Beneficios

No todo es tan malo en la desdichada peste. Algunas pr¨¢cticas han resultado ¨²tiles. La presencia constante de empleados del Gobierno parloteando en todos los medios de difusi¨®n ha facilitado elucidar algunos puntos. A m¨ª me ha permitido entender por fin qu¨¦ quiere decir ¡°ser progresista¡±.

Desde que los burgueses del siglo XVIII inventaron la noci¨®n de ¡°progreso¡± hasta su uso por parte de los doctrinarios actuales, siempre albergu¨¦ dudas. Ahora lo veo claro. Es progresista apoyar a los herederos del terrorismo vasco y tenerlos como aliados all¨ª donde se dejen. Es progresista buscar la ayuda de los reaccionarios catalanes y aceptar su prop¨®sito de empujar a los espa?oles al mar. Es progresista llamar ¡°okupaci¨®n¡± al robo legal de viviendas, negocio de mafias que oficialmente no existen. Es progresista hundir a Espa?a al ¨²ltimo lugar de Europa en la reducci¨®n de la plaga y al primero por n¨²mero de muertos. Progresista es cobrar en negro de matarifes como Maduro o los ayatol¨¢s iran¨ªes.

En fin, hay mucho m¨¢s, pero, chico, se me han quitado las ganas de ser progresista, ese vicio de toda la casta pol¨ªtica espa?ola. Toda ella, porque cuando los as¨ª llamados conservadores se pusieron progresistas aprovecharon para despedir a la ¨²nica mujer con talento que les quedaba. La capacidad para soportar la inteligencia en ese partido gallin¨¢ceo es de las m¨¢s escasas del hemisferio sur.

L¨¢stima: era la ocasi¨®n para ampliar el fr¨¢gil negocio del turismo con una industria cultural seductora y complementaria, para lo cual es imprescindible una educaci¨®n seria. Menos tabernas, m¨¢s escuelas, menos botellones, m¨¢s esfuerzo mental. Podr¨ªa ser un lema para empezar a corregir el progresismo, o sea, la secular vagancia espa?ola.