M¨¦xico es mucho m¨¢s que los arrebatos de Trump
Esta es la econom¨ªa n¨²mero 12 o 13 en el mundo y, dentro de cuatro a?os, cuando el republicano se vaya, seguir¨¢ si¨¦ndolo
S¨ª, Donald Trump es todo eso de lo que venimos indign¨¢ndonos, pero M¨¦xico es mucho m¨¢s que ese personaje y lo que representa. Dejemos atr¨¢s los lamentos y afrontemos de la mejor manera posible el impacto del tsunami desatado. Si de un lado emocionalmente hay un infante empoderado y encaprichado, habr¨¢ que mostrar que de este otro lado hay un adulto responsable en la mesa. El momento de las quejas tiene que dar lugar al an¨¢lisis de la realidad m¨¢s all¨¢ de los disc...
S¨ª, Donald Trump es todo eso de lo que venimos indign¨¢ndonos, pero M¨¦xico es mucho m¨¢s que ese personaje y lo que representa. Dejemos atr¨¢s los lamentos y afrontemos de la mejor manera posible el impacto del tsunami desatado. Si de un lado emocionalmente hay un infante empoderado y encaprichado, habr¨¢ que mostrar que de este otro lado hay un adulto responsable en la mesa. El momento de las quejas tiene que dar lugar al an¨¢lisis de la realidad m¨¢s all¨¢ de los discursos y gestos medi¨¢ticos, al ¨¢mbito de los hechos para anticipar medidas y paliar las consecuencias.
Pero, de entrada, habr¨ªa que vacunarnos contra las perspectivas catastrofistas porque ellas mismas, y no Trump, precipitan las cat¨¢strofes o, por lo menos, agudizan los problemas. La econom¨ªa, la cotizaci¨®n del peso, los mercados o la estabilidad social est¨¢n condicionadas por las percepciones. Mantener una perspectiva realista y responsable es el primer paso para responder a una emergencia.
Esto no significa minimizar el impacto o las consecuencias por el arribo de Trump a la Casa Blanca. La respuesta no puede ser ni la pasividad ni la negligencia disfrazada de confianza ingenua. Pero tampoco el p¨¢nico.
Habr¨ªa que entender que lo que sigue no es una batalla entre M¨¦xico y Estados Unidos, incluso estrictamente comercial. Trump no es Estados Unidos, por m¨¢s que exista un movimiento pendular favorable a su agenda. Se trata de una sociedad sumamente polarizada; con las dos poderosas costas, este y oeste, opuestas a la cosmovisi¨®n reaccionaria de MAGA (Make America Great Again). Basta decir que, en cuesti¨®n de horas, 22 Estados de la naci¨®n neutralizaron el decreto firmado por el nuevo presidente, que eliminaba la nacionalidad en autom¨¢tico a los nacidos en territorio estadounidense. O la obispa Mariann Edgar Budde, que en el servicio religioso oficial el d¨ªa de las ceremonias confront¨® a Trump, en su presencia, respecto a los derechos de los migrantes y la diversidad sexual.
Retr¨®grada, como es, la oleada de conservadurismo que inunda a Estados Unidos est¨¢ enfrentada a la arraigada cultura de tolerancia y diversidad que ha caracterizado a las vanguardias de este pa¨ªs a lo largo de tantas d¨¦cadas. El propio movimiento conservador est¨¢ plagado de contradicciones. Corrientes b¨ªblicas de puntilloso moralismo votando a favor de delincuentes c¨ªnicos empedernidos; saludos nazis provocadores (Elon Musk) para asombro de la poderosa comunidad sionista que apoya a Trump; millonarios intereses que se nutren de la agroexportaci¨®n a M¨¦xico, de la mano de obra barata ilegal o de cadenas de producci¨®n intrarregionales por mencionar solo algunos. En fin, pr¨¢cticamente un tercer pa¨ªs formado por la vida fronteriza a ambos lados de la l¨ªnea. Nada de eso va a cambiar en lo sustancial, por m¨¢s que sufra empellones aqu¨ª y all¨¢ temporalmente.
