o el posicionamiento de mensajes light como los tenis fosfo fosfo. Esta semana, el partido y su nuevo candidato han recibido varios recordatorios de que no ser¨¢ una campa?a f¨¢cil: ha habido fuego amigo, dificultades para hacerse hueco en la cobertura medi¨¢tica, malos entendidos porque Dante Delgado no quiso salir en la foto y los primeros golpes para restar credibilidad al aspirante reci¨¦n llegado.
Lo cierto es que desde 2011, cuando el partido cambi¨® de nombre, sus resultados electorales han mejorado elecci¨®n tras elecci¨®n. Ning¨²n otra fuerza de oposici¨®n puede presumir lo mismo. MC ha emergido como una aglomeraci¨®n de todos estos elementos y ha abrazado sus contradicciones. Es el partido joven dirigido por un viejo lobo de mar de 73 a?os. Es la formaci¨®n que empuja una agenda de derechos pero que ha ca¨ªdo en la tentaci¨®n del pragmatismo. Es la fuerza que arrasa en Jalisco pero que no postula a nadie en Coahuila y el Estado de M¨¦xico. Es el instituto que mantuvo su registro a costa de otros movimientos y hoy busca su propio camino.
Movimiento Ciudadano quiere dar un salto de madurez para demostrar que es cre¨ªble ante la ciudadan¨ªa y que puede ser el fiel de la balanza en una elecci¨®n que se anticipaba como un plebiscito sobre el presidente y en un pa¨ªs que cree haberlo visto todo en pol¨ªtica. En un escenario donde parte como el tercero en discordia, la primera necesidad del partido es defender Jalisco y mejorar sus resultados en el Congreso, tras los siete senadores obtenidos en 2018 y los 23 diputados que sac¨® en 2021 (cuatro menos que en la elecci¨®n anterior). Y a partir de ah¨ª pensar en consolidarse m¨¢s all¨¢ de los dos Estados que ya gobierna: este a?o se votan gubernaturas y cargos locales en territorios clave como Veracruz (donde ha sido un rival fuerte), Puebla y la capital. Si no avanza, si su papel es meramente testimonial y si se cierra la elecci¨®n en torno a G¨¢lvez y Sheinbaum, habr¨¢ terreno f¨¦rtil para las dudas y los cuestionamientos.
¡°Debemos mostrarle a M¨¦xico que es falso que solo haya dos opciones, que no tenemos por qu¨¦ conformarnos con el presente que hoy tenemos, mucho menos resignarnos a que lo ¨²nico que nos queda es regresar al pasado de quienes ya le fallaron al pa¨ªs¡±, dijo ?lvarez M¨¢ynez en una entrevista reciente, tras recibir la mayor oportunidad de su carrera pol¨ªtica. Desde la ef¨ªmera campa?a de Samuel Garc¨ªa, MC dio visos de su estrategia: ser¨¢ el rival inc¨®modo, con un candidato mucho m¨¢s joven, con menos que perder que sus contrincantes y que buscar¨¢ primero recortar distancias frente a G¨¢lvez. El fracaso del frente es a priori una victoria para MC y para Morena, que a¨²n no ha visto amenazada su ventaja. Las primeras encuestas, ya con el nuevo aspirante medido frente a las punteras, ser¨¢n un primer par¨¢metro de referencia: un golpe de realidad o un pretexto para el optimismo. Los resultados electorales del 2 de junio, la l¨ªnea entre el ¨¦xito y el rid¨ªculo.
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