Cuando el Parlamento sobra
El Ejecutivo venezolano vac¨ªa de contenido el hemiciclo al recibir facultades absolutas y discrecionales
La pena del historiador Trino M¨¢rquez es que Venezuela haya retrocedido hasta el final de la tiran¨ªa de Juan Vicente G¨®mez (que gobern¨® desde 1908 hasta 1935), cuando era la naci¨®n casi feudal descrita por R¨®mulo Betancourt cuando propon¨ªa la movilizaci¨®n contra el caudillismo militarista, la entrada de civiles al frente de la cosa p¨²blica y la exclusi¨®n de los elementos uniformados de la Administraci¨®n. Una min¨²scula clase media integrada en la burocracia del Estado, artesanos pobres, campesinos arruinados y el proletariado petrolero constitu¨ªan la fuerza laboral de la rep¨²blica. Casi un siglo despu¨¦s, la depauperaci¨®n nacional convalida la remembranza. Apenas el 15% de la poblaci¨®n venezolana cuenta con ingresos para vivir dignamente. El origen de la crisis que ha llevado al chavismo a promulgar la Ley Constitucional Antibloqueo no es yanqui, que tambi¨¦n, sino consecuencia de estructuras insostenibles y, fundamentalmente, de la autoritaria ineptitud gubernamental. Aunque sirve para amordazar al Parlamento si ganase la oposici¨®n, el texto de la Asamblea Constituyente pretende acuerdos petroleros con consorcios nacionales y extranjeros, sin control legislativo y garant¨ªas de confidencialidad para eludir el cerco punitivo de EE UU. Previsiblemente, los primeros interesados en las nuevas empresas mixtas ser¨¢n chinos, rusos e iran¨ªes.
Por elevaci¨®n, la ley sepulta las exigencias de la oposici¨®n y de la Uni¨®n Europea para participar en las legislativas de diciembre porque, en la guerra contra las sanciones imperiales, la democracia y el Parlamento estorban. El Ejecutivo vac¨ªa de contenido el hemiciclo al recibir facultades absolutas y discrecionales para ignorar leyes, sentencias, tratados internacionales, reestructurar el Estado, arbitrar medidas de excepci¨®n y limitar la libertad de expresi¨®n para proteger a los socios extranjeros. La operaci¨®n tiene que desarrollarse en secreto porque el enemigo acecha y el capital es cobarde. Pedir elecciones transparentes en Venezuela es empe?o ocioso. Maduro anunci¨® en agosto que la Constituyente, concebida para contrarrestar la hostilidad de la opositora Asamblea Nacional, se disolver¨ªa en diciembre, despu¨¦s de las legislativas; antes encarg¨® una ley que no pudiera anular el nuevo Parlamento por tener rango constitucional y porque la potestad abrogatoria corresponde a la Constituyente, que es plenipotenciaria y amiga. El edicto se fragu¨® entre gallos y medianoche, tritura la divisi¨®n de poderes y consagra a Maduro como juez y parte. Cualquier denuncia sobre la derogaci¨®n de facto de la Carta Magna, dir¨ªjanse al Tribunal Supremo, que ya est¨¢ avisado. Al chavismo de inspiraci¨®n marxista le escuece que desde las propias filas y el partido comunista le imputen entreguismo al capital extranjero y una encubierta desnacionalizaci¨®n de los hidrocarburos. Si les llaman socialdem¨®cratas, es como mentarles la madre.
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