Ley de infancia: notable progreso con consenso
La nueva norma refuerza a Espa?a en su marca de avances sociales
Espa?a dio ayer otro importante paso de progreso en derechos sociales con la aprobaci¨®n en el Congreso de la ley de protecci¨®n de la infancia y la adolescencia, que fue aceptada por una ampl¨ªsima mayor¨ªa. Al igual que los precedentes de la ley de la eutanasia, la de violencia de g¨¦nero, la de igualdad o el matrimonio homosexual, que situaron a Espa?a entre los primeros en la senda de la ampliaci¨®n de derechos, esta ley pionera por su car¨¢ct...
Espa?a dio ayer otro importante paso de progreso en derechos sociales con la aprobaci¨®n en el Congreso de la ley de protecci¨®n de la infancia y la adolescencia, que fue aceptada por una ampl¨ªsima mayor¨ªa. Al igual que los precedentes de la ley de la eutanasia, la de violencia de g¨¦nero, la de igualdad o el matrimonio homosexual, que situaron a Espa?a entre los primeros en la senda de la ampliaci¨®n de derechos, esta ley pionera por su car¨¢cter integral es un hito en un ¨¢mbito, el de los menores, que ha carecido de la necesaria luz y protecci¨®n. La gran mayor¨ªa ¡ª268 votos a favor, 57 noes de Vox y el PNV (en este caso por cuestiones competenciales) y 16 abstenciones¡ª ofrece especial motivo de celebraci¨®n. El progreso es m¨¢s s¨®lido con amplia base pol¨ªtica.
La ley org¨¢nica recoge medidas important¨ªsimas ante los distintos tipos de violencia que amenazan a ni?os y adolescentes. El m¨¢s sensible y con consecuencias m¨¢s dram¨¢ticas en la vida adulta, la pederastia, vivir¨¢ un desarrollo clave: el tiempo de prescripci¨®n del delito empezar¨¢ a contar desde que la v¨ªctima tenga 35 a?os, frente a los 18 actuales. Las v¨ªctimas de abuso sexual suelen tardar mucho tiempo en estar en disposici¨®n y con la fuerza necesaria para iniciar procesos contra sus abusadores, los adultos que habitualmente han malogrado enormemente su vida, su desarrollo y su personalidad.
La nueva ley org¨¢nica, que ahora inicia su andadura en el Senado, mandata al Gobierno para que cree en un a?o tribunales espec¨ªficos para juzgar estos delitos, al igual que los que existen para la violencia de g¨¦nero. Otro de los adelantos es el prop¨®sito de que los menores no deban revivir lo sucedido en diversas declaraciones a lo largo de los procedimientos judiciales, sino que sea suficiente una sola vez, frente a las hasta cuatro ocasiones que se producen en la actualidad. Y una mayor protecci¨®n a los hijos de mujeres que sufren violencia de g¨¦nero, incluida la prohibici¨®n de utilizar el llamado s¨ªndrome de alienaci¨®n parental (la manipulaci¨®n de un progenitor, normalmente, atribuida a la madre, para condicionar a sus hijos contra el otro), que no tiene aval cient¨ªfico pero que en instancias judiciales en ocasiones se acepta.
La protecci¨®n de los ni?os y adolescentes requiere un gran trabajo de prevenci¨®n y educaci¨®n en todos los ¨¢mbitos formativos, desde el acoso y ciberacoso a lo que ata?e a los valores de igualdad, de respeto y de desarrollo afectivo sexual, un cap¨ªtulo que en Espa?a sigue suscitando resistencias ideol¨®gicas absurdas. El ataque de Vox a la ley, lamentablemente, no sorprende.
Es fundamental que el Gobierno dote de verdaderos recursos y lleve a t¨¦rmino sin dilaci¨®n ese despliegue necesario para la prevenci¨®n, para la formaci¨®n de esos juzgados y de ese personal judicial que debe afrontar esta asignatura pendiente con sensibilidad, escuchando a los menores y sin que el proceso suponga una nueva revictimizaci¨®n, como sucede en ocasiones con las v¨ªctimas de violencia sexual. La ley es un enorme paso. El apoyo del principal partido de la oposici¨®n, el PP, que es justo celebrar, le otorga una fuerza especial. La ciudadan¨ªa espera ahora una eficaz implementaci¨®n.