¡®Reloaded¡¯
La nueva normalidad es la realidad con aumento como de lupa derivada que, en lo positivo, deber¨ªa subrayar una renovada vitalidad, una carga recargada con nuevos br¨ªos de ilusi¨®n y empe?o
Hay un raro h¨¢lito lila con bordes en morado que parece invisible, por lo menos impalpable, cuando se miran de cerca los afectos imbatibles. No lo quiebra el cubrebocas y parece sobrevivir a pesar de esto que llaman la nueva normalidad, que no es m¨¢s que la realidad aumentada. La nueva normalidad es la realidad con aumento como de lupa derivada del anglicismo reloaded que, en lo positivo, deber¨ªa subrayar una renovada vitalidad, una carga recargada con nuevos br¨ªos de ilusi¨®n y empe?o, pero que ¡ªen lo negativo¡ªno es m¨¢s que la necia fealdad de la mascarilla, la pegajosa baba del gel hidroalcoh¨®lico sobre los guantes de pl¨¢stico y la pantalla clara que cubre a muchos como si fueran neurocirujanos deambulantes.
La realidad aumentada son esos c¨®digos que sustituyen al men¨² en los restaurantes para evitar que la yema del ¨ªndice se?ale el precio de los platillos incomprensibles y es tambi¨¦n la as¨¦ptica manera de leer los nuevos libros que llevan m¨²sica impl¨ªcita en sus p¨¢ginas y videos aleatorios para ciertos p¨¢rrafos; es la recargada cotidianidad de siempre con una n¨®mina insospechada de novedades: los lugares que se esfumaron, las librer¨ªas que cerraron, los nombres y apellidos de los miles de muertos, la cuadr¨ªcula particular de las mentiras en las cifras y en los discursos, la p¨¦rdida de valores y los valores perdidos en las bolsas y las bolsas de basura nueva y las calles que se poblaron con fauna dispersa para volver a las aglomeraciones de la masa y las nuevas rencillas y los viejos odios, la conciencia temporal de la libertad y la lucha contra los racismos, a contrapelo de una geograf¨ªa trastocada donde ya no viajan millones en aviones y hemos de suponer que Venecia no volver¨¢ a inundarse con turismo en marabunta.
Falta quiz¨¢ especificar el neblumo insinuado en la primera l¨ªnea de esta columna: el h¨¢lito raro en lila con morados no es m¨¢s que las mismas ganas de siempre de besarla, el abrazo entre los amigos y la diminuta micropart¨ªcula de saliva que sale siempre volando de sobremesa en una comida con amores, esa babita al filo de los labios que antiguamente dej¨® de producir asco y ahora insin¨²a quiz¨¢ el pavor de un nuevo contagio, pero la invisible neblina lila que se esfuma entre dos que se quieren besar es como una impalpable extensi¨®n de los labios; es deseo y por ende, imaginaci¨®n¡ pero tambi¨¦n memoria y por ende, beso. El beso de nuestros labios que ni el m¨¢s siniestro virus vuelto pandemia ha sido capaz de borrar.
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