Venezuela: la extorsi¨®n fallida

Diosdado Cabello prest¨®, una vez m¨¢s, un servicio catastr¨®fico a la dictadura venezolana, que ¨¦l integra. Amenaz¨® con que ¡°el que no vota, no come¡±. La extorsi¨®n no funcion¨®. Esos comicios, impugnados por la oposici¨®n y considerados fraudulentos por una gran mayor¨ªa de la comunidad internacional, tuvieron una participaci¨®n muy baja. Alrededor del 30% de los venezolanos en condiciones de votar. Una proporci¨®n ¨ªnfima, en una sociedad cuya concurrencia a las urnas suele ser masiva. La advertencia de Cabello s¨®lo sirvi¨® para corroborar que el hambre es un fen¨®meno dram¨¢tico, hoy, en Venezuela. Pero los venezolanos no se sometieron al chantaje.

M¨¢s all¨¢ de testimonios de observadores independientes, hubo un registro bastante irrefutable de que hubo grandes niveles de abstenci¨®n. Desde las oficinas del poder se divulgaron muy pocas fotos de los centros de votaci¨®n. Cuando se estaba por cumplir el horario establecido, el propio Nicol¨¢s Maduro pidi¨® que llevaran a la gente a votar de la forma que fuera: ¡°A buscar, a buscar, a buscar a todos¡­¡± fue la consigna.

No deber¨ªa sorprender que ahora la concurrencia sea exagerada por las autoridades. En las elecciones de 2017, la empresa Smartmatic, que hab¨ªa provisto la tecnolog¨ªa, denunci¨® que el Gobierno chavista hab¨ªa agregado en las planillas por lo menos un mill¨®n de sufragios que no hab¨ªan existido.

El experimento del domingo hab¨ªa sido pensado para renovar la composici¨®n de la Asamblea Nacional, que controla la oposici¨®n y preside Juan Guaid¨®. Pero se convirti¨® en un plebiscito contra Maduro y su Administraci¨®n.

Los resultados del domingo convalidan las advertencias de los Gobiernos que denunciaron la falta de garant¨ªas electorales. Entre ellos estuvieron, temprano, los del denominado Grupo de Contacto, que intenta una transici¨®n ordenada a la democracia. Lo integran Argentina, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, la Uni¨®n Europea, Francia, Alemania, Italia, Pa¨ªses Bajos, Panam¨¢, Portugal, Espa?a, Suecia, Reino Unido y Uruguay. Las Canciller¨ªas de varios de esos pa¨ªses denunciaron la ilegitimidad de los comicios en los ¨²ltimos d¨ªas. Alemania, Francia y el Reino Unido fueron categ¨®ricos. Entre los latinoamericanos, el m¨¢s dr¨¢stico fue el Gobierno chileno, cuyo canciller, Andr¨¦s Allamand, declar¨® que ¡°la elecci¨®n venezolana carece de toda legitimidad: sin autoridad electoral independiente, ni partidos pol¨ªticos libres, ni observadores extranjeros¡±.

En el frente interno, tambi¨¦n la Asamblea Episcopal viene denunciando el autoritarismo chavista. Hace una semana hab¨ªa anticipado que las nuevas elecciones agravar¨ªan la crisis del pa¨ªs. Maduro s¨®lo puede aspirar a la condescendencia de un peque?o grupo de pa¨ªses que tampoco son un modelo de pluralismo y calidad electoral: Rusia, China, Cuba e Ir¨¢n. El resto son figuras individuales: el espa?ol Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, el boliviano Evo Morales o el ecuatoriano Rafael Correa.

Los intentos de fijar algunas reglas de juego que democraticen la vida p¨²blica venezolana han sido burlados por la tiran¨ªa de Maduro. El ¨²ltimo fue el que encararon los integrantes del Grupo de Contacto, entusiasmados por la apertura de un di¨¢logo del opositor Henrique Capriles, rival de Guaid¨®, con el r¨¦gimen.

