Enomoto, el minicaf¨¦ japon¨¦s con deliciosos sandos de queso gouda y jam¨®n
Esta original cafeter¨ªa nipona se encuentra en la llamada Little Tokyo, en la colonia Cuauht¨¦moc de la capital mexicana
En 1888, el Gobierno de Porfirio D¨ªaz y el Ministro de Exteriores nip¨®n, Enomoto Takeaki, buscaban estrechar lazos entre ambos pa¨ªses. Su estrategia fue establecer una comunidad de 36 japoneses en una plantaci¨®n de caf¨¦ en Chiapas, en 1897. La misi¨®n fue un fracaso porque la cosecha hab¨ªa terminado y los campesinos no ten¨ªan sustento, la mayor¨ªa decidi¨® regresar a su pa¨ªs. Sin embargo, seis japoneses se aferraron a esta tierra y fundaron la Cooperativa San-ou. De ...
En 1888, el Gobierno de Porfirio D¨ªaz y el Ministro de Exteriores nip¨®n, Enomoto Takeaki, buscaban estrechar lazos entre ambos pa¨ªses. Su estrategia fue establecer una comunidad de 36 japoneses en una plantaci¨®n de caf¨¦ en Chiapas, en 1897. La misi¨®n fue un fracaso porque la cosecha hab¨ªa terminado y los campesinos no ten¨ªan sustento, la mayor¨ªa decidi¨® regresar a su pa¨ªs. Sin embargo, seis japoneses se aferraron a esta tierra y fundaron la Cooperativa San-ou. De esa aventura, hoy persiste la finca cafetalera Tajuko, propiedad de uno de los descendientes de aquellos inmigrantes.
¡°Es una historia muy bonita, fascinante, por eso nombr¨¦ este lugar as¨ª, en honor al se?or Enomoto y a la labor que hizo¡±, dice el fundador esta cafeter¨ªa, Edo Kobayashi, nacido en Sonora y bisnieto de japoneses, que tambi¨¦n se establecieron en M¨¦xico a principios del siglo XX.
Kobayashi cuenta que sus bisabuelos ¡°llegaron a California, se mudaron a Texas y despu¨¦s bajaron a Ensenada¡±. Sin olvidar sus or¨ªgenes, ha formado un grupo restaurantero ¡ªque lleva su apellido¡ª inspirado en la riqueza gastron¨®mica de Jap¨®n. En 2012, abri¨® un izakaya, Rokai, y le siguieron una decena de sitios con distintas personalidades, varios ubicados a pocos metros en la colonia Cuauht¨¦moc, en la capital mexicana; el m¨¢s diurno es Enomoto.
Este proyecto naci¨® de la necesidad de Kobayashi por replicar un concepto que en M¨¦xico no exist¨ªa hace algunos a?os. ¡°Cuando voy a Jap¨®n, despu¨¦s de una noche de fiesta o antes de hacer las compras en Kappabashi, por donde venden cosas para restaurantes, me gusta pasar por Asakusa y desayunar en los kissaten, que son cafeter¨ªas japonesas¡±, cuenta.
Enomoto abri¨® apenas hace unos meses en la calle R¨ªo Ebro. Antes estuvo ubicado en las instalaciones Le Tachinomi Desu (R¨ªo P¨¢nuco 132), un bar de sake que solo abre por las noches. Kobayashi cuenta que ¡°ve¨ªa que los meseros iban a buscar caf¨¦ por la colonia¡±, y se le ¡°ocurri¨® comprar una cafetera, hacer los sandos y abrir por las ma?anas¡±. As¨ª comenz¨® el primer Enomoto en 2016 y cerr¨® en 2020 como consecuencia de la pandemia.
