El dilema de Ciudadanos
La decisi¨®n de volver al centro e impulsar reformas es arriesgada pero ser¨¢ mejor para el futuro
Ciudadanos antes o despu¨¦s ten¨ªa que enfrentarse a una disyuntiva inevitable: pod¨ªa seguir tratando de contentar a los votantes de un lado del tablero que probablemente ya no iban a volver a votarle u optar por volver a presentarse como un partido de centro, ¨²til para impulsar reformas y regeneraci¨®n con partidos moderados a los dos lados. La primera opci¨®n le estaba llevando a la irrelevancia. La segunda opci¨®n es arriesgada y tendr¨¢ costes, pero a futuro ser¨¢ mejor para Espa?a y tambi¨¦n para Ciudadanos.
Exist¨ªa una tercera opci¨®n para Ciudadanos que pasaba ¡ªpor acci¨®n u omisi¨®n¡ª por acabar fusion¨¢ndose con el Partido Popular. Era una opci¨®n perfectamente leg¨ªtima. Pero esa opci¨®n pasaba por abandonar ¡ª?definitivamente?¡ª la posibilidad de tener un partido reformista, liberal y ¨²til en el centro del tablero, ejerciendo de contrapeso de gobierno a nacionalismos, de alternativa a los populismos en los extremos, de impulsor de reformas y regeneraci¨®n y de acicate frente a la creciente polarizaci¨®n.
?Recuerdan lo de ni rojos ni azules? La tercera Espa?a existe pol¨ªtica y demosc¨®picamente. Son muchos los espa?oles que se sienten hu¨¦rfanos pol¨ªticamente, que no se sienten representados por este Gobierno, pero que tampoco quieren ver a Vox ni en pintura cerca del Gobierno en la Europa del siglo XXI. Pero para que esa tercera Espa?a pueda volver a articularse en un proyecto pol¨ªtico, se le tiene que ofrecer un camino.
La decisi¨®n de Albert Rivera de no formar un Gobierno de 180 esca?os con el Partido Socialista Obrero Espa?ol tras las elecciones de abril de 2019 supone un error pol¨ªtico hist¨®rico tan profundo ¡ªy tan perjudicial para Espa?a¡ª que para enmendar ese error no es suficiente con decir que has cambiado. Tienes que demostrar que lo has hecho y estar dispuesto a asumir costes. Y para demostrarlo debes dejar de ser sectario con partidos moderados, incluido el PSOE, y presentarte ante los votantes ¡ªcomo lo har¨ªa cualquier otro partido liberal europeo¡ª como un partido pragm¨¢tico, antipopulista, constructivo y capaz de llegar a acuerdos a ambos lados del tablero.
Si hay algo en lo que probablemente est¨¢ de acuerdo una amplia mayor¨ªa de espa?oles es en la necesidad de que, frente a los enormes retos que nos vienen ¡ªincluida la gesti¨®n inmediata de Next Generation EU, la mayor oportunidad que vamos a tener para impulsar una transformaci¨®n estructural del pa¨ªs en d¨¦cadas¡ª los partidos tengan altura de miras, abandonen la rid¨ªcula polarizaci¨®n de bloques y empiecen a entenderse para activar las principales reformas que necesita el pa¨ªs. Ciudadanos debe ser el agente facilitador de ese cambio, el ¨²nico militante reconocible contra la polarizaci¨®n.
No est¨¢ de m¨¢s recordar aqu¨ª que hasta el momento el principal dique de contenci¨®n que est¨¢n teniendo las democracias liberales en Europa frente al brutal auge del populismo a derecha e izquierda est¨¢ pasando por los acuerdos y la colaboraci¨®n activa y generosa entre las tres grandes familias pol¨ªticas europeas: los socialdem¨®cratas, los conservadores y los liberales ¡ªque gobiernan en hasta cinco pa¨ªses europeos¡ª, con la colaboraci¨®n ocasional de los verdes, tanto en las instituciones europeas como en los Estados miembros. Todav¨ªa me preguntan con resignaci¨®n mis amigos de fuera de Espa?a cu¨¢l fue el bicho que le pic¨® al partido liberal espa?ol para negarse a gobernar ¡ªy a ejercer una gigantesca influencia en el futuro del pa¨ªs¡ª con el partido socialdem¨®crata.
Lo extraordinario del movimiento de ayer de Ciudadanos en Murcia no es tanto que hubiera una moci¨®n de censura contra el PP. Lo extraordinario fue que Ciudadanos, que construy¨® con mucho esfuerzo su reputaci¨®n de partido regeneracionista, hubiera optado en primer lugar por pactar con el PP en esa regi¨®n, cuando ten¨ªa alternativas, tras 25 a?os ¡ª?m¨¢s que Pujol en Catalunya!¡ª de gobierno de los populares plagado de casos de corrupci¨®n y con un nuevo liderazgo completamente continuista.
Aunque probablemente el timing y la ejecuci¨®n del cambio de estrategia no han sido los mejores, la direcci¨®n es la correcta. La alternativa est¨¦ril de seguir tratando de competir como tercer partido polarizante de la derecha para acabar formando gobiernos inevitablemente dependientes de Vox no parec¨ªa estar trayendo muy buenos resultados. Ciudadanos es mucho m¨¢s ¨²til para el progreso de Espa?a y para la lucha contra los nacionalismos excluyentes siendo una opci¨®n cre¨ªble, no dogm¨¢tica, en el centro del tablero, condicionando gobiernos en base a contenidos de pol¨ªticas p¨²blicas y no a prejuicios ideol¨®gicos caducos.
Dinamitar el extraordinario valor de ese pragmatismo necesario que define al centro pol¨ªtico fue el gran error de Ciudadanos. El nuevo camino emprendido por Arrimadas conf¨ªo en que aspire realmente a recuperarlo.
Toni Rold¨¢n Mon¨¦s es economista.
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