El a?o del olvido
Durante todo el 2020 se fragu¨® en Colombia una ola de violencia que ahora comienza a mostrarse
Cuando comenz¨® la pandemia, el pa¨ªs se encerr¨®. Sobre todo, las instituciones estatales dieron la orden de permanecer en casa, las excepciones fueron las necesidades esenciales y el personal de la salud. Luego, con la orden de apertura controlada, se decidi¨® ir dando una especie de cupos a sectores econ¨®micos como la construcci¨®n y el comercio, entre otros, pero la mayor¨ªa de las instituciones segu¨ªan con sus funcionarios trabajando desde casa. La idea era sencilla: garantizar que en la calle coincidiera el menor n¨²mero de personas.
Durante los meses de confinamiento y, luego, de apertu...
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Cuando comenz¨® la pandemia, el pa¨ªs se encerr¨®. Sobre todo, las instituciones estatales dieron la orden de permanecer en casa, las excepciones fueron las necesidades esenciales y el personal de la salud. Luego, con la orden de apertura controlada, se decidi¨® ir dando una especie de cupos a sectores econ¨®micos como la construcci¨®n y el comercio, entre otros, pero la mayor¨ªa de las instituciones segu¨ªan con sus funcionarios trabajando desde casa. La idea era sencilla: garantizar que en la calle coincidiera el menor n¨²mero de personas.
Durante los meses de confinamiento y, luego, de apertura controlada, las comunidades de zonas apartadas quedaron sencillamente abandonadas, la presencia estatal se esfum¨®. Durante todo el 2020 se fragu¨® en Colombia una ola de violencia que ahora comienza a mostrarse. El 2020 ser¨¢ uno de los a?os m¨¢s violentos en el asesinato de l¨ªderes y lideresas sociales. Tambi¨¦n hubo un aumento m¨¢s que dram¨¢tico en las masacres. A la fecha se han presentado 82 masacres en Colombia y es posible que la cifra llegue a 85; el a?o pasado, en 2019, el n¨²mero no fue siquiera la mitad. Colombia comienza a abrir la puerta de lo que dej¨® en el olvido y eso parece un espanto.
Instituciones dedicadas al monitoreo de la garant¨ªa de derechos, como la Defensor¨ªa del Pueblo, sectores de la rama de la justicia o procuradur¨ªas regionales a¨²n trabajan, mayoritariamente, desde casa. Solo cuando hay posibilidades se comunican con las comunidades v¨ªa telef¨®nica. A su vez, los l¨ªderes comunitarios no hablan mucho por celular, tiene miedo a las interceptaciones, las cuales son bastante comunes en Colombia. Al final, el funcionario p¨²blico no viaja donde est¨¢n las comunidades, y tampoco recibe la informaci¨®n por otros medios. Dicha situaci¨®n caus¨® que en muchas zonas de Colombia no se viera la expansi¨®n territorial de m¨²ltiples actores criminales.
Ahora que Colombia comienza a ver lo que se form¨® durante todo el 2020, parece dif¨ªcil detener esa ola de violencia. Todo sugiere que el 2021 ser¨¢ un a?o violento, adem¨¢s es un a?o prelectoral y nada indica que ser¨¢ pac¨ªfico. El problema es que el olvido institucional contin¨²a, la prensa apenas comienza a ir a esas zonas, pero nada m¨¢s. Hay regiones desde las que llega mucha informaci¨®n parcial, pero nadie sabe qu¨¦ es lo que pasa. Por todo el pac¨ªfico colombiano sucede esto, aparecen v¨ªdeos, testimonios, algunas versiones, pero nadie va a territorio. Las comunidades est¨¢n confinadas, algunas alcanzan a desplazarse y llegan a diferentes ciudades o pueblos para ser atendidas. Las versiones que se recogen son, sencillamente, espantosas.
El confinamiento de muchos funcionarios p¨²blicos contin¨²a, nadie sabe con certeza lo profundo del problema humanitario. Lo cierto es que en los ¨²ltimos d¨ªas Colombia suma una masacre cada 24 horas. Los funcionarios p¨²blicos afirman que no hay garant¨ªas para regresar a los territorios, algunos argumentan que los grupos armados ilegales y organizaciones criminales les han prohibido el ingreso, otros dicen que temen ¡°llevar el virus¡± a esas zonas que no cuentan ni con un puesto de salud y otros est¨¢n simplemente asustados con el virus y hacen todo lo posible para no salir de casa. Sea cual sea la raz¨®n, el resultado es el mismo: un abandono total a las comunidades.
La pregunta es por el pr¨®ximo a?o. Ya se sabe que la vacunaci¨®n en Colombia comenzar¨¢ sobre el mes de marzo de 2021, adem¨¢s queda claro que, en el mejor de los casos, para el 2022 habr¨¢ una vacunaci¨®n de casi toda la sociedad. El pr¨®ximo a?o se priorizar¨¢n los trabajadores de la salud y los adultos mayores. Entonces, ?cu¨¢l ser¨¢ la estrategia de los funcionarios p¨²blicos para llegar a las zonas apartadas de Colombia y evitar que se repita lo que pas¨® en 2020? La respuesta parece ser clara: nadie sabe que va a pasar ni cu¨¢l ser¨¢ la estrategia.