Impulso social

El tratamiento correcto de la recesi¨®n profunda causada por la covid-19 ha consistido en primer lugar en una fase de contenci¨®n caracterizada por la aplicaci¨®n de ayudas masivas a las empresas y a los trabajadores, para evitar el hundimiento del empleo y la demanda. L¨®gicamente, en una segunda fase, que ya deber¨ªa estar dise?ada y preparada, aunque es de temer que no sea as¨ª por el relativo fracaso de la llamada comisi¨®n de reconstrucci¨®n, tendr¨ªa que aparecer un plan de estabilizaci¨®n financiera que determine el modo de corregir el d¨¦ficit y la deuda, disparados por la crisis hasta l¨ªmites peligrosos, m¨¢s un programa de gasto e inversi¨®n que apoye y acelere la recuperaci¨®n de la econom¨ªa. Al parecer, las decisiones del Gobierno se mueven todav¨ªa con m¨¢s soltura en las tareas de contenci¨®n. El subsidio que prepara el Ejecutivo para sostener las rentas de los parados que agotaron las ayudas y la idea de aumentar el pago de los trabajadores a tiempo parcial que sufren regulaci¨®n de empleo temporal forma parte de esa fase de contenci¨®n inicial.

En cierto sentido, este subsidio, calculado inicialmente en 430 euros mensuales, viene a llenar un vac¨ªo legal evidente desde que se pusieron en marcha los ERTE y el ingreso m¨ªnimo vital. Como los ERTE no agotan derechos de desempleo, hab¨ªa que resolver la situaci¨®n de los trabajadores a quienes se agotaba la prestaci¨®n contributiva. El subsidio proyectado cumple ese objetivo garantizando una renta mensual a 550.000 trabajadores. La importancia para el consumo en un momento depresivo est¨¢ fuera de duda, aunque el impacto ser¨ªa mucho menor sin las redes de protecci¨®n del ingreso m¨ªnimo y los expedientes temporales. Pero, adem¨¢s, el Gobierno, concretamente el Ministerio de Trabajo, pretende transmitir el mensaje de que cumple con sus promesas de protecci¨®n a los trabajadores afectados por una recesi¨®n brusca y profunda.

La decisi¨®n es correcta. Refuerza la idea de que existe una pol¨ªtica de protecci¨®n social ante la crisis, se apoya en la concertaci¨®n social y refuerza la posibilidad de nuevos acuerdos para remontar el hundimiento de la econom¨ªa este a?o. Ahora es necesario prolongar la vigencia de los ERTE, porque el ministro Escriv¨¢ acierta cuando asegura que ese modelo de regulaci¨®n ha venido para quedarse. Ser¨ªa razonable que en 2021 se modificaran los ERTE actuales, para adecuar las prestaciones a una fase de recuperaci¨®n, en el supuesto de que esta se produzca.

La fase de pol¨ªticas activas de recuperaci¨®n que, hay que insistir, deber¨ªa estar ya dise?ada, necesita con urgencia los mencionados planes de estabilidad financiera y de inversiones, pero, adem¨¢s, un proyecto de presupuestos pol¨ªticamente consensuado al menos durante los pr¨®ximos tres ejercicios. La pr¨®rroga presupuestaria vigente es una anomal¨ªa que pone en evidencia las carencias de los partidos pol¨ªticos parlamentarios. El momento financiero es bueno, puesto que Espa?a recibir¨¢ una parte del fondo europeo y es m¨¢s que probable que las cuentas p¨²blicas no tengan que someterse a recortes de gasto durante el pr¨®ximo trienio. La tregua financiera deber¨ªa aprovecharse para pactar, siquiera a grandes rasgos, una pol¨ªtica de reconstrucci¨®n econ¨®mica.