Pol¨ªtica de Estado
El ¨²ltimo domingo algunos millones de espa?oles decidieron con sus votos el tipo de relaci¨®n que desean que su comunidad aut¨®noma tenga con los dem¨¢s espa?oles
No hay que tener la piel especialmente fina para percibir el mensaje que corre de un lado a otro de Espa?a, que se puede resumir en que todo lo malo viene de fuera. Y resulta que la covid-19 es un bicho nacionalista y de derechas.
Si hay una comunidad que tiene todas las papeletas para que sus naturales sean bienvenidos en cualquier parte, esa es Asturias. Y es bastante curioso que eso suceda con los lugare?os que son en apariencia m¨¢s nacionalistas espa?oles. No hacen falta m¨¢s de un par de tragos para que un asturiano, sea de derechas o de izquierdas, alto o bajo, le suelte a uno dos vulgaridades casi insoportables: que Asturias es un para¨ªso, y que todo lo dem¨¢s es tierra conquistada. Eso y el coronavirus han hecho que, por primera vez en muchos a?os, o en todos, un viajero pueda sentirse inc¨®modo al superar alguna de las fronteras del Principado. Porque el virus ha apostado por el nacionalismo. Por el asturiano en este caso. Pero no solo.
El ¨²ltimo domingo algunos millones de espa?oles decidieron con sus votos el tipo de relaci¨®n que desean que su comunidad aut¨®noma tenga con el Estado, lo que de una manera indirecta se traduce en el tipo de relaci¨®n que quieren tener con los dem¨¢s espa?oles. Si es que quieren tener alguna. Los vascos, al parecer, quieren tener poca. Aunque los nacionalistas de all¨ª, parecen ahora m¨¢s educados que otros.
Y a la izquierda radical de Podemos se la ha liquidado en Galicia y el Pa¨ªs Vasco el nacionalismo de izquierdas, que dicen que existe. A la derecha espa?ola la ha sustituido en el Pa¨ªs Vasco una derecha civilizada e independentista. En Galicia, no. All¨ª ha sido la misma derecha espa?ola la encargada de limpiarse a ella misma. Feij¨®o ha liquidado a Feij¨®o.
O sea, que tenemos un problema con la derecha y con la izquierda radical en Espa?a. Hay grandes extensiones del territorio donde no existe implantaci¨®n social de estas sensibilidades pol¨ªticas. No hay derecha espa?ola y casi no hay izquierda radical espa?ola. Entenderse en esas condiciones es muy dif¨ªcil. Porque faltan las formaciones con las que pueden pactar los ganadores, y faltan las personas que podr¨ªan hacerlo, si tuvieran alguien detr¨¢s, claro.
Solo en Galicia se da la posibilidad de acuerdos entre izquierda y derecha, o de nacionalismo espa?ol con otros.
Cosas del virus.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.