Ante el ascenso chino
China est¨¢ aprovechando el caos trumpista para avanzar en el relevo en el liderazgo mundial
Mucho hay en juego en la carrera de la vacuna contra el Covid. No tan solo en el plano sanitario y econ¨®mico. Como sucedi¨® con la conquista del espacio, son muchos los gobiernos que quieren situarse en cabeza y asentar su hegemon¨ªa geopol¨ªtica. No tienen nada de extra?o, por tanto, las denuncias de ciberespionaje e incluso de sustracci¨®n por parte de hackers chinos y rusos de informaci¨®n de varios laboratorios occidentales, espa?oles entre otros.
Aunque el Gobierno chino lo ha desmentido, su existencia cuadra con las interferencias electorales y la posibilidad de que se repitan en la elecci¨®n presidencial en Estados Unidos, esta vez tambi¨¦n por parte de China e Ir¨¢n. La intoxicaci¨®n a trav¨¦s de las redes sociales y el hackeo de sistemas inform¨¢ticos, parte intr¨ªnseca de las guerras incruentas que conforman el nuevo desorden internacional, no pueden entenderse sin la promoci¨®n de tales actividades desde la propia Casa Blanca,
China est¨¢ aprovechando el caos trumpista para avanzar en el relevo en el liderazgo mundial. Trump abandon¨® el Tratado Comercial Transpac¨ªfico y demostr¨® su escasa confianza en sus aliados, especialmente Corea del Sur. Su inter¨¦s exclusivo en la negociaci¨®n comercial abri¨® la pista libre para que China siga avanzando en su proyecto espec¨ªfico de globalizaci¨®n alrededor de la Nueva Ruta de la Seda. Y su actitud condescendiente con los dictadores ha mandado se?ales equ¨ªvocas respecto a Xing Jiang, Tibet, Hong Kong e incluso los l¨ªmites mar¨ªtimos del Mar de China meridional y Taiw¨¢n.
Mientras tanto, ha sido prodigioso el salto chino en 5G e inteligencia artificial, en parte debido al aprovechamiento de tecnolog¨ªas ajenas. Pek¨ªn act¨²a como Mosc¨² ante el vac¨ªo geopol¨ªtico, pero a diferencia de Mosc¨² cuenta con m¨²sculo para aspirar al liderazgo mundial. El peligro ya ha suscitado un ins¨®lito consenso en Estados Unidos entre dem¨®cratas y republicanos. La Uni¨®n Europea no debe quedar al margen ni renunciar a su protagonismo. A menos que se conforme a la pasiva funci¨®n de campo de juego del nuevo combate bipolar.
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