Y la otra raz¨®n es M¨¦xico. Habr¨¢ un chivo en cristaler¨ªa, pero lo sustancial no est¨¢ a su alcance. Se trata de la econom¨ªa n¨²mero 12 o 13 en el mundo, y dentro de cuatro a?os cuando Trump se vaya seguir¨¢ si¨¦ndolo, y un escal¨®n m¨¢s o un escal¨®n menos no va a cambiar eso. Pr¨¢cticamente es del mismo tama?o que la de Rusia, aunque de composici¨®n muy diferente (y dicho sea de paso, se trata de un pa¨ªs que ha mantenido su crecimiento a pesar de varios a?os de sanciones de parte de Estados Unidos). M¨¦xico es una de las naciones referentes en la comunidad internacional, con estabilidad pol¨ªtica notoria para Am¨¦rica Latina y la mayor poblaci¨®n en el hemisferio occidental despu¨¦s de Estados Unidos y Brasil. Y habr¨ªa que decir, para ponernos maximalistas, que Brasil, sin tratado comercial con Estados Unidos, ha tenido tasas de crecimiento m¨¢s altas que las nuestras.
No son argumentos para minimizar, insisto, un contexto amenazante. Ni para negar que nuestro mejor escenario sigue siendo el modelo de integraci¨®n productiva con el mayor mercado de consumo del mundo. Pero prepararse para la tormenta no es lo mismo que espantarse frente a un inminente e inventado naufragio o creer que no hay vida tras un aumento tarifario.
Parad¨®jicamente la preparaci¨®n misma podr¨ªa traer alguna ventaja pasado el temporal. El esfuerzo que est¨¢ haciendo nuestro pa¨ªs para convertir a la extensa cadena consular en una estructura ¨¢gil, articulada y m¨¢s eficiente podr¨ªa ser el primer paso, por fin, para tener un papel mucho m¨¢s activo entre la comunidad latina. Es incalculable el valor que adquirir¨ªa la posibilidad de un cabildeo poderoso de nuestros intereses en la sociedad estadounidense. Tambi¨¦n podr¨ªa dejar algo positivo y permanente la log¨ªstica que se est¨¢ generando para la atenci¨®n de migrantes y posibles deportados en la frontera norte, apenas atendidos hasta ahora.
Los infundios y ataques de Trump respecto a los c¨¢rteles mexicanos, mal que bien, tendr¨¢n un efecto reforzante sobre la campa?a en marcha por parte de Claudia Sheinbaum para combatir con mayor efectividad al crimen organizado. La obsesi¨®n estadounidense puede ser una buena noticia a condici¨®n de tejer una puesta en com¨²n con las autoridades intermedias (no la Casa Blanca) para atender, por fin, un problema que involucra a los dos pa¨ªses, necesariamente.
El combate a la pirater¨ªa y, sobre todo, el prop¨®sito de emprender una estrategia acotada de sustituci¨®n de importaciones para combatirla, son buenas noticias para empresarios y trabajadores en ramas relacionadas con textiles, juguete, calzado y varias industrias b¨¢sicas.
Francamente la mejor de nuestras respuestas es la manera puntual y asertiva con que est¨¢ tomando Claudia Sheinbaum este momento. En su ma?anera ha diseccionado en detalle las medidas que ir¨¢ tomando Trump, sus alcances y limitaciones, al margen del efectismo medi¨¢tico y el discurso altisonante. La presidenta est¨¢ informando puntualmente lo que el Gobierno mexicano hace al respecto, las acciones emprendidas en los distintos frentes. Cabeza fr¨ªa y un meritorio equilibrio entre la dignidad, la defensa de la soberan¨ªa y la responsabilidad. En este momento la relaci¨®n con Estados Unidos es la prioridad esencial, afirm¨® este mi¨¦rcoles, pero siempre desde la l¨®gica de la b¨²squeda del bienestar de la poblaci¨®n. Mesura y realismo. Los mercados est¨¢n escuchando. Muchos mexicanos, ¨¦lite incluida, tambi¨¦n. Habr¨¢ turbulencias y malos ratos, sin duda, pero M¨¦xico es mucho m¨¢s que afectaciones a un tratado comercial y hostilidad a nuestros migrantes. En una de esas, podr¨ªa salir algo bueno de las respuestas que construyamos y la actitud que asumamos.
@jorgezepedap