Si Iglesias tuviese una escoba
El vicepresidente del Gobierno ha cuestionado la normalidad democr¨¢tica espa?ola y se lamenta de su falta de poder
D¨ªa a d¨ªa, empieza a ser m¨¢s rid¨ªculo que inquietante el papel de Pablo Iglesias, en v¨ªspera de otro fracaso electoral previsible, por atraer los focos unos minutos a golpe de brochazo grueso, contra la prensa o la democracia misma. Claro que lo suyo se ajusta, de pe a pa, al populismo de manual. Nada de lo que sorprenderse, y tanto menos en campa?a, donde hay barra libre con la bendici¨®n incluso de sus socios. En La Moncloa parecen relajados mientras ven al PP sufrir ...
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D¨ªa a d¨ªa, empieza a ser m¨¢s rid¨ªculo que inquietante el papel de Pablo Iglesias, en v¨ªspera de otro fracaso electoral previsible, por atraer los focos unos minutos a golpe de brochazo grueso, contra la prensa o la democracia misma. Claro que lo suyo se ajusta, de pe a pa, al populismo de manual. Nada de lo que sorprenderse, y tanto menos en campa?a, donde hay barra libre con la bendici¨®n incluso de sus socios. En La Moncloa parecen relajados mientras ven al PP sufrir entre las andanadas de B¨¢rcenas y la efervescencia de Vox. As¨ª que s¨ª, barra libre.
Al cabo, si un millonario como Trump alcanz¨® la Casa Blanca denunciando la persecuci¨®n del establishment, c¨®mo no va Iglesias a denunciar la corrupci¨®n del sistema que le convierte en figura necesaria para sanear sus estructuras. ?l mismo suele recordar, con sonrojante providencialismo mesi¨¢nico, que ni siquiera existir¨ªa pol¨ªtica de izquierdas de no estar ¨¦l con los suyos presionando a los seudosocialistas mon¨¢rquicos del Ibex. Tambi¨¦n es evidente el paralelismo con el trumpismo design by Bannon en los ataques sistem¨¢ticos de Iglesias a la prensa, para declararse v¨ªctima de otro establishment. Claro que todo esto aconseja modular las respuestas para evitar el efecto bumer¨¢n; Woodward ha analizado bien c¨®mo Trump cultivaba un victimismo ultraeficaz cuando los medios adjetivaban sus fantochadas delirantes. Por ah¨ª van las provocaciones de Iglesias con los exiliados o Navalny.
En las ¨²ltimas semanas, Iglesias ha planteado que si tuviera realmente el poder arreglar¨ªa el conflicto con las farmac¨¦uticas, por supuesto nacionalizando; y tambi¨¦n sostiene que arreglar¨ªa la factura el¨¦ctrica, va de suyo que nacionalizando; y, en esta secuencia, Iglesias ha sugerido que arreglar¨ªa los medios, es f¨¢cil deducir c¨®mo, y, de hecho, basta con asomarse a La ?ltima Hora para entender su alternativa al sistema liberal determinante en la construcci¨®n de la cultura democr¨¢tica. En definitiva, Iglesias, con el estimulante modelo de Rusia, ha cuestionado la normalidad democr¨¢tica espa?ola; y parafraseando aquello de ¡°si yo tuviera una escoba, cu¨¢ntas cosas barrer¨ªa¡± de Los Sirex, se lamenta de su falta de poder. Con una vicepresidencia, cuatro ministerios, abanderando el paquete parlamentario clave con ERC y Bildu... produce cierta verg¨¹enza.
El discurso de Iglesias contra los medios ¡ªtambi¨¦n Vox, en definitiva dos extremos de un fen¨®meno com¨²n¡ª es, por supuesto, liberticida. No parece raro que Rosanvallon utilice democratura en su ensayo sobre populismo ¡ªdemocracia con tentaciones antidemocr¨¢ticas¡ª que si seduce al poscomunismo es porque ofrece otro enfoque para atacar la democracia liberal. Desacreditar a los medios, como al pa¨ªs, es clave en su estrategia polarizadora. Si ¨¦l tuviera una escoba... Y es as¨ª porque el periodismo, a pesar de sus debilidades por la crisis del modelo ad driven basado en la publicidad, sigue siendo un instrumento esencial. Al cabo, como dec¨ªa Anthony Smith, la prensa continuar¨¢ siempre con su tarea de limpieza de la vida p¨²blica, aunque constantemente observar¨¢ c¨®mo cambia aquello que ha de limpiar. De un tiempo a esta parte hay que incluir, ah¨ª, las tentaciones de la democracia populista. O democratura.