S¨ªntoma

Toni Cant¨® es, ante todo, un s¨ªntoma. M¨¢s all¨¢ de la atenci¨®n, desmesurada, a mi parecer, que los medios han prestado a su supers¨®nico fichaje por el PP, no distingo el beneficio que su incorporaci¨®n puede aportar a la lista de Ayuso. Cant¨® debut¨® como pol¨ªtico en Vecinos por Torrelodones, un partido que naci¨® sin...

Toni Cant¨® es, ante todo, un s¨ªntoma. M¨¢s all¨¢ de la atenci¨®n, desmesurada, a mi parecer, que los medios han prestado a su supers¨®nico fichaje por el PP, no distingo el beneficio que su incorporaci¨®n puede aportar a la lista de Ayuso. Cant¨® debut¨® como pol¨ªtico en Vecinos por Torrelodones, un partido que naci¨® sin otro objetivo que echar al PP del Ayuntamiento de este pueblo madrile?o. De ah¨ª pas¨® a UPyD, donde su acci¨®n m¨¢s relevante consisti¨® en acertar a abandonar el esca?o poco antes de que el partido se hundiera, para incorporarse a Ciudadanos. De nuevo diputado, primero en el Congreso y despu¨¦s, hasta hace nada, en las Cortes Valencianas, lo m¨¢s destacado de su labor parlamentaria en ambas C¨¢maras han sido diversas pol¨¦micas en Twitter y que una vez cit¨® a Pasolini. Ahora, 15 d¨ªas despu¨¦s de haber afirmado ante una nube de micr¨®fonos que hab¨ªa decidido abandonar la pol¨ªtica para volver a trabajar como actor, ya se ha confirmado que ser¨¢ el n¨²mero cinco de la lista del PP a las elecciones del 4 de mayo en Madrid. Cuando dej¨® plantada a la ejecutiva de Arrimadas, nadie le oblig¨® a decir lo que dijo, ni a escoger las mismas palabras que hab¨ªa usado al marcharse de UPyD. Podr¨ªa haberse limitado a anunciar que iba a meditar su pr¨®ximo paso, que necesitaba tiempo para pensar en su futuro, o nada, que a menudo es lo mejor. Pero habl¨®, y lo hizo con tanto desparpajo como si supiera que sus declaraciones, fueran las que fueran, no tendr¨ªan consecuencias. Ese es el s¨ªntoma. Porque la desfachatez, aparte de la se?a de identidad de los desaprensivos, es la primera fase de la degradaci¨®n, que representa a su vez el estadio inicial de la descomposici¨®n. A ese abismo nos enfrentamos mientras Garc¨ªa Egea sigue hablando de dignidad.