La resiliencia de la UE
Es pertinente el debate de la autonom¨ªa estrat¨¦gica europea porque Washington no volver¨¢ a ejercer de polic¨ªa mundial, pero Europa necesita a Estados Unidos, econ¨®mica y militarmente
El calamitoso 2020 abre una oportunidad de reinicio en el orden internacional. Regresa Estados Unidos a la escena mundial y la democracia resiste al asalto populista, y rebota. Europa ha aprovechado bien la ocasi¨®n en el Consejo Europeo de esta semana. Vuelve la UE, que no se conforma emparedada entre EE UU y China y no debe renunciar a ser el tercer polo en el nuevo mundo de hegemon¨ªa disputada entre los dos grandes.
Enlaza la Uni¨®n una triple carambola: aprobar su presupuesto para los pr¨®ximos siete a?os, que permite lanzar el fabuloso plan de reparaci¨®n del da?o causado por la covid, producto del ins¨®lito endeudamiento colectivo europeo, al tiempo que desbarata el veto antidemocr¨¢tico y kamikaze intentado por Hungr¨ªa y Polonia. Bienvenida resiliencia de Europa, capaz de sobreponerse a momentos cr¨ªticos. A menudo a Europa le pasa que mientras piensa y habla sobre la vida que quisiera llevar, se le va la vida. Esta vez necesit¨¢bamos algo para levantar el ¨¢nimo y la UE nos lo ha dado.
Ni la democracia de EE UU estaba muerta, ni los jueces de su Tribunal Supremo, de mayor¨ªa conservadora, han accedido al chantaje de Trump para invalidar la elecci¨®n presidencial. Ni el modelo autocr¨¢tico de China, formidable para doblegar la pandemia y capaz de haber recuperado ya el crecimiento de su PIB, es el ejemplo a seguir. La llegada de Biden a la Casa Blanca con un equipo internacional conciliador, que habla de ejercer el poder con humildad, es una buena noticia para Europa y para la deteriorada relaci¨®n transatl¨¢ntica. Desde Europa no debemos minusvalorar la sensaci¨®n de alivio sentida tras la derrota de Trump, pero tampoco sobrevalorar que las cosas cambiar¨¢n mucho con Biden, advierte Dominique M?isi, analista franc¨¦s del Instituto Montaigne.
No demos por segura la protecci¨®n del paraguas nuclear de EE UU. Merkel, la verdadera l¨ªder continental, ya lo advirti¨®. La canciller alemana es la defensora del poder blando, el de los valores democr¨¢ticos, el ¨²nico eficaz que posee la UE, enana en poder tecnol¨®gico y militar. Merkel y Christine Lagarde, al frente del BCE, dos mujeres grandes impulsando la federalizaci¨®n de la UE: la pr¨¢ctica mutualizaci¨®n de la deuda y la bazuca monetaria para quemar la plata que sea necesaria. Merkel, humanidad y emoci¨®n frente a la covid. Y una pol¨ªtica inmigratoria inteligente y moral que no contradiga los valores europeos. ?ste es hoy un flanco d¨¦bil de nuestra Uni¨®n.
Es pertinente el debate de la autonom¨ªa estrat¨¦gica europea porque Washington no volver¨¢ a ejercer de polic¨ªa mundial, pero Europa necesita a EE UU, econ¨®mica y militarmente, para responder concertadamente a la competencia geopol¨ªtica multipolar de China y Rusia. Un regreso a la vieja coexistencia de la Guerra Fr¨ªa, el viejo conllevarse de Ortega.
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