El ocaso de la democracia en los Estados Unidos
El pa¨ªs ha alcanzado un punto de inflexi¨®n que puede resultar irreversible si Trump es reelegido
La llegada al poder de Donald Trump ha provocado un acalorado debate sobre las consecuencias del populismo de derecha radical en EE UU y el mundo. Aunque hay pocas dudas de que Trump representa una amenaza democr¨¢tica, no hay consenso sobre hasta qu¨¦ punto la democracia estadounidense es lo suficientemente resiliente como para sobrevivir a este desaf¨ªo. En t¨¦rminos generales, es posible identificar dos corrientes en la literatura acad¨¦mica. Por un lado, no pocos acad¨¦micos opinan que la Administraci¨®n de Trump debe ser vista como un gran peligro, ya que gradualmente est¨¢ subvirtiendo el r¨¦gimen democr¨¢tico liberal desde dentro y empleando pr¨¢cticas t¨®xicas que muy bien podr¨ªan conducir a un gobierno autoritario. Por otro lado, varios acad¨¦micos argumentan que el sistema pol¨ªtico de EE UU se caracteriza por una serie de controles y equilibrios institucionales que son tan robustos que la presidencia de Trump no podr¨¢ terminar causando da?os significativos a la democracia estadounidense.
A pesar de importantes diferencias entre estas dos corrientes en la literatura acad¨¦mica, ambas comparten una tesis central: la idea de que el potencial ¨¦xito de la agenda autoritaria de derecha de Trump depende de una oportunidad ex¨®gena que podr¨ªa facilitar al Gobierno el aniquilamiento de las reglas del juego que son inherentes a la democracia liberal. Desafortunadamente para la democracia estadounidense, la pandemia representa una variable externa de ese tipo. La propagaci¨®n de la covid-19 en todo el pa¨ªs es un fen¨®meno inesperado con consecuencias econ¨®micas y pol¨ªticas devastadoras. El desempleo est¨¢ alcanzando niveles sin precedentes, la pobreza est¨¢ aumentando r¨¢pidamente y todo indica que no hay perspectivas de una r¨¢pida recuperaci¨®n econ¨®mica. Al mismo tiempo, la Administraci¨®n de Trump ha abordado la pandemia p¨¦simamente, hasta el punto de que m¨¢s de 100.000 personas han muerto y el comportamiento err¨¢tico del propio presidente no ha ayudado precisamente a contener la propagaci¨®n del virus. Como si fuera poco, ahora estamos presenciando una explosi¨®n de protestas en todo el pa¨ªs por la muerte de George Floyd, un hombre afroamericano asfixiado por polic¨ªas blancos en Mine¨¢polis.
Uno podr¨ªa esperar que la grave situaci¨®n en la que se encuentra el pa¨ªs deber¨ªa conducir al debilitamiento de Trump, quien se ver¨¢ obligado a moderar sus posiciones y, por lo tanto, a cambiar su agenda pol¨ªtica. Sin embargo, la evidencia comparada revela que las crisis son en realidad oportunidades que pueden ser empleadas por las fuerzas populistas de derecha radical para extremar sus posiciones e impulsar duras medidas que en efecto pueden llevar al ocaso de la democracia. Varios signos preocupantes indican que esto ya podr¨ªa estar ocurriendo en EE UU hoy en d¨ªa. A pesar de la clara ineptitud del Gobierno para hacer frente a la pandemia, al hablar sobre ¡°el mayor regreso de todos los tiempos¡±, Trump est¨¢ desarrollando una propaganda que busca aumentar sus ¨ªndices de aprobaci¨®n entre los votantes republicanos. Adem¨¢s, no escatima esfuerzos para elaborar teor¨ªas de conspiraci¨®n sobre los or¨ªgenes del virus que buscan culpar a influencias extranjeras ¡ªdesde China hasta la Organizaci¨®n Mundial de la Salud¡ª por la situaci¨®n cr¨ªtica en la que se encuentra el pa¨ªs. Por ¨²ltimo, pero no menos importante, su respuesta a la ola actual de masivas protestas muestra que est¨¢ m¨¢s que dispuesto a restringir las libertades de una prensa que desprecia y emplear pol¨ªticas de mano dura.
No cabe duda de que EE UU ha alcanzado un punto de inflexi¨®n. Se trata de un momento crucial que Trump ciertamente intentar¨¢ usar para su propio beneficio. Si bien es cierto que hay protestas masivas contra lo que su presidencia implica, la pandemia le da a Trump una oportunidad sin paralelo para violar las normas liberales y desautorizar a la oposici¨®n pol¨ªtica. Quienes son optimistas pueden se?alar que las elecciones se llevar¨¢n a cabo en noviembre y que tanto la dram¨¢tica situaci¨®n econ¨®mica como la gesti¨®n incompetente de la pandemia seguramente conducir¨¢n a la derrota de Trump. Ahora bien, la competencia electoral es una lucha cuesta arriba para la oposici¨®n, ya que el Gobierno continuar¨¢ presionando a los medios de comunicaci¨®n y la pandemia dificulta la campa?a. Por el bien de la democracia estadounidense y del liberalismo en todo el mundo, cabe esperar que el Partido Dem¨®crata gane las pr¨®ximas elecciones. No obstante, este es un resultado poco probable. Trump est¨¢ utilizando la pandemia para posicionarse como el salvador providencial de una cat¨¢strofe inminente. Y aunque hay evidencia m¨¢s que suficiente para demostrar que su manejo de la pandemia ha sido terrible, a¨²n puede usar esta crisis para energizar a su base y atacar implacablemente a la oposici¨®n. Su reelecci¨®n, cuando ocurra, ser¨¢ considerada por ¨¦l mismo como una clara se?al de que los tiempos est¨¢n listos para extremar su agenda de derecha populista radical. Si esta predicci¨®n se hace realidad, la covid-19 puede considerarse no solo como el portador de la muerte y la recesi¨®n en EE UU, sino tambi¨¦n como el precursor que permiti¨® la destrucci¨®n de la democracia estadounidense.
Crist¨®bal Rovira Kaltwasser es profesor de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad Diego Portales de Santiago de Chile. Es autor junto a Cas Mudde de Populism, a Very Short Introduction (Oxford).
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