¡®Hold the Mayo!¡¯
El Gobierno de M¨¦xico ha heredado un inc¨®modo s¨¢ndwich del caprichoso r¨¦gimen anterior y se asienta ahora en una postura preocupada por el hecho de que al gran capo narco fue capturado por un menjurje enredado en mentiras donde fue enga?ado por los hijos del Chapo Guzm¨¢n
Hold the mayo es una frase muy repetida en delicatessen de Manhattan, Diner en Detroit o en la barra de lunch en downtown L.A.: significa ¡°sin mayonesa¡± al pedir un cl¨¢sico de pastrami en pan blanco o cualequier s¨¢ndwich al vuelo que no merece mancillarse con la rara crema blanca, originaria de Mah¨®n en Baleares (de all¨ª que en Espa?a entera le llamen mahonesa). Para efectos de estos p¨¢rrafos, la frase Hold the Mayo acude a las acepciones de Hold como ¡°detener, sostener o resguardar¡± en evidente alusi¨®n al culebr¨®n narcopol¨ªtico del momento: la ...
Hold the mayo es una frase muy repetida en delicatessen de Manhattan, Diner en Detroit o en la barra de lunch en downtown L.A.: significa ¡°sin mayonesa¡± al pedir un cl¨¢sico de pastrami en pan blanco o cualequier s¨¢ndwich al vuelo que no merece mancillarse con la rara crema blanca, originaria de Mah¨®n en Baleares (de all¨ª que en Espa?a entera le llamen mahonesa). Para efectos de estos p¨¢rrafos, la frase Hold the Mayo acude a las acepciones de Hold como ¡°detener, sostener o resguardar¡± en evidente alusi¨®n al culebr¨®n narcopol¨ªtico del momento: la detenci¨®n de Ismael Zambada conocido como El Mayo.
Sucede que el Gobierno de M¨¦xico ha heredado un inc¨®modo s¨¢ndwich del caprichoso r¨¦gimen anterior y se asienta ahora en una postura preocupada por el hecho de que al gran capo narco fue capturado por un menjurje enredado en mentiras donde aparentemente fue enga?ado por los hijos del Chapo Guzm¨¢n (conocidos como Chapitos) y llevado en avioneta a ser directamente arrestado por autoridades norteamericanas (con quienes los propios Chapitos y quiz¨¢ tambi¨¦n su padre negociaron alg¨²n trato a cambio de la holdear al Mayo).
El Gobierno actual exclama inconformidad ante lo que califica de ¡°secuestro¡± del maleante (al tiempo que el gobierno anterior declaraba desconocer absolutamente los detalles del arresto) y en un primer intento por maquillar la mente mexicana se asumi¨® la posici¨®n oficial de que al Mayo se lo llevaron qui¨¦nsabequi¨¦nes en un operativo m¨¢s bien orquestado por autoridades gringas y no como el propio Mayo declar¨® en una s¨¦ntida cartita desde la prisi¨®n gringa donde afirma que le tendieron un cuatro en reuni¨®n secreta donde fue enga?ado para verse con el gobernador de Sinaloa y el exrector universitario que ese mismo d¨ªa fue ejecutado en el mismo rancho de la tertulia, aunque la versi¨®n oficial del gobernador de Sinaloa es que ¨¦l andaba ese d¨ªa en Los ?ngeles (pidiendo un s¨¢ndwich naturalmente con la frase Hold the Mayo!) y que al difunto rector lo balearon en un intento de asalto en una gasoliner¨ªa a kil¨®metros de distancia del rancho de la supuesta reuni¨®n. El gobernador no ha podido demostrar sin lugar a duda alguna que realmente estaba en Los ?ngeles y el difunto desde ultratumba ha revelado huellas de sangre, DNA y dem¨¢s detalles dignos de C.S.I. que efectivamente fue muerto en el rancho de la malograda Entente Cordiale¡ y el Mayo qued¨® holdeado por autoridades norteamericanas en espera de pena de muerte o cadena perpetua en una c¨¢rcel de New York (donde han de pedir del bistrot m¨¢s cercano los bocadillos sin mayo).
Recuerdo que en otra vida las tertulias con mis abuelos y bisabuelo rondaban la indignaci¨®n al enterarse que un tal general Pershing comandaba una expedici¨®n punitiva en territorio mexicano para agarrar de las gre?as a un bandolero glorificado que se llamaba Doroteo Arango, conocido como Pancho Villa y el mantel ol¨ªa a p¨®lvora cuando unos alzaban la voz de la soberan¨ªa violada y defend¨ªan las barbas de Venustiano Carranza y otros justificaban la acci¨®n de Woodrow Wilson, presidente norteamericano que autoriz¨® la expedici¨®n de Pershing. Uno y otro bando ansiaban noticias diarias del vodevil en el norte, comentando leyendas donde el propio Villa hab¨ªa logrado enga?ar a Pershing en persona, al filo de una barra de cantina donde el general frustrado se le hab¨ªa acercado precisamente para averiguar si pod¨ªa ayudarlo a dar con el paradero de Francisco Villa, ?al propio Villa!
