Si son seguras, habr¨¢ vacunas
La infecci¨®n natural es mucho m¨¢s peligrosa que la inoculaci¨®n de un medicamento autorizado
Antes de mitad del siglo XX no era as¨ª, pero en las muchas d¨¦cadas que ya llevamos con vacunas autorizadas con ensayos cl¨ªnicos rigurosos se ha seguido y monitorizado cuidadosamente si hay efectos adversos durante las fases 1, 2 y 3 de los ensayos cl¨ªnicos y despu¨¦s, cuando se comercializan, en la llamada fase 4.
Las vacunas son los medicamentos con m¨¢s voluntarios en los ensayos cl¨ªnicos. Hoy hay todav¨ªa muchos m¨¢s, para poder sacar cuanto antes las conclusiones de si son eficaces, porque para eso hay que esperar a que suficientes voluntarios contraigan el coronavirus de forma natural. Adem¨¢s, con gran diferencia, las vacunas son los medicamentos a los que se hace mayor seguimiento tras su comercializaci¨®n. Por eso, son los m¨¢s seguros.
Los efectos de corta duraci¨®n, en el d¨ªa o par de d¨ªas tras la inoculaci¨®n o vacunaci¨®n, inducen inflamaci¨®n para reclutar a los mediadores de nuestro sistema inmunitario y poder entrenarlo. Esto es buena se?al e indica que la vacuna est¨¢ prendiendo, est¨¢ llevando a cabo en nuestro organismo su trabajo instructor de la memoria inmunitaria, que nos proteger¨¢ en el futuro. Estos efectos son los t¨ªpicos enrojecimientos, calor, picor, entumecimiento de la zona vacunada, que a veces se extiende a zonas m¨¢s lejanas o causa fiebre. Hay personas en las que son menos llamativos estos efectos, pero la eficacia de la inmunizaci¨®n no depende de eso.
Los efectos adversos de vacunas que se han abandonado para siempre por problemas, o los de las vacunas buenas que se han acabado comercializando, han tenido lugar en general entre las primeras seis semanas y los dos meses transcurridos tras la finalizaci¨®n de la administraci¨®n de todas las dosis de la vacunaci¨®n. Este tiempo es suficientemente corto y no se ha tenido que acortar, ni se tendr¨¢ que acortar en el futuro, para las vacunas contra este coronavirus SARS-CoV-2. De hecho, la primera compa?¨ªa en adelantar datos ha comunicado que su vacuna es segura tras haberla probado en unos 8.000 voluntarios que han recibido todas las dosis y tras dos meses desde la ¨²ltima inyecci¨®n en cada uno de ellos. La eficacia solo tiene datos de menos de 200 voluntarios vacunados que se han infectado naturalmente.
Ahora las compa?¨ªas seguir¨¢n estudiando la seguridad en los vacunados durante los ensayos cl¨ªnicos y en todos los vacunados despu¨¦s, si se permite su uso en emergencias o condicional, que es lo que han solicitado. As¨ª se podr¨¢ ver m¨¢s adelante si hay otros efectos adversos severos tambi¨¦n tempranos tras acabar la vacunaci¨®n de una persona; efectos que ser¨ªan tan poco frecuentes que solo hay suficientes casos de ellos cuando se ha vacunado a decenas de millones de personas. En esto tambi¨¦n vamos a tener los datos antes, pero no porque aceleremos nada ni perdamos rigor. La raz¨®n de esta rapidez es que con los primeros preparados se vacunar¨¢ a tanta gente en el mundo y en tan poco tiempo que llegaremos a esas decenas de millones de vacunados mucho antes que nunca en la historia.
En cambio, cuando se vacuna poco a poco a la poblaci¨®n con un medicamento nuevo, se tarda mucho en ver los efectos adversos muy poco frecuentes de esa vacuna. Y esto no es porque ocurran muy tarde tras la vacunaci¨®n de cada persona, sino porque se tarda en vacunar a un n¨²mero suficiente de personas para tener las cifras de efectos adversos que hagan saltar las alarmas.
Las infecciones naturales son las que s¨ª tienen secuelas a largo plazo tras la infecci¨®n. Ahora, a pesar del poco tiempo que ha pasado, ya se ven secuelas en un plazo m¨¢s largo de dos meses en los enfermos que contrajeron de forma natural el coronavirus. La varicela natural tiene la secuela del z¨®ster varias d¨¦cadas (o unos pocos a?os) despu¨¦s de la primera infecci¨®n. El sarampi¨®n natural tiene la secuela de la panencefalitis esclerosante subaguda y letal, y es como una d¨¦cada despu¨¦s de la infecci¨®n. Y as¨ª otras.
Es mucho m¨¢s seguro vacunarse que infectarse naturalmente. Por lo menos 1.000 a 10.000 veces m¨¢s seguro que sufrir la infecci¨®n natural. Con ninguna vacuna hay efectos adversos de muerte; si los hubiese, no se autorizar¨ªa, o se retirar¨ªa inmediata y definitivamente del mercado. Con la infecci¨®n natural lo estamos viendo: en Espa?a, muere aproximadamente uno de cada 100 infectados con el SARS-CoV-2.
Animo a vacunarse a la poblaci¨®n, pero solo con preparados que hayan sido autorizados para este uso condicional o definitivo por la Agencia del Medicamento Europeo o del pa¨ªs en el que resida, y solo seg¨²n se sea o no de un grupo de riesgo o esencial, y seg¨²n la edad. Los vacunados son los que se pueden beneficiar directamente de la protecci¨®n; la efectividad real de la vacuna en la poblaci¨®n se sabr¨¢ con el tiempo, cuando los vacunados, aun protegi¨¦ndose como el resto de la poblaci¨®n, se enfrenten a la infecci¨®n natural.
Mientras tanto, y hasta que no est¨¦n vacunadas y protegidas todas las personas de alto riesgo, hay que cuidarse mucho y no infectar a quienes nos rodean.
Margarita del Val es vir¨®loga del Centro de Biolog¨ªa Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM) y coordinadora de la Plataforma Tem¨¢tica Interdisciplinar en Salud Global del CSIC.
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