El nuevo ministro del Supremo de Bolsonaro sorprende con su defensa de la laicidad del Estado
M¨¢s que terriblemente evang¨¦lico, el nuevo magistrado K¨¢ssio Nunes Marques debe ser terriblemente fiel a la Constituci¨®n
El presidente Jair Bolsonaro hab¨ªa anunciado que el primer nombramiento de un nuevo magistrado del Supremo ser¨ªa alguien ¡°terriblemente evang¨¦lico¡±, lo que cre¨® preocupaci¨®n dado que Brasil, por Constituci¨®n, es un Estado laico. El nuevo ministro del Supremo, K¨¢ssio Nunes Marques, sin embargo, sorprendi¨® en su actuaci¨®n en la Corte Suprema el pasado d¨ªa 24 al defender con ¨¦nfasis la laicidad del Estado, que debe respetar todas las confesiones religiosas por igual sin identificarse con ninguna.
Seg¨²n Nunes Marques, ¡°la laicidad del Estado no significa Estado ateo sino Estado de todas las religiones y de religi¨®n alguna¡±. Y a?adi¨® que ¡°el hecho es que el Estado no debe privilegiar alguna religi¨®n y que el mantenerse neutro no significa mostrar postura hostil o impeditiva de religiosidad¡±.
La postura impecable del nuevo magistrado en la defensa de la laicidad del Estado contrasta con la idea casi obsesiva de Bolsonaro desde que era un simple diputado cuando defend¨ªa que el Estado brasile?o no es laico sino cristiano. ¡°Dios encima de todo. No quiero esa historia de Estado laico¡±, grit¨® durante la campa?a electoral y a?adi¨® en el Congreso que ¡°el Estado es cristiano y la minor¨ªa que est¨¦ en contra que se mude. Las minor¨ªas deben inclinarse ante las mayor¨ªas¡±.
Nos es il¨®gico pensar que el sue?o de Bolsonaro y de los pastores evang¨¦licos, que tienen ya tres partidos propios en el Parlamento y est¨¢n presentes en otros 16 de ellos, es el de cambiar la Constituci¨®n para eliminar su laicidad y cambiarla por la Biblia, para crear una especie de Rep¨²blica isl¨¢mica.
Y el sue?o de los evang¨¦licos, que son m¨¢s el 30% de la poblaci¨®n, fue siempre el de tener un presidente de ellos. Hasta ahora solo han conseguido que un diputado, el pastor Marco Feliciano, presidiera la importante Comisi¨®n Parlamentar de los Derechos Humanos. El pastor Silas Malafaia, de la Asamblea de Dios Victoria en Cristo, ya hab¨ªa profetizado que ¡°era voluntad de Dios que llegara a la presidencia un evang¨¦lico¡±.
Con Bolsonaro lo han conseguido solo a medias ya que en verdad fue siempre cat¨®lico y se hizo rebautizar en la Iglesia Evang¨¦lica por c¨¢lculos electorales ya que esas iglesias poderosas mueven millones de votos bajo el lema ¡°el hermano vota al hermano¡±.
Todos los presidentes hasta ahora en las campa?as electorales han tenido que rendirse a los evang¨¦licos y arrodillarse a pedir su bendici¨®n incluso cuando se trat¨® de la candidata agn¨®stica Dilma Rousseff, escogida por Lula para sustituirle. Dilma se vio obligada, para no perder los votos de los evang¨¦licos, a enviarles una carta comprometi¨¦ndose a no tocar la ley contra el aborto durante su mandado. Dilma fue elegida y fue fiel a su promesa.
El diputado Feliciano, que hab¨ªa sido monaguillo a los 13 a?os en la Iglesia Cat¨®lica y se convirti¨® al evangelismo cuando consigui¨® salir del mundo de las drogas, hoy es un evang¨¦lico que llega a decir que ¡°los cat¨®licos adoran a Satan¨¢s y tienen sus cuerpos entregados a la prostituci¨®n¡±.
En Brasil el reino de Dios es cada vez m¨¢s de este mundo. Las iglesias evang¨¦licas y pentecostales act¨²an cada vez m¨¢s como un Tea Party a la brasile?a.
El pastor Feliciano que dirige una de las Iglesias m¨¢s importantes lleg¨® a decir que los africanos ¡°cargan con una maldici¨®n divina desde los tiempos de No¨¦¡±, lo que les hace ¡°ser negros y pobres¡±.
Es pronto para saber si el nuevo ministro del Supremo se mantendr¨¢ firme en la defensa de la Constituci¨®n y del Estado laico. Y es a¨²n dif¨ªcil saber lo que Bolsonaro ha pensado de la defensa de la laicidad del Estado hecha por su magistrado ¡°terriblemente evang¨¦lico¡± . Como es pronto saber si, cuando se trate de asuntos que toquen el delicado tema de las acusaciones de corrupci¨®n de la familia de Bolsonaro, el nuevo magistrado seguir¨¢ siendo consecuente con su juramento de defender la Constituci¨®n en vez de ser un lacayo del presiente que lo escogi¨® a dedo.
Para no caer en el pesimismo prefiero pensar que el presidente ha quedado defraudado con su nuevo ministro y que este preferir¨¢ no ensuciar su carrera de alto jurado de la Corte Suprema y, como acaba de expresarlo, ser fiel a la Constituci¨®n.
Prefiero pensar que esa defensa abierta de la laicidad del Estado sancionada por la Constituci¨®n seguir¨¢ estando en consonancia con la independencia que debe tener todo magistrado del Supremo, algo que no siempre ha sido as¨ª, ya que ha llevado no pocas veces a relaciones esp¨²reas entre algunos magistrados y el mundo pol¨ªtico, al que tantas veces se han doblegado traicionando la importante separaci¨®n entre las instituciones que deben ser independientes como exige la Constituci¨®n.
M¨¢s que terriblemente evang¨¦licos los magistrados del Supremo deben ser terriblemente fieles a la Constituci¨®n sin trapicheos pol¨ªticos que acaban denigrando la Carta Magna de los brasile?os.
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