Cavilaciones castrenses
Excepto el pu?ado de posibilistas que clamar¨¢ en el desierto, el Parlamento venezolano aprobar¨¢ o derogar¨¢ lo que ordene Maduro. Nace con la misi¨®n de no estorbar
El autoritarismo venezolano estrena su ingenio m¨¢s reciente: un Parlamento disociado de la voluntad popular que no ejercer¨¢ el control del Ejecutivo estipulado en una Constituci¨®n que no se cumple, y obedecer¨¢ a un presidente que no convocar¨¢ elecciones cre¨ªbles a menos que Estados Unidos y Rusia, con la anuencia o resignaci¨®n de Cuba, China e Ir¨¢n, negocien un acuerdo a cambio de la anulaci¨®n de sanciones y de compromisos geopol¨ªticos. El futurible exige el reconocimiento del chavismo como fuerza pol¨ªtica insoslayable y la unidad opositora, tan dif¨ªcil como la democratizaci¨®n de la antidemocracia protegida por el general Vladimir Padrino.
Los cuerpos legislativos son fundamentales en los Estados de derecho, espacios de ciudadan¨ªa y el emblema de la pluralidad, excepto cuando resultan de la teatralizaci¨®n electoral de diciembre, previsible desde que el r¨¦gimen lleg¨® a la conclusi¨®n de que una sociedad arruinada nunca respaldar¨¢ a los causantes de la ruina, acelerada por Trump. Excepto el pu?ado de posibilistas que clamar¨¢ en el desierto, el Parlamento aprobar¨¢ o derogar¨¢ lo que ordene Maduro. Nace con la misi¨®n de no estorbar.
Consecuencia de un pluralismo agonizante, el Ejecutivo y el Supremo taponaron los accesos al poder, custodiado por un estamento castrense bien avenido con el Kremlin desde antes de que el belicismo de la Casa Blanca precipitara el amueblamiento del Palacio de Miraflores con material de guerra ruso. Cualquier soluci¨®n remite al centuri¨®n Padrino, ministro del Poder Popular de la Defensa, y a los jefes y oficiales encargados del adoctrinamiento de la tropa con arengas contra la ap¨¢trida burgues¨ªa y sus amigos imperialistas.
Pero hay reflexi¨®n y sentimientos m¨¢s all¨¢ del generalato uncido al r¨¦gimen por convicci¨®n, privilegios o fingimiento. La lealtad castrense puede ser quebradiza, vulnerable a la bancarrota nacional, al sufrimiento de familiares y allegados y a las eventuales ofertas de Biden, que regular¨¢ la presi¨®n para intentar un arreglo sin bater¨ªas de misiles. Urge el entendimiento entre venezolanos, pero la estructura econ¨®mica del pa¨ªs desestimul¨® el desarrollo de una sociedad civil restauradora; el Estado rentista la acostumbr¨® a que otros le saquen las casta?as del fuego.
La nueva Asamblea no conducir¨¢ a la reconciliaci¨®n, aunque se invoque con palabrer¨ªa. Manipulada la representaci¨®n ciudadana, el oficialismo obtuvo el 91% de sus esca?os con el 31% de participaci¨®n, invent¨® circunscripciones y desconoci¨® el derecho al voto directo y secreto de los ind¨ªgenas. Las bancadas de verdad se re¨²nen en los cuartos de banderas y patios de armas de Fuerte Tiuna, donde no pocos mandos y soldados se preguntar¨¢n si el sagrado deber de defender la patria exige la inmolaci¨®n ante el becerro de oro fundido por Ch¨¢vez cuando se pudri¨® el bipartidismo. Desaparecido el sumo sacerdote, quedan el simbolismo pagano del t¨®tem y la indigencia de los id¨®latras.
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