Se trata de democracia

Aunque parezca que ha transcurrido un siglo, apenas hace 139 d¨ªas se registr¨® una explosi¨®n en una planta qu¨ªmica de Tarragona a resultas de la cual una tapa met¨¢lica sali¨® por los aires y vol¨® una distancia de tres kil¨®metros hasta dar con un edificio. Pero en vez de impactar contra la fachada, entr¨® por una ventana ¨Cque probablemente estaba abierta¨C y, desgraciadamente, caus¨® un derrumbe que mat¨® a una persona que se encontraba en el piso inferior. Desde lo del ¡°hombre muerde a perro¡±, los periodistas queremos creer que estamos habituados a las noticias sorprendentes, pero esta, habi¨¦ndose producido a primeros de a?o, parec¨ªa haber cubierto el cupo de 2020. Que va. Era solo el principio.

Si en la misma fecha alguien hubiera planteado un Estados Unidos azotado por una pandemia con millones de infectados y decenas de miles muertos, centenares de miles de empresas quebradas, decenas de millones de desempleados, ciudades en toque de queda vespertino, saqueos y multitudes enfurecidas ante una Casa Blanca con la luz cortada dentro de la cual el presidente desde un bunker subterr¨¢neo en vez de dirigirse a la naci¨®n lanza amenazas por Twitter, quienes le escucharan dir¨ªan que era m¨¢s posible que se repitiera lo de la tapa de Tarragona.

Mejor no imaginar qu¨¦ ser¨¢ lo siguiente, m¨¢s que nada porque ni siquiera estamos a mitad de a?o, pero en lo que respecta a EEUU, conviene no subestimar la fuerza de su democracia. Por muy complicados y ca¨®ticos que parezcan estos momentos, la democracia estadounidense los ha vivido bastante peores, incluyendo la secesi¨®n de una parte notable de su territorio cuando se aboli¨® la esclavitud ¨Ccoincidencias de la historia; el problema racial otra vez¨C y una posterior guerra civil cuyo resultado era previsible, como siempre sucede, solo a toro pasado.

Aunque todo parezca tremendo ¨Cy en cierta medida lo es¡ª a ese pa¨ªs que eligi¨® desde el primer momento de su fundaci¨®n el sistema democr¨¢tico le ha pasado de todo. Y en todos esos momentos nunca se ha puesto en cuesti¨®n que el modo de convivencia elegido sea la democracia. Quienes protestan pac¨ªficamente, que son la mayor¨ªa, no exigen un cambio de r¨¦gimen sino precisamente que este se aplique en su totalidad en un principio tan democr¨¢tico como la igualdad de derechos entre los ciudadanos, sean del color que sean, y el principio de que nadie est¨¢ por encima de la ley vista sudadera o uniforme de polic¨ªa. Quienes saquean y queman van a otra cosa. Y quienes desde fuera se sonr¨ªen diciendo ¡°ya te lo dije, est¨¢n acabados¡±, tambi¨¦n.

Una democracia no es un sistema perfecto e inmutable. Que eso ya existe en China, claro que s¨ª. Una democracia es un foll¨®n monumental donde nunca nada est¨¢ completamente arreglado. Cuando lo est¨¢, resulta que hay que cambiarlo porque se ha quedado viejo. Y todo lo que parece funcionar se est¨¢ estropeando constantemente. En resumen: es un sistema humano y como tal lleno de fallos, contradicciones e incluso bronca entre quienes pretenden defender lo mismo. Es un sistema inveros¨ªmil. Pero ah¨ª sigue.