Tres brechas
La mala gesti¨®n de la vuelta al cole ahondar¨¢ las desigualdades socioecon¨®micas, entre pa¨ªses y de g¨¦nero. Es incomprensible que un Gobierno que se dice progresista se cruce de brazos ante la educaci¨®n
Improvisaci¨®n. Eso es lo que est¨¢n sufriendo estos d¨ªas cientos de miles de padres y madres, y toda la comunidad educativa. La falta de planificaci¨®n por parte de las autoridades p¨²blicas en la organizaci¨®n de la vuelta a las clases es un clamor. En medio de una pandemia de consecuencias devastadoras y tras meses sin educaci¨®n presencial, lo esperable hubiera sido que el Gobierno y las comunidades aut¨®nomas hubieran trabajado sin descanso durante todo el verano para garantizar un retorno seguro a las aulas. En cambio, hemos asistido, at¨®nitos, a la desaparici¨®n de la ministra de Educaci¨®n durante todo el verano, para reaparecer pocos d¨ªas antes de comenzar el curso endosando toda la responsabilidad a los Gobiernos auton¨®micos. La presi¨®n se ha trasladado a las familias, sobre cuyas espaldas se planta el sudoku de combinar el trabajo y el cuidado de los ni?os.
Cuando dejamos para el ¨²ltimo minuto la organizaci¨®n del curso escolar, las comunidades aut¨®nomas act¨²an de manera descoordinada e improvisan sus estrategias y la comunidad educativa es relegada a un segundo plano, se hace evidente que la educaci¨®n no es una prioridad de Estado. Resulta evidente tambi¨¦n que la gesti¨®n del Gobierno, consistente en escurrir el bulto, abrir el ocio, incluido el nocturno, prematuramente y renunciar al liderazgo imprescindible tras declarar a primeros de julio que hab¨ªamos ¡°derrotado al virus¡± ha sido como m¨ªnimo imprudente, quiz¨¢s negligente.
La reforma de la educaci¨®n, durante a?os presa de batallas ideol¨®gicas y est¨¦riles, es la gran tarea pendiente de nuestro pa¨ªs. Si en circunstancias normales la negligencia y la falta de voluntad pol¨ªtica para alcanzar acuerdos ten¨ªan implicaciones graves, ahora las consecuencias pueden ser dram¨¢ticas. Los efectos de la mala gesti¨®n de la vuelta al cole se ver¨¢n pronto reflejados en el ahondamiento de tres formas de desigualdad, de tres brechas claves.
En primer lugar, se agudizar¨¢n las desigualdades entre alumnos de entornos vulnerables y aquellos cuyas familias pueden suplir la falta de educaci¨®n presencial con m¨¢s recursos. La mera diferencia en recursos inform¨¢ticos es determinante. Mientras unos ni?os cuentan con medios para poder seguir el curso a distancia, con planes educativos adaptados y recursos a su disposici¨®n, otros muchos no tienen siquiera una conexi¨®n estable con Internet. Los datos de PISA nos muestran que m¨¢s de la mitad de los alumnos del 20% m¨¢s pobre tienen uno o ning¨²n ordenador en casa, mientras que entre los alumnos ricos el 95% cuenta con m¨¢s de un ordenador en su domicilio.
Extrapolando el efecto que tiene el par¨®n estival sobre la desigualdad educativa, la Fundaci¨®n Cotec ha mostrado en un estudio reciente que los meses de confinamiento pueden haber provocado ya una brecha de un a?o de aprendizaje entre alumnos ricos y pobres. El economista Raj Chetty, usando datos de la plataforma on line de refuerzo en matem¨¢ticas Zearn Math, muestra que los ni?os de zonas de ingresos altos pronto recuperan los niveles de aprendizaje habituales mientras que los de zonas de ingresos bajos redujeron su tiempo de aprendizaje a la mitad.
