Llamamiento para un poder democr¨¢tico europeo
Los europeos tenemos la oportunidad de conseguir que la UE sea la primera potencia democr¨¢tica multinacional, abierta y multiling¨¹e construida por sus ciudadanos. Aprovech¨¦mosla
La crisis del coronavirus ha servido para recordarnos la naturaleza ef¨ªmera de nuestras vidas y lo predefinido que est¨¢ nuestro destino. La crisis ha destacado la importancia de Europa en un nuevo mundo diverso y la necesidad de estar unidos para superar los desaf¨ªos ecol¨®gicos, econ¨®micos, sociales, sanitarios y de seguridad a los que se enfrenta la sociedad. Adem¨¢s, esta crisis ha demostrado que nuestro modelo econ¨®mico y social es ¨²nico. En este per¨ªodo sin precedentes y a pesar de las fuertes, aunque ilusorias, tentaciones de replegarse en s¨ª misma, la UE se ha dado cuenta de la vanidad que se esconde tras el individualismo del ¡°s¨¢lvese quien pueda¡±.
Durante la primera ola de la pandemia, los ciudadanos europeos se atrevieron a inventar nuevas formas de solidaridad, creando un sistema colectivo de apoyo entre empresas y ciudadanos desempleados, y planteando un plan de revitalizaci¨®n innovador, tanto por su alcance, como por su filosof¨ªa y su respeto al Estado de derecho. La UE ha sabido aprender de las adversidades para reforzar su resiliencia y proteger mejor a sus ciudadanos.
Aunque todo esto son buenas noticias, tambi¨¦n somos conscientes de que estas acciones y planes solo tienen sentido si acompa?an a los intereses a largo plazo de los ciudadanos de la UE y benefician al plan de regeneraci¨®n del proyecto europeo. Existe un gran riesgo de que nos impongan normas y modos de vida que no queremos, especialmente en el ¨¢mbito digital, dominado por algunas grandes plataformas.
?Cu¨¢l es la alternativa? En primer lugar, debemos conseguir los medios necesarios para poner en marcha el plan de revitalizaci¨®n europeo, manteniendo siempre los sistemas de apoyo a las empresas y la prolongaci¨®n de la cobertura de la ayuda al empleo y a los salarios para todos los trabajadores, incluidos los aut¨®nomos y aquellos que tienen empleos precarios o at¨ªpicos. El alcance financiero de este plan es muy importante, pero tambi¨¦n debemos reflexionar sobre la calidad de las inversiones necesarias para tener el impacto necesario en un crecimiento econ¨®mico que perdure y sea socialmente inclusivo.
En estos momentos, los planes de revitalizaci¨®n nacionales que se est¨¢n perfilando y que ser¨¢n financiados por la UE se basan en antiguos proyectos con una p¨¢tina de digitalizaci¨®n y ecologismo. Necesitamos corregir con urgencia la direcci¨®n del plan y asociar m¨¢s eficientemente a los actores econ¨®mico-sociales y a los ciudadanos con las medidas que se deben aplicar, favoreciendo las inversiones europeas que permitir¨¢n crear un Nuevo Pacto Europeo que incluya un ambicioso Green New Deal. El ¨¦xito de este plan eliminar¨¢ la desconfianza entre los Estados miembros m¨¢s austeros y los que m¨¢s gastan, y crear¨¢ las condiciones adecuadas para conseguir establecer un verdadero presupuesto europeo a largo plazo. Un presupuesto de estas caracter¨ªsticas es lo ¨²nico que puede hacer de Europa una potencia econ¨®mica, ecol¨®gica y cultural a la altura del siglo XXI.
Asimismo, hay que conseguir que la Conferencia sobre el Futuro de Europa sea una experiencia de participaci¨®n democr¨¢tica y ciudadana real. Su intenci¨®n debe ser clara: construir una visi¨®n de futuro, ambiciosa y com¨²n para las pr¨®ximas d¨¦cadas. El experimento WeEuropeans, que lleg¨® a 38 millones de ciudadanos de 27 pa¨ªses en 24 idiomas, es la prueba del inter¨¦s de los ciudadanos por participar en la construcci¨®n de un futuro com¨²n a trav¨¦s de una nueva forma de democracia participativa y deliberativa constante que complete a nuestras democracias representativas.
Solo esta nueva forma de democracia, que engendrar¨ªa una ciudadan¨ªa realmente europea, podr¨¢ crear una UE de bienestar, convivencia y paz, que d¨¦ oportunidades a todos los ciudadanos. Una uni¨®n que, movilizando a sus ciudadanos, a sus Estados, a los colectivos p¨²blicos y a los actores econ¨®micos de la sociedad, aportar¨¢ soluciones concretas al incremento de las desigualdades y del desempleo; contribuir¨¢ a la protecci¨®n del planeta; y garantizar¨¢ la defensa de sus valores fundamentales de unidad, libertad, solidaridad y democracia.
Lo m¨¢s urgente ahora es conseguir los medios adecuados para tomar decisiones de manera m¨¢s leg¨ªtima, eficaz y r¨¢pida. Esta capacidad de decisi¨®n es indispensable, ya que los avances tecnol¨®gicos y el reequilibrio entre las potencias mundiales se est¨¢n acelerando.
Los tratados que existen hoy en d¨ªa permiten pasar de la regla de la unanimidad a la de la mayor¨ªa cualificada en algunos temas. Apliquemos cuanto antes este voto de mayor¨ªa cualificada a todas las pol¨ªticas y acciones de la UE. ?Pasemos de un sistema de d¨¦bil colaboraci¨®n a un proyecto de construcci¨®n com¨²n!
