Soy testigo de un genocidio
Bolsonaro utiliza la covid-19 para hacer una "limpieza ¨¦tnica"
Qu¨¦ impide que el testigo de un genocidio se convierta en c¨®mplice? Esta pregunta atraviesa las horas de mi d¨ªa. Entra en mis sue?os. Y las respuestas que alcanzo son tr¨¢gicamente insuficientes. Soy brasile?a y testigo del inicio del genocidio de los pueblos ind¨ªgenas. El coronavirus est¨¢ contagiando a ni?os, adultos y viejos a una velocidad alucinante. Sin embargo, el virus no es el responsable. Los responsables son Jair Bolsonaro, los generales de su entorno y todos los que apoyan el Gobierno que ha convertido Brasil (junto con los Estados Unidos de Donald Trump) en el epicentro de la pandemia, con casi 60.000 muertos. El responsable es el antipresidente, que mata por omisi¨®n y por acci¨®n, al estimular la invasi¨®n de tierras ind¨ªgenas y desmantelar los ¨®rganos de protecci¨®n. El responsable es quien tiene el deber constitucional de proteger a los pueblos ind¨ªgenas y no lo hace. Quiero decir ¡ªy digo¡ª, y me responsabilizo de mis palabras, que Bolsonaro es un genocida. Y todos aquellos ¡ªpersonas y Gobiernos¡ª que negocian con este Gobierno genocida tambi¨¦n son c¨®mplices de genocidio.
Nueve xavantes murieron en solo 24 horas. Los yanomamis se est¨¢n contagiando por los m¨¢s de 20.000 mineros ilegales que han invadido sus tierras y nadie saca. Las madres san?mas claman por el cuerpo de sus beb¨¦s muertos. Varios l¨ªderes del pueblo munduruku han muerto. En cada etnia, la tragedia se repite y el virus se acerca cada vez m¨¢s a los pueblos aislados. Es solo el principio.
En lugar de fortalecer los ¨®rganos civiles de protecci¨®n ambiental, son las fuerzas armadas quienes deciden las operaciones en la Amazonia, con resultados escasos, pero gran pirotecnia. Al comando de las acciones est¨¢ el vicepresidente, el general Hamilton Mour?o, que en la campa?a presidencial afirm¨® que Brasil ha heredado la ¡°indolencia¡± de los ind¨ªgenas y la ¡°piller¨ªa¡± de los negros. Las operaciones aparatosas, en parte preparadas para impresionar a la prensa extranjera, evocan la propaganda de la dictadura militar que oprimi¨® Brasil durante 21 a?os y extermin¨® a m¨¢s de 8.000 ind¨ªgenas.
Jair Bolsonaro nunca ha escondido su proyecto racista de ocupaci¨®n del poder. Permitir la explotaci¨®n predatoria es su prioridad. Como ya dijo, ¡°debajo de cada indio hay riqueza¡±. Al no haber tomado medidas para impedir la entrada del virus en los territorios ind¨ªgenas, demuestra que utiliza la covid-19 para hacer una limpieza ¨¦tnica y, as¨ª, realizar su proyecto de poder.
He denunciado el genocidio como periodista, lo he combatido con otros brasile?os que se niegan a observar la masacre por la ventana. Pero es poco. Necesitamos ser m¨¢s, necesitamos ser muchos, os necesitamos a vosotros. Un genocidio no tiene nacionalidad. Impedirlo es el cometido intransferible de todos los humanos.
Traducci¨®n de Meritxell Almarza.
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