Wilson decidi¨® entrar a lo que llamar¨ªamos la Primera Guerra Mundial, Pershing abandon¨® la expedici¨®n punitiva en claro fracaso para convertirse en general¨ªsimo en las trincheras de Europa, sin negar la infructuosa labor de agarrar a Villa, quien logr¨® aumentar su leyenda y provoc¨® incluso la interpretaci¨®n m¨¢s o menos generalizada de la historiograf¨ªa patriota con la idea de que abati¨® al Imperialismo Gringo, la Doctrina Monroe y el imperio del hotdog al esconderse en una cueva, reclutar m¨¢s adeptos a la fuerza y sorprender a los yanquis con t¨¢cticas felinas como rel¨¢mpagos e incluso, fingir su muerte mientras era curado de unas heridas por un par de japoneses que le sab¨ªan al tema. Surrealismo puro.
As¨ª tambi¨¦n puro surrealismo sangriento y doloroso la guerra civil desatada en Sinaloa a partir del encontronazo provocado por el operativo Hold the Mayo! entre Chapitos y Mayitos, herederos de un enjambre narcopol¨ªtico donde est¨¢n embarrados no solo paladines del crimen organizado, sino pol¨ªticos de altos vuelos y militares dudosamente as¨¦pticos ante todo el estercolero que tiene muy preocupados a no pocos mexicanos, tanto los que defienden la tesis de que autoridades extranjeras son bienvenidas no solo en la colaboraci¨®n sino directa injerencia y participaci¨®n en la captura y cadenas para asesinos, narcotraficantes y capos de todo nivel, as¨ª como quienes envueltos en la bandera claman que ¡°el fin no justifica los medios¡± y se dirigen al Mayo como un lastimado ciudadano por el que hay que velar sus derechos humanos y su inmediata devoluci¨®n a la Patria (donde puede alojarse en alguna c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad con t¨²neles de entrada y salida).
Entre el Mayo y el tren Maya, se revela una incongruencia f¨¢ctica: hemos de dolernos por los medios a los que se recurra para atrapar a un inmenso delincuente (y no celebrar su captura) incluso con el adalid de acusar como ¡°traidores a la Patria¡± a los Chapitos y todo aquel mexicano que haya participado en lo que se tipifica equivocadamente como ¡°secuestro¡±, a contrapelo del desmadre en la selva yucateca donde se ha de imponer el fara¨®nico proyecto del Tren Maya aunque se talen millones de ¨¢rboles, hect¨¢reas de selva protegida, asilos de fauna ya en peligro y qu¨¦nsabecu¨¢ntos restos arqueol¨®gicos del imperio Maya, por no hablar de los dolientes pilotes de concreto que han ensartado en otrora v¨ªrgenes y celestiales manantiales subterr¨¢neos conocidos como Cenotes (todos sagrados).
Se acerca sigilosamente la inmensa mano donde pulgar e ¨ªndice est¨¢n a punto de pellizcarle el cr¨¢neo de todo sospechoso, c¨®mplice, mentiroso, colaborador o mudo testigo del inmenso entramado multimillonario y sanguinario del narcotr¨¢fico en M¨¦xico. Para atragantarse con el hediondo desprop¨®sito se ha publicado una penosa estad¨ªstica oficial donde se asegura y verifica que mientras el Mayo Zambada andaba libre en Sinaloa al frente de su imperio nefando, el pa¨ªs parec¨ªa vivir una calma chicha (como en las naos de la mar al filo de un hurac¨¢n) y la incre¨ªble conclusi¨®n (incluso insinuada por el anterior presidente de la Rep¨²blica) de que mientras no se alebrestaba el avispero todo era calma y continuidad. ?Qu¨¦ triste y pat¨¦tico es presenciar que el presidente de M¨¦xico prefiri¨® la degustaci¨®n de unas chalupas o taquitos sudados de la abuelita en camioneta blanca, custodiada su espalda por el hermano del siniestro e infinito asesino conocido Chapo Guzm¨¢n, glorificado por narcoseries de televisi¨®n.
Hold the Mayo! y que cante todas las netas y nombres, las redes de su pulpo, las conexiones y complicidades (que de paso incluyen a agentes y redes, instituciones y escritorios del propio pa¨ªs que lo tiene ahora preso) y que abra la enrevesada expedici¨®n punitiva interna y externa que ha de pellizcar del cogote a quienes comandan el nefasto negocio del siglo. Quiz¨¢ por quitarle mayonesa al s¨¢ndwich se logre encarcelar a los que acostumbran ponerle mucha crema a sus tacos.