Joe y Kamala, la extra?a pareja
Harris aporta la fuerza para el cambio frente a Biden, que simboliza la vuelta a un viejo pasado anterior al destrozo democr¨¢tico y social de Trump
Joe y Kamala, la extra?a pareja colocada por el destino entre los ciudadanos estadounidenses. Un casi octogenario blanco y una mujer de 55, jurista, senadora por California, negra, hija de inmigrantes asi¨¢ticos. Si el ticket es elegido el 3 de noviembre, Joe Biden ya ha anunciado que ser¨¢ un presidente de transici¨®n, de un solo mandato ¡ªha cumplido 77 a?os¡ª que har¨¢ de puente generacional en un pa¨ªs cuya edad media es de 38 a?os, una naci¨®n de millennials. Kamala Harris estar¨¢ a un latido de coraz¨®n del Despacho Oval. Dos por el precio de uno.
Biden, cat¨®lico, irland¨¦s, clase media: hijo de un padre que vend¨ªa coches usados. Labrado por 50 a?os de vida p¨²blica, 35 de ellos como senador y ocho como vicepresidente de Obama. La historia de Joe est¨¢ marcada por la desgracia familiar: perdi¨® a su primera mujer y a su hija peque?a en un accidente automovil¨ªstico y luego a su hijo mayor, v¨ªctima de un c¨¢ncer cerebral. Pruebas que super¨® y le imprimieron car¨¢cter, lo mismo que dos fracasos en sendos intentos de alcanzar la Casa Blanca.
?La tercera ser¨¢ la vencida? Puede. Pol¨ªticamente es un moderado. El polo opuesto del peligroso socialista del que habla Donald Trump, el presidente m¨¢s extravagante de la era contempor¨¢nea. Pero Biden entiende que EE UU necesita una transformaci¨®n real, que pal¨ªe una desigualdad insoportable, una sanidad inalcanzable todav¨ªa para millones de ciudadanos, enterrar el racismo estructural a¨²n persistente.
Su plataforma electoral reconoce la importancia de dar la batalla contra las consecuencias del cambio clim¨¢tico y propone incrementar el paraguas sanitario reforzando la opci¨®n p¨²blica. No cree, sin embargo, en la sanidad con el Estado como ¨²nico pagador. Estamos ante un pol¨ªtico pragm¨¢tico, sin carga ideol¨®gica, convencido de que el cambio necesario no vendr¨¢ desde el radicalismo de los extremos, sino desde el centro. Una gran empat¨ªa es su trazo de personalidad m¨¢s acentuado, ¨²til para sanar una naci¨®n enferma.
Biden convierte la elecci¨®n de Harris como vicepresidenta en su principal mensaje electoral. Refleja la diversidad del pa¨ªs. Consolidar¨¢ el apoyo de los votantes negros y tambi¨¦n de las mujeres blancas, los j¨®venes, los inmigrantes y otras minor¨ªas. Confirma el ascenso del poder femenino y permite so?ar en una presidenta de color. Kamala aporta la fuerza para el cambio frente a Biden, que simboliza la vuelta a un viejo pasado anterior al destrozo democr¨¢tico y social de Trump.
Biden conf¨ªa, quiz¨¢s en exceso, en la baza de convertir la elecci¨®n en un plebiscito sobre Trump. La catastr¨®fica gesti¨®n de la pandemia, casi 200.000 muertos, m¨¢s de tres veces las v¨ªctimas de la guerra de Vietnam y el destrozo de la econom¨ªa, destinada a ser el principal argumento de Trump para repetir mandato, son los principales argumentos para el cambio en la Casa Blanca. Porque los estadounidenses no viven ahora mejor que hace cuatro a?os. Pero la partida no est¨¢ a¨²n decidida.
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