Pasos de acercamiento
La actual pol¨ªtica penitenciaria se adapta de forma coherente al fin del terrorismo de ETA
Nueve a?os despu¨¦s del cese del terrorismo y a dos y medio de su disoluci¨®n no hay indicios de ETA. Sus 197 presos son los restos del naufragio. S¨®lo una ¨ªnfima minor¨ªa de ellos ¡ªno llegan a 15, seg¨²n Instituciones Penitenciarias¡ª defiende el terrorismo, y la mayor¨ªa asume la legalidad penitenciaria. Desaparecido el terrorismo, no tiene sentido que la pol¨ªtica penitenciaria siga los criterios de la lucha antiterrorista, cuya primera expresi¨®n en este ¨¢mbito era la dispersi¨®n y alejamiento para romper su cohesi¨®n. En esta situaci¨®n, tiene sentido dar pasos para que los presos cumplan su condena en c¨¢rceles pr¨®ximas al lugar de arraigo. Desde que lleg¨® a Interior, Fernando Grande-Marlaska ejerce esta pr¨¢ctica legal a trav¨¦s de las Juntas de Tratamiento de las prisiones que elevan las propuestas de traslado, analizando caso por caso. Son ya 84 los presos acercados esta legislatura por este procedimiento. Tambi¨¦n se han acelerado sus cambios de grado. 42 de los 197 presos han pasado del primer grado al segundo.
En marzo, el Gobierno traspasar¨¢ a Euskadi la gesti¨®n de prisiones, reconocida en el Estatuto vasco. No es descartable un pulso de Instituciones Penitenciarias con quienes, siguiendo el caso de los presos catalanes del proc¨¦s, planteen una interpretaci¨®n flexible de la ley para beneficiar a los de ETA. Para impedirlo, Instituciones Penitenciarias est¨¢ evitando que el acercamiento de presos desemboque en prisiones vascas. El obst¨¢culo de fondo es que la Ley Penitenciaria es m¨¢s exigente con los presos etarras que con los comunes para pasar al tercer grado (semilibertad). Se les exige una declaraci¨®n de arrepentimiento, pero el colectivo de presos rechaza ese paso. Sortu podr¨ªa desempe?ar un papel clave por su influencia en ese colectivo. El partido rechaza el terrorismo en sus estatutos, pero no se arrepiente de su pasada complicidad con ¨¦l. Es una asignatura que tiene pendiente, especialmente con las v¨ªctimas, y que los partidos democr¨¢ticos exigen para su homologaci¨®n. Es un paso necesario.
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