Esto no es un juego
Olvid¨¦monos de la igualdad de condiciones. En la relaci¨®n entre la Uni¨®n Europea hay asuntos m¨¢s importantes sobre la mesa
El gran estratega chino Sun Tzu escribi¨®: ¡°La estrategia sin t¨¢ctica es el camino m¨¢s lento a la victoria. La t¨¢ctica sin estrategia es el ruido que precede a la derrota¡±. A finales de esta semana, la Uni¨®n Europea podr¨ªa celebrar una ruidosa victoria t¨¢ctica sobre Reino Unido si Boris Johnson cede a sus exigencias sobre la igualdad de condiciones y la pesca. Tambi¨¦n cabe la posibilidad de que no haya acuerdo....
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El gran estratega chino Sun Tzu escribi¨®: ¡°La estrategia sin t¨¢ctica es el camino m¨¢s lento a la victoria. La t¨¢ctica sin estrategia es el ruido que precede a la derrota¡±. A finales de esta semana, la Uni¨®n Europea podr¨ªa celebrar una ruidosa victoria t¨¢ctica sobre Reino Unido si Boris Johnson cede a sus exigencias sobre la igualdad de condiciones y la pesca. Tambi¨¦n cabe la posibilidad de que no haya acuerdo. En cualquiera de los dos casos, ambas partes habr¨ªan perdido la oportunidad de ganarse al otro para sus intereses mutuos.
No tengo ni idea de si los tumultuosos sucesos acaecidos en Downing Street inclinar¨¢n m¨¢s o menos a Johnson a buscar un compromiso. Desde luego, yo no cometer¨ªa el error de leer demasiadas cosas en la marcha de Dominic Cummings. La defenestraci¨®n tiene que ver con rivalidades personales, y no con el Brexit.
Esta semana, las negociaciones bilaterales entrar¨¢n en su decisiva fase final. Las alternativas son un fracaso completo o un acuerdo superficial que no dejar¨¢ contento a nadie. Mi opci¨®n preferida ser¨ªa una tercera: un pacto amistoso para poner fin a las discusiones ahora, prepararse para un Brexit sin acuerdo con facilidades al comercio, y volver a empezar el a?o que viene. Pero este no es el resultado m¨¢s probable. Quiz¨¢ consigamos aclararnos un poco antes de la reuni¨®n del Consejo Europeo convocada para el s¨¢bado.
El mayor error intelectual de la Uni¨®n Europea ¡ªy de los brit¨¢nicos partidarios de la permanencia¡ª es fijarse exclusivamente en qui¨¦n resultar¨¢ m¨¢s perjudicado si hay un Brexit sin acuerdo. Dado que Reino Unido es m¨¢s peque?o que la UE, es una verdad de perogrullo que, en conjunto, el primero sufrir¨¢ m¨¢s. Pero, cuidado, no vayamos a sacar conclusiones err¨®neas de esta observaci¨®n.
Para empezar, la Uni¨®n Europea tiene un voluminoso y persistente super¨¢vit comercial con Reino Unido concentrado en gran medida en Pa¨ªses Bajos y Alemania. Asimismo, hay que tener en cuenta que los electores europeos no votaron a favor del Brexit. Alguien que est¨¦ en Bruselas puede echar la culpa a Johnson de un Brexit sin acuerdo. Los votantes europeos, sin embargo, se la echar¨¢n a ¨¦l. Ellos no votaron que Reino Unido saliese de la Uni¨®n Europea, y est¨¢n menos preparados para ello.
Un problema a¨²n mayor de las obsesiones con la suma cero es que pierden la perspectiva. La UE y el Reino Unido se necesitan mutuamente para hacer frente a asuntos mucho m¨¢s importantes que la relaci¨®n entre ambos: el cambio clim¨¢tico, la emigraci¨®n masiva, la emergencia de China como competidor estrat¨¦gico y el acuerdo nuclear con Ir¨¢n. Tanto la Uni¨®n como Reino Unido est¨¢n confusos en cuanto a cu¨¢l ser¨¢ el futuro de la relaci¨®n transatl¨¢ntica. Es probable que muchas de las discrepancias persistan bajo la presidencia de Joe Biden.
Si la UE actuase estrat¨¦gicamente, tendr¨ªa en cuenta que Reino Unido es miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Su capacidad militar es complementaria de la nuestra. Sus servicios secretos son superiores a los de la mayor¨ªa de los pa¨ªses de la Uni¨®n. Tambi¨¦n nos lleva ventaja en inteligencia de se?ales, y gasta m¨¢s en investigaci¨®n en inteligencia artificial que nosotros.
Y viceversa, Reino Unido deber¨ªa superar las guerras del Brexit y centrarse en qu¨¦ hace falta para que su salida de la Uni¨®n Europea acabe bien. Necesitar¨¢ una nueva pol¨ªtica industrial, pero tambi¨¦n una alianza estrat¨¦gica con la UE. Un acuerdo comercial con Canad¨¢, sencillamente, no es el marco adecuado.
Yo instar¨ªa a ambas partes a que den un paso atr¨¢s esta semana y recuperen la perspectiva. Asimismo, puedo ver razones para defender una mayor sinton¨ªa normativa en lo que a ayudas p¨²blicas se refiere. Tambi¨¦n entiendo el argumento de Reino Unido de que la soberan¨ªa abarca los caladeros. Sin embargo, lo que me cuesta ver es por qu¨¦ ambas partes iban a querer sacrificar la asociaci¨®n bilateral por alguno de los supuestos anteriores.
Ambos deber¨ªan considerar tambi¨¦n los posibles ¡°riesgos de cola¡±. Creo que la Uni¨®n Europea est¨¢ demasiado segura de que el Brexit va a acarrear una disminuci¨®n permanente del crecimiento econ¨®mico. ?Estamos realmente seguros de que los analistas han acertado en sus pron¨®sticos? Yo me he vuelto muy cauteloso con las predicciones econ¨®micas a largo plazo. Los imprevistos que interfieren suelen ser m¨¢s fuertes que las tendencias predecibles. Si un Brexit sin acuerdo se convirtiese en un ¨¦xito inesperado, podr¨ªamos haber abierto los ojos a otros posibles candidatos a la salida, lo cual ser¨ªa de escasa utilidad.
Un estratega inteligente evitar¨ªa esta ruta y prestar¨ªa atenci¨®n a la advertencia de Sun Tzu sobre las ruidosas victorias t¨¢cticas. Existe un riesgo real de que la Uni¨®n Europea y Reino Unido lo entiendan mal.
Wolfgang M¨¹nchau es director de eurointelligence.com
Traducci¨®n de News Clips.