Los tanqueros fantasmas de Sergei Basov
A pesar de la calamidad que entra?an la pandemia y el estrechamiento de las sanciones estadounidenses, PDVSA vio en septiembre pasado saltar las cifras de exportaciones hasta los 700.000 barriles diarios
La historia de c¨®mo surgieron los observatorios satelitales del movimiento de los tanqueros en aguas del planeta puede resultar fascinante a quien hurgue siquiera un poco en ella.
Es un cuento muy propio de lo que Fareed Zakaria ha llamado ¡°mundo posamericano¡± y est¨¢ hecho, entre otros elementos, de infatigables periodistas de investigaci¨®n y de compa?¨ªas navieras muy hechas a despistar a las agencias estadounidenses y europeas encargadas de la observancia de las sanciones econ¨®micas contra Gobiernos tir¨¢nicos y forajidos.
El cuento es tributario de un relato muy largo y caudalos...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
La historia de c¨®mo surgieron los observatorios satelitales del movimiento de los tanqueros en aguas del planeta puede resultar fascinante a quien hurgue siquiera un poco en ella.
Es un cuento muy propio de lo que Fareed Zakaria ha llamado ¡°mundo posamericano¡± y est¨¢ hecho, entre otros elementos, de infatigables periodistas de investigaci¨®n y de compa?¨ªas navieras muy hechas a despistar a las agencias estadounidenses y europeas encargadas de la observancia de las sanciones econ¨®micas contra Gobiernos tir¨¢nicos y forajidos.
El cuento es tributario de un relato muy largo y caudaloso, la prolongaci¨®n en el siglo XXI de la guerra mundial por el recurso petrolero que comenz¨® en un manadero de brea de Titusville, Pensilvania, hacia 1859.
Los personajes, lugares y sucesos de esa historia de tanqueros y detectives satelitales claman desde hace tiempo por escritores de la talla de Eric Ambler, David Chase o P¨¦rez-Reverte que den forma, no dir¨¦ ya a un novel¨ªstica, sino a toda una familia de series para plataforma de streaming. Con sagas escindibles en spinoffs, secuelas y precuelas. El cap¨ªtulo de hoy trata de un hombre de negocios ruso, el se?or Sergei Basov, y del Otoman, un tanquero categor¨ªa VLCC (Very Large Crude Carrier), es decir, un tanquero jumbo.
Un reportaje de Reuters dio cuenta, la semana pasada, de que en agosto de este a?o el Otoman fonde¨® ante una terminal petrolera del oriente de Venezuela para cargar m¨¢s de un mill¨®n ochocientos mil barriles de crudo pesado. En el reportaje no figura la bandera del buque pero quiz¨¢ no sea una omisi¨®n porque la virtud mayor del Otoman es ser, precisamente, un tanquero fantasma.
La ¨²nica identificaci¨®n que figura en el manifiesto aduanal en poder de Petr¨®leos de Venezuela (PDVSA) es un n¨²mero corrientemente asignado por la Organizaci¨®n Mar¨ªtima Internacional. De acuerdo a la base de datos de la OMI ( organismo de Naciones Unidas que vela por la seguridad del comercio naviero), el n¨²mero de que hablo corresponde a otro tanquero, el Rubyni.
El Rubyni fue botado al agua, muy probablemente desde un astillero israel¨ª, hace m¨¢s de veinte a?os. Hacia al final de su carrera, el Rubyni navegaba bajo bandera de Comoros.
Para irnos entendiendo, Comoros es un pa¨ªs insular del Oc¨¦ano ?ndico, situado entre Madagascar y Mozambique. Hace dos a?os el Rubyni fue desguazado por completo en un astillero de Bangladesh muy utilizado para estos fines por armadores iran¨ªes. El Tubyni desapareci¨® pero alguien se apoder¨® del n¨²mero de la IMO que ahora ¡°identifica¡± al Otoman.
No sabr¨ªa yo decirle d¨®nde en el mundo estar¨¢ el Otoman en este preciso momento pero es m¨¢s que probable que se dirija a alguna gigantesca refiner¨ªa de la isla de Dayushan, en China. Forma parte de la treintena o m¨¢s de tanqueros con identificaci¨®n descaminadora fletados por compa?¨ªas como la Wanneng Munay, una casa importadora cuya direcci¨®n, tal como figura en la base de datos de PDVSA, es Stremyanni pere¨²lok, 31/1, en Mosc¨². Una humorada, sin duda, porque all¨ª lo que funciona es el Consulado General de Espa?a en la capital rusa. A los del consulado no les ha hecho esto ninguna gracia.
La Wanneng, al igual que otra media docena de nov¨ªsimas empresas con poca o nula experiencia en el negocio petrolero, aparece vinculada a un grupo sombrilla cuyo fundador y vicepresidente ejecutivo es el se?or Sergei Basov. Sergei solo es titular del 1% del paquete accionario, el resto pertence a una empresa resitrada en Dubay . ?La direcci¨®n? Otra humorada: una oficina desierta en la Zona Franca de Dubai.
Casualmente, una colega de Basov es venezolana y se llama Betsy Desir¨¦e, como villana de telenovela de Radio Caracas TV. Betsy ha estado vinculada a capitales turcos muy activos en el negocio de las controvertidas cajas de alimentos subsidiados por la dictadura de Maduro. El cometido de Betsy y Sergei es hacer llegar crudo venezolano a sus compradores asi¨¢ticos.
La probada destreza iran¨ª para armar tanqueros fantasmas, borrar toda traza de registro de origen, navegar ¡°en la oscuridad¡± desconectando a conveniencia los transpondedores de las naves, el cambio de banderas o el transbordo de carga de un tanquero a otro en altamar, etc¨¦tera, es la transferencia de know how de mayor valor en la relaci¨®n entre Venezuela e Ir¨¢n.
Gracias a ello, Venezuela ha podido afrontar la deserci¨®n de Rusia como comercializadora de su crudo una vez que las sanciones gringas entraron en vigor.
A pesar de la calamidad que entra?an la pandemia y el estrechamiento de las sanciones estadounidenses, PDVSA vio en septiembre pasado saltar las cifras de exportaciones hasta los 700.000 barriles diarios. En su peor momento, las exportaciones de Venezuela llegaron durante meses a estar por debajo de los 400.000 barriles diarios, un nivel m¨¢s propio de los a?os 40 del siglo pasado.
Sin embargo, los falsos emprendimientos de Sergei y Betsy Desir¨¦e , junto con los tejemanejes de los tanqueros fantasmas iran¨ªes y a otras muchas astucias de eximport, lograron que, entre abril y octubre de este a?o, PDVSA exportase 25 millones de barriles de crudo por un valor calculado en 540 millones de d¨®lares.
?Significa esto que las sanciones son insuficientes, por no decir in¨²tiles? No lo s¨¦. Significan solo 540 millones de d¨®lares verdes en manos de Maduro mientras en el municipio de La Concepci¨®n, cerca de Maracaibo, la gente humilde perfora los oleoductos, o recoge crudo directamente de los manaderos naturales, para malamente destilar crudo en serpentines artesanales dispuestos en los patios traseros de sus rancher¨ªas.
As¨ª obtienen un l¨ªquido vol¨¢til que, sin aditivos estabilizadores, ya ha ocasionado graves accidentes dom¨¦sticos y da?ado irremediablemente los motores del transporte p¨²blico. Los guasones lo han bautizado ¡°Maduro Cero Octanos¡±.