Perico el Guarro
Ten¨ªas que vernos: dos tontos muy tontos, ¨¦l dici¨¦ndome que tirara y no volviera a hacerlo, y yo rog¨¢ndole de boquilla que me multara, no fuera a buscarse un l¨ªo
El otro d¨ªa hice una de Perico el Guarro. Llamaba as¨ª mi padre a esas peque?as infracciones de tr¨¢fico y, por extensi¨®n, a esas pifias no del todo legales, pero tampoco criminales que cometemos casi todos casi todos los d¨ªas para hacer la vida m¨¢s f¨¢cil. Volv¨ªa a casa reventada despu¨¦s de un d¨ªa de perros y gir¨¦ a la izquierda en prohibido, como hago cuando creo que puedo, por no comerme 300 metros hasta la rotonda y torcer como est¨¢ mandado. Tan cansada iba que deb¨ª de bajar la guardia, porque, de repente, se materializ¨® a mi chepa un coche de polic¨ªa con la sirena a todo trapo y me di por jodida para los restos. Par¨¦ en mi mism¨ªsima puerta, a la vista de mis herederas y de todo vecino que quisiera ser testigo, baj¨¦ la ventanilla y, entre la mascarilla y la sofoquina, ni mir¨¦ al poli que me ped¨ªa los papeles y me preguntaba si no era mayorcita para hacer el tonto, digo la tonta, se?ora.
Ya estaba yo contest¨¢ndole muy digna que s¨ª, que vale, que me pusiera la multa, que ten¨ªa prisa, cuando alzo la vista, lo miro, me mira, nos llamamos por nuestros nombres de pila y nos morimos de la risa y la verg¨¹enza. Ah¨ª estaba, casi 40 a?os m¨¢s tarde, un noviete de adolescencia al que no ve¨ªa desde que nos dimos esquinazo. Ten¨ªas que vernos: dos tontos muy tontos, ¨¦l dici¨¦ndome que tirara y no volviera a hacerlo, y yo rog¨¢ndole de boquilla que me multara, no fuera a buscarse un l¨ªo con el colega que le esperaba en el coche patrulla. Total, que me libr¨¦ de palmar 3 puntos y 200 pavos por mi cara bonita. ?Corrupci¨®n? ?Prevaricaci¨®n? ?Tr¨¢fico de influencias? Ll¨¢malo X. Casi todos hacemos casi tantas cosas de Perico el Guarro como nos indigna que las hagan otros. Eso s¨ª, no he vuelto a repetir ese giro aunque llegue muerta ni haya un alma en kil¨®metros, no sea que est¨¦ un dron vigilando desde el cielo, o mi se?or padre ri¨¦ndose de la pava de su hija desde el limbo de los ateos buenos: 54 a?azos tengo.
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