El concepto no desapareci¨®, se mud¨® a la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de M¨¦xico y ah¨ª gan¨® fama entre los pasajeros. Sin embargo, sigui¨® resonando la idea de tener una sucursal en la ciudad. Kobayashi explica: ¡°Ten¨ªamos este local y no sab¨ªa qu¨¦ hacer con ¨¦l, as¨ª que me traje todo lo que ten¨ªamos guardado y reabrimos a finales del 2024¡å. La segunda versi¨®n de Enomoto adopt¨® la imagen de un armadillo como mascota ¡ªotro gui?o a la vieja colonia de japoneses en Chiapas¡ª, fiel a la esencia musical de un kissaten, Kobayashi instal¨® un equipo de sonido que ten¨ªa en su casa para que reproduzca buena m¨²sica a lo largo del d¨ªa, y conserva un men¨² enfocado en caf¨¦, t¨¦ y sandos.
El caf¨¦, a diferencia del t¨¦, no est¨¢ en el ADN japon¨¦s. Seg¨²n Kobayashi lleg¨® al pa¨ªs nip¨®n por influencia de los holandeses: ¡°En un proceso como de occidentalizaci¨®n, comenzaron abrir estos lugares en los que el due?o pone m¨²sica; tienen vajillas inglesa y sillones tapizados; y sirven sandos, que es una forma de slang para decir s¨¢ndwich¡±.
Los japoneses tropicalizaron las cafeter¨ªas europeas y le dieron su toque perfeccionista. Los sandos son s¨¢ndwiches hechos casi igual, solo con un pan de caja m¨¢s esponjoso al que le quitan la costra. ¡°Yo siempre, desde ni?o, los com¨ª as¨ª, sin costra. Y no hay un mejor s¨¢ndwich en el mundo que el que venden en el Seven Eleven de Jap¨®n, una rebanada de jam¨®n y de queso amarillo, y mucha lechuga fresca. Lo muerdes y es crujiente, y el pan se te queda pegado en el paladar¡±, dice con emoci¨®n Kobayashi.
Todos hemos sentido el pan pegado al paladar alguna vez en la vida, quiz¨¢s por eso sin importar la edad los s¨¢ndwiches siguen siendo parte de nuestra dieta cotidiana. Es un platillo b¨¢sico que en pocos lugares es especial como en Enomoto. En su carta hay sandos fr¨ªos, como el tamago sando (huevo con mayonesa japonesa), o el buen¨ªsimo tuna sando (at¨²n con cebolla morada y mayonesa japonesa). Del lado de los calientes est¨¢ el m¨¢s popular, chicken sando, relleno de pechuga de pollo empanizada en salsa tonkatsu, y mi favorito, el cheese ham hot sando, de queso gouda con jam¨®n y salsa de tomate. Lo sirven tostado y partido por la mitad en tri¨¢ngulos. ¡°Sabe buen¨ªsimo con unas gotas de Tabasco¡±, dice Kobayashi, quien no le teme a los productos procesados que, en la medida exacta, dan ese extra que convierte un bocado com¨²n en uno extraordinario. Este sando sabe a¨²n mejor acompa?ado de un caf¨¦ Enomoto latte.
Adem¨¢s de los granos cultivados en M¨¦xico, tambi¨¦n sirven t¨¦ verde, hojicha y matcha latte. ¡°Ahora hay en todos lados porque se puso de moda¡±, apunta Kobayashi. Esta bebida caliente va de maravilla con un ichigo sando: fresas, mascarpone con vainilla natural y un toque de sake. Podr¨ªa comerme a cucharadas el casi bet¨²n en el que convierten el mascarpone, pero la combinaci¨®n con las fresas y el pan blanco es el platillo para volver a Enomoto.
Afuera de la cafeter¨ªa hay unos bancos bajos de madera y minimesas rectangulares chaparras; una gata tabby regordeta se pasea hace a?os por esta acera, va del Rokai al Enomoto y se mete a su portal ¡ªjusto en medio de los restaurantes¡ª, sale de nuevo para pasear entre los ma?aneros que beben caf¨¦ y disfrutan con gusto sus sandos, rueda sobre su lomo y ense?a la panza porque le gusta que la acaricien un poco, para luego pararse de un salto y contonear su cola. Es una forma bonita y muy japonesa de iniciar el d¨ªa.
Enomoto
Direcci¨®n: R¨ªo Ebro 89, colonia Cuauht¨¦moc, Ciudad de M¨¦xico.
Precio: 350 pesos