Incoherencias

Se dramatizan los desencuentros del Gobierno de coalici¨®n. Antes se deb¨ªa a los comicios catalanes, ahora a la formaci¨®n de un Govern en el que Podemos quiere participar con entrismo estrat¨¦gico. Pero la verdadera raz¨®n es como siempre la diferenciaci¨®n de la marca electoral, como en el reparto de papeles entre el poli bueno, Pedro S¨¢nchez, y el poli malo, Pablo Iglesias. Ahora este sobreact¨²a en su papel de tipo duro, no condenando de manera expresa ...

Se dramatizan los desencuentros del Gobierno de coalici¨®n. Antes se deb¨ªa a los comicios catalanes, ahora a la formaci¨®n de un Govern en el que Podemos quiere participar con entrismo estrat¨¦gico. Pero la verdadera raz¨®n es como siempre la diferenciaci¨®n de la marca electoral, como en el reparto de papeles entre el poli bueno, Pedro S¨¢nchez, y el poli malo, Pablo Iglesias. Ahora este sobreact¨²a en su papel de tipo duro, no condenando de manera expresa los disturbios violentos (que no ¡°altercados¡±: ri?as o peleas entre dos bandos, pues la polic¨ªa no es una banda como las cuadrillas de pir¨®manos) para congraciarse con los cupaires. Pero a la vez que justifica la violencia, lo que es una muestra de machismo, pretende ser el m¨¢s feminista de la clase. ?No es esto una muestra de incoherencia, como ser a la vez Gobierno y oposici¨®n, progresista e iliberal, censor de y aspirante a la politizaci¨®n judicial?

Hablando de feminismo, otro de los desencuentros del Gobierno de coalici¨®n se da con las leyes de g¨¦nero: de la autodeterminaci¨®n trans al solo s¨ª es s¨ª. ?Estamos ante otra escenificaci¨®n o se trata de una nueva incoherencia de Podemos? Dejo de lado la ley de consentimiento sexual, pues el dictamen un¨¢nime del CGPJ habla por s¨ª solo. Pero no puede pasarse por alto la incoherente defensa de la autodeterminaci¨®n sexual. Vaya por delante mi apoyo sin reservas a todas las personas transexuales discriminadas, cuyos derechos inalienables hay que defender de forma inexcusable. Pero creo que la filosof¨ªa subyacente a la autodeterminaci¨®n sexual resulta discutible por incoherente.

?No solo el g¨¦nero cultural sino tambi¨¦n el sexo biol¨®gico puede elegirse a la carta, como har¨ªa un consumidor soberano? ?Se acepta el individualismo metodol¨®gico que reduce todo a una cuesti¨®n de libre elecci¨®n personal, como si no existieran las desigualdades estructurales? ?No se cae as¨ª de lleno en el neoliberalismo sexual denunciado por Ana de Miguel? ?Y no se incurre as¨ª tambi¨¦n en el idealismo denunciado por Marx de creer que la realidad material es una creaci¨®n de la conciencia individual? Reducir la cuesti¨®n trans a la autodeterminaci¨®n individual es an¨¢logo a defender el derecho a ejercer la prostituci¨®n libremente elegida, o el contrato mercantil de los vientres de alquiler. Algo esperable de un partido liberal como Ciudadanos, pero incoherente en otro como Podemos, que conoce la existencia de la desigualdad estructural independiente de las conciencias individuales.

Recu¨¦rdese la obra de Judith Butler, que comenz¨® defendiendo las performances de g¨¦nero compatibles con la autodeterminaci¨®n personal pero, cuando se le reproch¨® su car¨¢cter idealista, rectific¨® hasta escribir su materialista Cuerpos que importan. Pues no todo es una creaci¨®n mental: los genes importan. Y las estructuras sociales, que discriminan a las mujeres imponi¨¦ndoles h¨¢bitos dependientes, tambi¨¦n importan. De ah¨ª la reacci¨®n feminista contra la ley trans, rechazando legalizar la libre apropiaci¨®n cultural del cuerpo de las mujeres.