A partir de los resultados del domingo se abre un abanico de inc¨®gnitas. El chavismo pretender¨¢ instituir una Asamblea Nacional carente de legitimidad. ?Qu¨¦ alternativa propondr¨¢ la oposici¨®n? Un camino es prorrogar los mandatos de la composici¨®n actual, que vencen el 5 de enero pr¨®ximo. Otra variante es reducir la representaci¨®n a la Junta Directiva de esa Asamblea, hasta que se realicen elecciones transparentes. Entre los dirigentes rivales del chavismo hay quienes sue?an que el rol de presidente encargado, que ejerce Guaid¨®, se convierta en rotativo. Son formatos todav¨ªa indefinidos.

Los partidos que enfrentan al r¨¦gimen convocaron a una consulta popular que se realizar¨¢ por medios electr¨®nicos hasta el pr¨®ximo s¨¢bado. Pueden intervenir todos los venezolanos, tambi¨¦n los de la numeros¨ªsima di¨¢spora. Del ¨¦xito de esa convocatoria depende tambi¨¦n el curso de acci¨®n a seguir con la Asamblea.

Otro interrogante se refiere al aislamiento de una dictadura cada vez m¨¢s t¨®xica. El chileno Allamand propuso que se inicie una liberalizaci¨®n coordinada por el Grupo de Lima, el Grupo de Contacto y los negociadores noruegos, que fueron los que llevaron el esfuerzo de negociaci¨®n m¨¢s sistem¨¢tico, aunque tambi¨¦n est¨¦ril. El panorama debe incorporar ahora un nuevo dato: el cambio de Gobierno en los Estados Unidos.

Joe Biden es todav¨ªa un enigma. Aun cuando su equipo latinoamericanista se est¨¢ armando sobre los trazos de la experiencia Obama, en la que ¨¦l fue el protagonista principal en relaci¨®n con la regi¨®n. Roberta Jacobson, por ejemplo, est¨¢ armando el equipo diplom¨¢tico para esta ¨¢rea en el Departamento de Estado. Retirada hace un par de a?os de la carrera, Jacobson fue la responsable de la diplomacia de los Estados Unidos en Am¨¦rica Latina durante el proceso de restablecimiento de relaciones con Cuba. Despu¨¦s pas¨® a desempe?arse como embajadora en M¨¦xico.

Julissa Reynoso, que fue embajadora de Barack Obama en Uruguay, y antes hab¨ªa colaborado con Hillary Clinton en el Departamento de Estado, ejercer¨¢ tambi¨¦n una funci¨®n influyente como jefa del equipo de Jill Biden, la primera dama.

Una visi¨®n convencional supone que Washington girar¨¢ frente a Venezuela. Que la predilecci¨®n de Donald Trump por el intransigente Guaid¨® ser¨¢ relativizada por los dem¨®cratas. Y que habr¨¢ una postura m¨¢s dialoguista con el r¨¦gimen caribe?o. Por ahora son prejuicios. Cuando visit¨® el Congreso norteamericano, Guaid¨® recibi¨® el aplauso de los dos partidos. Su embajador en los Estados Unidos, Carlos Vecchio, se ha ocupado tambi¨¦n de cultivar a los opositores de Trump. Por otra parte, dentro de dos a?os habr¨¢ en Florida elecciones para gobernador y senador. El resultado de esa competencia tiene una relevancia de primera magnitud para el control del Senado por parte de Biden. Muchos observadores sospechan que ese factor impedir¨¢ al nuevo presidente retomar la pol¨ªtica de Obama frente a La Habana y frente a Caracas. Las sanciones penales contra los altos jerarcas del chavismo, que son cruciales en cualquier negociaci¨®n, se mantendr¨¢n. S¨®lo podr¨ªa haber cambios en el bloqueo econ¨®mico que afecta a la sociedad venezolana. La que decidi¨® no prestarse a una farsa electoral, a pesar de la extorsi¨®n del hambre.