Segundo, es esperable que aumente la brecha de aprendizaje entre los alumnos de los pa¨ªses en los que la educaci¨®n presencial apenas se ha interrumpido y aquellos donde el confinamiento ha impedido el derecho efectivo a la educaci¨®n. Los alumnos de Austria y Luxemburgo pudieron retornar a las aulas antes de verano. La Rep¨²blica Checa abri¨® sus escuelas primarias para grupos reducidos a finales de mayo. En Finlandia, los tres primeros niveles de primaria abrieron en junio y en Suecia, ni siquiera llegaron a cerrar los colegios en ningun momento. Pa¨ªses como Australia o Chile adaptaron los calendarios acad¨¦micos para adelantar las vacaciones escolares. En Espa?a, los alumnos han sufrido cierres en los centros hasta el final del curso pasado. Una prolongaci¨®n de estas diferencias entre sistemas educativos, que se alargue durante este curso acad¨¦mico, tendr¨¢ consecuencias permanentes sobre las competencias de los estudiantes y debilitar¨¢ el capital humano de nuestro pa¨ªs, m¨¢s necesario que nunca para competir en la econom¨ªa global.
Finalmente, en esta vuelta al cole no solo est¨¢ en juego el derecho de los ni?os a la educaci¨®n, sino tambi¨¦n el de los padres a poder compaginar en condiciones razonables su trabajo con el cuidado de sus familias. Es absolutamente inaudito que se pueda poner en cuarentena a centros, aulas y grupos de menores sin ofrecer ninguna alternativa a las familias.
?No ser¨ªa l¨®gico dar a los progenitores una prestaci¨®n econ¨®mica extraordinaria? Seg¨²n la ministra de Hacienda, solo los adultos cuyos hijos den positivo por covid-19 podr¨¢n acogerse a la baja laboral retribuida. El resto se ver¨¢n obligados a optar por su trabajo o el cuidado de sus hijos en caso de cuarentena. No siendo lo segundo una opci¨®n ¡ªy a la espera de que se resuelvan las contradicciones sobre este importante asunto en el seno del Gobierno¡ª, la evidencia muestra que son principalmente las mujeres las que se acogen a reducciones de jornada con menores salarios. La brecha de g¨¦nero, que es principalmente una brecha entre quienes llevan el cuidado de los menores, crecer¨¢ en ausencia de medidas.
?Es este escenario inevitable? No, de ninguna manera.
Mantener los colegios abiertos deber¨ªa ser una prioridad nacional, para evitar mayores da?os a esta generaci¨®n de escolares y garantizar la igualdad de oportunidades y su derecho a la educaci¨®n. Lo que hace falta es preparaci¨®n, inversi¨®n y voluntad pol¨ªtica, es decir, lo contrario de lo que estamos viendo.
Pero todav¨ªa podemos actuar. La falta de preparaci¨®n debe suplirse ahora con un esfuerzo conjunto de todas las Administraciones. La inversi¨®n, apoyada por los fondos europeos para la reconstrucci¨®n, debe orientarse a reducir el tama?o de los grupos y un plan de modernizaci¨®n educativa que cierre la brecha digital entre hogares y forme a los profesores en la docencia a distancia. Adem¨¢s, para familias con hijos en cuarentena, es crucial ofrecer alternativas de conciliaci¨®n. No es de recibo que el coste de los rebrotes recaiga exclusivamente sobre las familias. Para que puedan compaginar su trabajo y los cuidados, es necesario ampliar la prestaci¨®n extraordinaria para el cuidado de hijos enfermos y las reducciones de jornada bonificadas.
Es incomprensible que un Gobierno que se dice progresista se cruce de brazos y no se vuelque en resolver sus diferencias y garantizar el mayor ascensor social, la educaci¨®n. El Ejecutivo se ha limitado a instar a las comunidades aut¨®nomas a evitar cerrar los colegios y se ha desentendido de su labor de coordinaci¨®n. Sigue sin poner sobre la mesa recursos econ¨®micos que impidan que la desigualdad educativa se agudice. Claramente, no es suficiente. En sus manos, en las de todos, esta evitar que esta infame serie de errores de gesti¨®n y planificaci¨®n se traduzca en consecuencias permanentes para el bienestar presente y futuro de los ni?os y las familias. Pongamos de una vez a la educaci¨®n en el centro, en el coraz¨®n de nuestro plan de reconstrucci¨®n.
Luis Garicano es jefe de la delegaci¨®n de Ciudadanos en el Parlamento europeo, es vicepresidente y portavoz econ¨®mico de Renew Europe.
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