Aunque nuestros amigos brit¨¢nicos se hayan ido, estamos convencidos de que se establecer¨¢ una relaci¨®n especial y muy completa con Londres. Si algo podemos aprender de su adhesi¨®n y de su salida es que, si un Estado miembro tiene privilegios, habr¨¢ menos unidad y solidaridad europea. Ha llegado el momento de que la unidad de la Uni¨®n Europea sea una realidad. Seamos claros: esto no ser¨ªa posible si no valor¨¢semos la diversidad cultural, econ¨®mica, social e hist¨®rica de cada Estado miembro. Tengamos por fin la valent¨ªa de hacer de la cultura el coraz¨®n del proyecto europeo para que la UE vuelva a ser el centro mundial de creaci¨®n capaz de atraer talentos de todo el mundo.
Una vez m¨¢s, esta nueva etapa solo ser¨¢ posible si los ciudadanos europeos se apropian del proyecto europeo gracias a la institucionalizaci¨®n de un proceso de democracia deliberativa continua, transparente, inclusiva y que garantice la implantaci¨®n de las decisiones que se tomen. ?Es una condici¨®n fundamental para hacer de la UE un proyecto que nos pertenezca a todos y a todas!
Este objetivo es dif¨ªcil de conseguir, pero el contexto actual es favorable tanto a nivel europeo como mundial. Tenemos una responsabilidad colectiva enorme para hacerlo posible. Unamos, mientras estemos a tiempo, las buenas intenciones de millones de ciudadanos de toda la UE que quieren comprometerse con este proyecto.
Firman este texto, por iniciativa de los copresidentes de CIVICO Europa, Guillaume Klossa, exsherpa del grupo de reflexi¨®n sobre el futuro de Europa (Consejo Europeo) y exdirector de la Uni¨®n Europea de Radiodifusi¨®n, y Francesca Ratti, ex secretaria general adjunta del Parlamento Europeo: Felipe Gonz¨¢lez, expresidente del Gobierno de Espa?a, expresidente del Grupo de reflexi¨®n sobre el futuro de Europa; Fernando Savater, fil¨®sofo; Roberto Saviano, escritor; Markus Gabriel, fil¨®sofo; Costa-Gavras, director de cine; Guy Verhofstadt, ex primer ministro belga, Miembro del Parlamento Europeo, grupo Renew Europe; Slavoj Zizek, fil¨®sofo; L¨¢szl¨® Andor, Economista, excomisario europeo; Lionel Baier, director de cine; Brando Benifei, miembro del Parlamento Europeo, del grupo S&D, y presidente de la delegaci¨®n italiana; Massimo Cacciari, Fil¨®sofo, exalcalde de Venecia y exmiembro del Parlamento Europeo; Jasmina Cibic, artista; Daniel Cohn-Bendit, expresidente del grupo de los Verdes del Parlamento Europeo; Jo?e P. Damijan, economista; Axel Dauchez, Fundador de Make.org; Philippe de Buck, exdirector general de Business Europe; Paul Dujardin, director general de BOZAR; Pascal Durand, miembro del Parlamento Europeo, grupo Renew Europe; Anthony Ferreira, secretario general de CIVICO Europa; Michele Fiorillo, fil¨®sofo, coordinador de la red CIVICO Europa; Cynthia Fleury, fil¨®sofa; Sandro Gozi, diputado europeo, grupo Renew Europe, presidente de la Uni¨®n de los federalistas europeos (UEF), antiguo ministro de Asuntos Europeos; Ulrike Gu¨¦rot, polit¨®loga, directora del Laboratorio de la democracia europea; Danuta H¨¹bner, excomisaria europea, miembro del Parlamento Europeo, grupo PPE; Aleksander Kwa?niewski, expresidente de Polonia; Philippe Lamberts, copresidente del grupo de los Verdes/ALE en el Parlamento Europeo; Robert Menasse, escritor; Jonathan Moskovic, excoordinador del G1000, consejero de innovaci¨®n democr¨¢tica; Stojan Pelko, ex secretario de Estado de Cultura de Eslovenia; Janez Pipan, director de teatro; Rosen Plevneliev, expresidente de Bulgaria; Maria Jo?o Rodrigues, presidenta de la Fundaci¨®n europea de estudios progresistas (FEPS), exdiputada europea; Petre Roman, ex primer ministro de Ruman¨ªa; Yvan Sagnet, escritor, Fundador de la asociaci¨®n NoCap; Elly Schlein, vicepresidenta de la regi¨®n de Emilia Romagna, exmiembro del Parlamento Europeo; Andreas Schwab, miembro del Parlamento Europeo, grupo PPE; Gesine Schwan, presidente de la Humboldt-Viadrina governance plataforma; Daniela Schwarzer, directora del Consejo Alem¨¢n de Relaciones Exteriores (DGAP); Denis Simonneau, presidente de EuropaNova; Claus Haugaard S?rensen, exdirector general de la Comisi¨®n Europea; Farid Tabarki, fundador del Studio Zeitgeist; Bo?tjan Videm?ek, periodista, embajador del pacto clim¨¢tico de la UE; Vaira Vike-Freiberga, expresidenta de Letonia; C¨¦dric Villani, matem¨¢tico, Fields Medal, miembro del Parlamento; Luca Visentini, gecretario general de la Confederaci¨®n europea de sindicatos; Sasha Waltz y Jochen Sanding, respectivamente, core¨®grafa y director de la compa?¨ªa Sasha Waltz; Alenka Zupan?i?, fil¨®sofa.
Este llamamiento puede ser apoyado en: www.civico.eu
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